Equidad en la educación escolar en Europa, nuevo informe Eurydice de la Comisión Europea

La educación puede desempeñar un papel importante para hacer que las sociedades europeas sean más justas e inclusivas. Para lograr esto, los sistemas educativos deben ser equitativos, es decir, deben garantizar que todos los jóvenes puedan desarrollar sus talentos y alcanzar su máximo potencial independientemente de sus antecedentes.

Sin embargo, el entorno socioeconómico sigue siendo un determinante importante del rendimiento de los y las estudiantes: el bajo rendimiento, el abandono temprano de la educación o la formación y la exclusión social siguen siendo peligros muy reales para algunos de ellos. La crisis actual de la COVID-19 refuerza el argumento para mejorar la equidad en la educación, ya que el cambio a la educación a distancia y la pérdida de tiempo de enseñanza traen consigo mayores desafíos para los estudiantes desfavorecidos y es probable que agraven las desigualdades existentes. 

Con esta información, se presenta el nuevo informe Eurydice, publicado por la Agencia Ejecutiva de Educación, Audiovisual y Cultura (Education, Audiovisual and Culture Executive Agency-EACEA) de la Comisión Europea, a través del cual se analiza la variedad de políticas y estructuras educativas clave en toda Europa, evaluando cómo afectan los niveles de equidad en los sistemas educativos.

En este documento, se aborda la inclusión (es decir, si todos los estudiantes reciben al menos una cantidad mínima de educación de buena calidad) y la equidad (es decir, si el desempeño de los estudiantes es en gran medida independiente del entorno socioeconómico). Para ello, se basa en datos procedentes de la información política original recopilada de las unidades nacionales de Eurydice, datos de encuestas internacionales sobre el rendimiento y las características de los estudiantes (PISA, PIRLS y TIMSS) y datos estadísticos recopilados por Eurostat.

Los resultados del estudio muestran que una serie de características a nivel del sistema pueden afectar la equidad en la educación escolar de diferentes maneras y en diferente medida. Estas políticas y estructuras están estrechamente vinculadas y a menudo se influyen entre sí. Se analizan como parte de un marco amplio que comprende elementos de estratificación, estandarización y apoyo.

Según los datos, los niveles de equidad difieren ampliamente en Europa, especialmente en la educación secundaria. Estos niveles se miden a través de la brecha de rendimiento entre los estudiantes de alto y bajo rendimiento (dimensión de inclusión) y observando el impacto del entorno socioeconómico en el rendimiento de los estudiantes (dimensión de equidad). Las posiciones relativas de los países pueden variar según el indicador de equidad elegido. Sin embargo, en la mayoría de los sistemas educativos, las brechas de rendimiento grandes (o pequeñas) van de la mano con un impacto más (o menos) pronunciado del entorno socioeconómico en el rendimiento. Al mismo tiempo, menos de un tercio de los sistemas educativos pueden considerarse relativamente equitativos en ambas dimensiones.

La evidencia de la investigación muestra que existen claros beneficios para los niños que participan en la educación y el cuidado de la primera infancia en términos de su desarrollo general y rendimiento académico. Este hallazgo es especialmente válido para estudiantes desfavorecidos. No obstante, los datos de la encuesta revelan que en la mayoría de los países europeos, los niños de familias desfavorecidas participan menos.

Las políticas para mejorar la equidad en la educación a la primera infancia incluyen ampliar el acceso (tanto universal como específico) y mejorar la calidad de la prestación. Otras medidas importantes abordan los desafíos que enfrentan las familias desfavorecidas, como los costes, las barreras culturales y lingüísticas y la falta de información.

Por otro lado, se observa que la mayoría de los sistemas educativos europeos ofrecen diferentes tipos de escuelas. Si bien una mayor variedad de tipos de escuelas puede satisfacer las diversas necesidades de los estudiantes, también puede aumentar las desigualdades educativas. Por lo tanto, es importante encontrar el equilibrio adecuado entre satisfacer las diferentes necesidades y garantizar la equidad educativa.

La diferenciación puede ocurrir en un sistema educativo debido a diferencias en la financiación (sector público o privado), a diferencias en el plan de estudios (por ejemplo, escuelas que ofrecen diferentes especializaciones o itinerarios educativos), o a características estructurales (diferentes tipos de escuelas que atienden a diferentes grupos de edad o niveles de educación en paralelo).

La diferenciación público/privado es un factor clave señalado en este informe, por su influencia en la equidad, principalmente a través de diferencias regulatorias entre las instituciones públicas y privadas dependientes del gobierno.

De acuerdo con el texto, el seguimiento temprano, o la asignación de estudiantes a diferentes pistas o itinerarios educativos, influye, en gran medida en la equidad en la educación. Sin embargo, los efectos del seguimiento pueden variar según cómo esté organizado, en particular con respecto a la edad a la que los estudiantes se asignan por primera vez a un itinerario. También son importantes el número de trayectorias, el grado de diferenciación y la proporción relativa de estudiantes de secundaria superior en programas de orientación profesional.

Por otro lado, los autores del informe advierten del impacto negativo que tiene en la equidad la repetición de curso en educación secundaria, dado que «puede conducir a ampliar la brecha entre los estudiantes de bajo y alto rendimiento, y hacer que el entorno socioeconómico sea un predictor aún más importante del rendimiento de los estudiantes». No obstante, la repetición de curso continúa siendo una práctica generalizada en Europa. En promedio, el 4% de los estudiantes europeos repiten un grado escolar al menos una vez, pero en los sistemas educativos individuales la tasa de repetición de grado puede superar el 30%.

No obstante, en comparación con el curso 2009/10, en la actualidad menos sistemas educativos europeos permiten la repetición de grado. Para ayudar a los y las estudiantes a evitar repetir, la mayoría de los sistemas educativos cuentan también con mecanismos para brindarles una segunda oportunidad, por ejemplo, realizando un examen antes de que comience el nuevo año escolar. Además, en aproximadamente una cuarta parte de los sistemas educativos, los estudiantes pueden avanzar al siguiente grado siempre que cumplan con ciertas condiciones en el siguiente curso escolar.

De acuerdo con el informe, tan solo una cuarta parte de los sistemas educativos implementa medidas de apoyo para las escuelas desfavorecidas, definiendo estas como «aquellas en las que se inscribe una alta proporción de estudiantes de entornos socioeconómicos bajos, y que registran problemas en términos de rendimiento académico y clima escolar».

El informe completo se encuentra disponible a través del siguiente enlace:

Equity in school education in Europe: structures, policies and student performance. Eurydice report