LEY DE RECTIFICACIÓN REGISTRAL DEL SEXO – ENTREVISTAS A LOS PARTICIPANTES

Infocop Online publica a continuación las entrevistas que Pedro Zerolo (PSOE), Isaura Navarro (IU), Miquel Bofill (ERC) y Lluís Badía (CiU) concedieron a este medio con motivo de la discusión y posterior aprobación de la Ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas. Todos ellos han intervenido directamente en el proceso de elaboración y, a continuación, exponen sus valoraciones sobre esta norma y el papel de los psicólogos en la misma.

¿Por qué consideran importante y han aprobado la ley para que las personas transexuales puedan rectificar en el Registro Civil su inscripción del sexo y nombre?

Como ya saben, mantuvimos algunas reuniones entre la secretaría de movimientos sociales del PSOE, las organizaciones de transexuales y representantes del Colegio de Psicólogos y otras sociedades científicas a fin de consensuar un texto que pudiera incluir, de nuevo, a los psicólogos en la ley.

Esta apuesta se ha debido porque, a día de hoy, son bastantes los psicólogos que trabajan en el acompañamiento terapéutico de muchas personas que están realizando su proceso transexualizador y por tanto, ya vienen desarrollando esta tarea. Creo que hemos conseguido un consenso que permite que el psicólogo clínico pueda desarrollar las funciones que la propia legislación le otorga y que la práctica profesional nos indica que viene desarrollando.

Supone una muestra más de que el PP, en cuestión de derechos civiles, se encuentra secuestrado por los sectores más ultraconservadores, religiosos y políticos. No tiene un criterio claro en esta materia y trata de evitar a toda costa que la libertad y la igualdad sean reales y efectivas, como consagra nuestra Constitución.

«Hasta ahora las personas transexuales debían pasar por un verdadero calvario para lograr que su identidad sexual coincidiera con la identidad legal».

Porque hasta ahora las personas transexuales debían pasar por un verdadero calvario para lograr que su identidad sexual coincidiera con la identidad legal. Una situación que arrastraban día a día, pues, no es fácil enfrentarse al mundo bajo un nombre y sexo asignado legalmente distinto del que uno siente, que es la verdadera identidad sexual (el sentimiento interno de cada cual de pertenencia a un sexo determinado), concepto distinto del sexo morfológico (la simple apreciación visual de los órganos genitales) que era el reflejado en el DNI.

Es muy larga la estela de sufrimiento moral y físico de las personas transexuales a lo largo de la historia y del estigma que ha pesado sobre ellas. Esta ley da una respuesta a una demanda social del colectivo afectado, recoge lo que venían reflejando las sentencias tras el largo proceso judicial y se hace eco, además, de la resolución del Parlamento Europeo de 1989 y de la recomendación del Consejo de Europa del mismo año.

Con esta ley, se da respuesta a uno de los problemas con los que se enfrentan las personas transexuales, la identidad legal.

Desde Izquierda Unida entendemos que los conocimientos que adquieren los psicólogos les erigen como aptos para acreditar la condición de transexualidad de una persona. Fue un error que desapareciera en la tramitación del Congreso, pero se salva con la enmienda de IU presentada en el Senado.

Precisamente los psicólogos son aquellos que vienen realizando informes y ayudando a las personas transexuales, como se ha visto en Andalucía. Es más, para ampliar mis conocimientos sobre la materia a la hora de tramitar esta ley y conocer las demandas de los afectados he leído abundantes informes de psicólogos, pues son los profesionales que han tratado esta realidad y en los que me apoyé para defender que el término disforia de genero desapareciera del texto de la ley, por ser un síntoma, y fuera sustituido por transexualidad. Hemos logrado eliminar el término disforia de género de los requisitos y solo perdura en el diagnóstico.

¿Puede explicar por qué fue eliminado el psicólogo en el trámite parlamentario en el Congreso y las gestiones que han realizado para que en el Senado se incluyera de nuevo?

Lo primero que me gustaría señalar es que esta ley es sólo de rectificación registral, no es una Ley de Identidad, es la conquista de una de las reivindicaciones del colectivo. Hay múltiples cuestiones que quedan en el tintero. Las más relevantes son la gratuidad del tratamiento hormonal y de todo el tratamiento al que las personas transexuales quieran someterse para acomodar sus características físicas a las correspondientes al sexo reclamado, incluida la gratuidad de la reasignación de sexo. Consideramos para ello relevante la puesta en marcha de unidades de trastornos de identidad de género que ofrezcan el tratamiento integral. Y junto a ésta, es fundamental lograr medidas de inserción laboral, dado el alto índice de desocupación que afecta a este colectivo.

También se requieren medidas de sensibilización social y educativa sobre la transexualidad, porque es necesario educar en la diversidad, fomentando los valores democráticos de respeto, comprensión, tolerancia e igualdad social.

Y no debemos olvidar la rehabilitación e indemnización de las víctimas que sufrieron la aplicación de la Ley de vagos y maleantes y de peligrosidad social.

A todo ello hemos de sumar el contenido de las enmiendas de IU que han sido rechazadas, como el derecho de acceso a esta ley a las personas extranjeras con residencia en España.

Desde IU seguiremos presentando iniciativas coordinados con los colectivos de defensa de los derechos de las personas transexuales para seguir conquistando todos estos retos pendientes.

ENTREVISTA CON MIQUEL BOFILL, SENADOR DE ESQUERRA REPUBLICANA DE CATALUNYA (ERC)

«Todavía no hemos conseguido que se nos dé una explicación sobre por qué se quitó al psicólogo».

¿Qué valoración general hace de la Ley de rectificación registral del sexo y de la tramitación que ha seguido?

Creo que finalmente, después del trámite en el Senado, teniendo en cuenta el objetivo de la ley, el resultado es positivo. En el trámite del Senado se ha mejorado notablemente el texto y va a permitir mejorar la situación de las personas transexuales. La posibilidad de hacer el cambio registral supone una mejora notable en sus condiciones de vida, ya que se veían sometidas muchas veces a situaciones kafkianas.

Creo que ha habido ciertas incongruencias, por ejemplo el tema de la disforia de género. Se quitó por una enmienda que presentamos la obligatoriedad del diagnóstico de la disforia de género en los requisitos del informe, pero se sigue hablando de ello en otras partes de la ley, cuando se debería de haber enmendado y hablar de transexualidad.

Durante la tramitación, hemos planteado diversos temas de extranjería, menores y laborales, que en el marco de una ley sobre el Registro Civil seguramente no era adecuado introducirlos. Respecto a estas cuestiones, la idea que yo tengo, aunque tendría que sondear si hay posibilidades de éxito, es presentar una proposición para instar al Gobierno a que se adopten medidas en la línea de lo que ha aparecido durante el debate.

Así, se deberían de adoptar medidas de discriminación positiva para favorecer la inserción laboral, no sólo de las personas transexuales, sino de otras personas que también tienen dificultad para acceder al trabajo, que habría que determinar. Es delicado, pero habría que estudiarlo. El tema de extranjería y asilo en próximas reformas debería tenerse en cuenta; en otros países los transexuales son perseguidos y debería ser tenido en consideración, auque es un tema delicado que debe ser estudiado detenidamente. Valoro positivamente la postura que han adoptado algunos senadores del PP, como Evaristo Nogueira, y muy negativamente al Partido Popular, que finalmente en el Congreso votaron en contra de este proyecto de ley, no teniendo en cuenta las necesidades del colectivo transexual y cayendo en la confrontación por la confrontación.

Lo que nos extrañó es que a los psicólogos se les quitara en el trámite del Congreso. Todavía no hemos conseguido que se nos dé una explicación sobre porqué pasó esto. Si hay un caso claro en el que el psicólogo debe actuar es el caso de los transexuales, más que los médicos.

El psicólogo lo que debe corroborar es que la persona transexual tiene una convicción firme y estable de su personalidad en este sentido, así se dan garantías a la Administración de que el cambio es real, y por otra parte el médico realiza los tratamientos hormonales y quirúrgicos. Lo que es propiamente la transexualidad, el estudio de su manifestación y problemas asociados, es más propio de la Psicología que de la Medicina. Excluir al psicólogo resultaba bastante extraño. Creo que finalmente la ley se ha mejorado al incluir, al menos, al psicólogo clínico.

¿Qué valoración general hace de la Ley de rectificación registral del sexo y de la tramitación que ha seguido?

Con este proyecto se pretende adecuar nuestro ordenamiento a lo que ya han hecho otros países del entorno. Dando seguridad jurídica a un grupo de personas que legítimamente reivindican una situación que desde hace tiempo deberíamos tener solucionada. Y como expresábamos en nuestra enmienda 21, potenciar el respeto a la intimidad personal y familiar con una nueva inscripción registral, ya que siguiendo la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el caso del transexualismo, la documentación que revela el sexo originario produce una situación incompatible con el respeto a la vida privada.

Su grupo presentó en el Senado una enmienda para que incluyera de nuevo a los psicólogos en la norma, y no sólo a los médicos ¿Nos puede explicar por qué considera necesaria esta participación?

De conformidad con el texto de ley remitido por el gobierno, mantener la participación del psicólogo colegiado en el informe de acreditación de disforia de género. Nos parece una cuestión de lógica ante el propio contenido de la ley y su desarrollo.