LA PSICOLOGÍA ESCOLAR EN EL MARCO DE LA TRANSFORMACIÓN DE LOS ESTUDIOS DE PSICOLOGÍA EN ESPAÑA

30 Abr 2007

Julio Antonio González-Pienda y José Carlos Núñez

Universidad de Oviedo

Introducción

Actualmente, se vive en una sociedad en constante transformación y nuevas formas de vida que vienen producidos por la dinámica de un cambio tecnológico incesante, situación que lleva consigo cambios en los roles que hasta ahora venían desempeñando la familia, los centros educativos, los medios de educación… También ha supuesto nuevos interrogantes a la hora de afrontar las nuevas demandas que plantea la propia educación, tanto la formal como la no-formal. Si hasta hace poco, los profesionales de la enseñanza, las familias e incluso las Administraciones públicas tenían delimitados sus campos de actuación y las funciones a desempeñar, actualmente se puede afirmar que los límites se han desfigurado y las influencias mutuas entre los mismos son ya indiscutibles, pero también, y por ello mismo, más difíciles de afrontar aisladamente.

En la nueva situación creada, afloran con cierta intensidad problemas que, aunque algunos no son nuevos, sí presentan matices singulares que conllevan nuevas formas de afrontarlos con técnicas de intervención diferentes. Entre éstos se podrían destacar las nuevas formas de violencia, que ahora están más dirigidas hacia las personas que a los objetos, el maltrato infantil, el consumo de drogas en edades cada vez más tempranas, los problemas de integración provenientes de la creciente inmigración… además de los clásicos problemas en los ámbitos del desarrollo, de la personalidad infantil y juvenil, de las discapacidades e inadaptaciones funcionales (psíquicas y sociales), etc.

 

Para afrontar los viejos y nuevos retos, el psicólogo escolar debería considerarse un elemento esencial dentro del Sistema Escolar (Núñez y González-Pienda, 2007). Más ahora que nunca, para resolver estos desafíos se necesita una preparación específica y competencia profesional que sean garantía de soluciones adecuadas a las exigencias y demandas planteadas.

Formación del psicólogo escolar

En las dos últimas décadas, la Universidad se enfrenta a tiempos de cambio en relación con unas nuevas demandas sociales y culturales que traen consigo la necesidad de acomodar el paso de la vida universitaria a los profundos cambios que fuera del aula y del campus se están produciendo en la sociedad (Monereo y Pozo, 2003). Todos estos aspectos hacen que se esté produciendo en España, y en toda Europa, un cambio profundo en los sistemas europeos universitarios que afecta a todos los niveles, desde la arquitectura de los títulos hasta la misma concepción de la educación superior.

El mayor reto al que se enfrenta la educación superior del siglo XXI es asumir las nuevas funciones que se le asignan debido a las nuevas exigencias sociales, administrativas y educativas, que se refieren a la necesidad de un cambio urgente del modelo actual de enseñanza-aprendizaje universitario.

España está implicada en un proceso de convergencia de su enseñanza superior en el contexto europeo, lo cuál supone profundos cambios en la organización y en la concepción de la misma para armonizar los diferentes sistemas universitarios europeos (Michavila, 2001). Este proceso de convergencia, que se ha denominado el Proceso de Bolonia, ha llevado a construir el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). El proceso de convergencia planteado permitirá flexibilizar y armonizar la oferta universitaria dentro de esquemas de evaluación y acreditación de la calidad, que redunden en la prestación de un mejor servicio público por parte de las universidades, armonizando los sistemas universitarios a través de unos cambio globales: un sistema homogéneo de titulaciones, una misma valoración de la carga lectiva y una estructura de cursos y contenidos entendibles por todos los estados, que garanticen la compatibilidad, comparabilidad y competitividad (González y Wageenar, 2003).

La construcción del EEES constituye un largo proceso que se inicia con la Declaración de La Sorbona, en 1998, en la cual nace la idea y aparece por primera vez el concepto de Espacio Europeo de Educación Superior, en el que se pone de manifiesto que la extensión y la calidad de la educación superior son factores decisivos en el incremento de la calidad de vida de los ciudadanos. Este concepto de EEES se consolida y amplía con la Declaración de Bolonia, en1999, en la que se insta a todos los estados miembros de la UE a desarrollar e implantar en sus países una serie de modificaciones en sus sistemas de enseñanza superior, resaltando la importancia del desarrollo armónico de un Espacio Europeo de Educación Superior antes de 2010. A partir del inicio del proceso de Bolonia se han realizado distintas reuniones de seguimiento, como son las de Praga, en 2001, Berlín, en 2003, y Bergen en 2005 (la próxima reunión tendrá lugar en Londres en 2007). Todos los cambios contemplados en las declaraciones firmadas y asumidas por los estados miembro, y que deberán aplicarse antes del año 2010, obligan a que las universidades europeas deban modificar sus planes de estudio y sus métodos docentes con el fin de facilitar una formación integral de los estudiantes.

Desde esta nueva perspectiva EES, y en concordancia con los objetivos establecidos en la actual Ley Orgánica de Educación (LOE), en la propuesta final para el desarrollo de los estudios futuros de postgrado en Psicología, elaborada por la Conferencia de Decanos de Psicología de España, entre otros, se propone un Máster en Psicología de la Educación (120 ECS) en el que se prevén para el psicólogo de la educación dos perfiles: profesional e investigador. En cuanto al perfil profesional, se diferencian dos tipos: el psicólogo escolar y el psicólogo socioeducativo (dependiendo de si la práctica profesional se realiza en un contexto formal de educación o en un contexto no formal). En esta propuesta final de Máster de Psicología Educativa se indica expresamente que el perfil de Psicólogo Escolar conllevaría competencias específicas tales como:

  • Capacidad para evaluar procesos psicológicos de desarrollo y aprendizaje humano, tanto normales como atípicos, desde los primeros meses de la vida hasta la vejez.

  • Capacidad para detectar, prevenir e intervenir para favorecer el desarrollo y el aprendizaje en personas con discapacidades y con riesgo de exclusión social.

  • Competencias para recoger, transcribir, analizar datos y generar nuevos conocimientos sobre el aprendizaje mediatizado por las nuevas tecnologías en nuevos contextos educativos.

  • Capacidades para evaluar e intervenir en programas, procesos y prácticas psicoeducativas, para promover y mejorar el desarrollo psicológico integral de personas de todas las edades, los procedimientos psicoeducativos utilizados y el funcionamiento de grupos e instituciones educativas.  

  • Capacidades para recoger y transcribir, analizar, evaluar datos y generar nuevo conocimiento relacionado con la interacción y el discurso utilizado en situaciones escolares y familiares para promover procesos de aprendizaje.

     
  •  Capacidades para recoger datos, analizar, intervenir y hacer investigación/intervención sobre procesos psicológicos relacionados con el aprendizaje de la comunicación y el lenguaje oral, escrito, firmado y asistido; en contextos familiares y escolares; en situaciones monolingües y multilingües.

  • Capacidades para analizar y favorecer procesos de pensamiento y aprendizaje mediante el uso de diferentes tipos de lenguajes.

  • Capacidades para adaptar el proceso de aprendizaje a contextos sociales concretos.

  •  Y con el fin de asegurar la capacitación para desarrollar tales funciones, en el desarrollo de los contenidos del Máster de Psicología de la Educación se incluyen, además de otros, contenidos «comunes» (34% del total) relativos a «evaluación y diagnóstico psicoeducativo», «asesoramiento e intervención psicoeducativa», «trastornos del desarrollo y dificultades de aprendizaje».

    La psicología escolar desde una perspectiva internacional

    A nivel internacional, la Psicología Escolar goza de buena salud (Farrell, Jimerson y Oakland, 2007), especialmente en países como Australia, Canadá, Israel, Estados Unidos, así como en la gran mayoría de los países europeos (entre los que España se podría situar en el primer cuartil). La existencia de una fuerte asociación estatal que avale e impulse el trabajo del psicólogo escolar parece ser una variable crucial en el prestigio de esta profesión a lo largo de los diferentes países. En España, este es el caso del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos y su División de Psicología Educativa, quienes son conscientes de que el futuro de la Psicología Escolar se construirá en base al trabajo en cinco áreas cruciales: el grado de profesionalización, definición del objetivo y sus funciones, su estatus legal, el grado de implicación con los problemas educativos y sus contribuciones a la solución de los problemas escolares y técnicos de cada momento (ver también, Oakland y Jimerson, 2007).

    Ver referencias bibliográficas

  • PSICOLOGÍA EN RED


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