El 79% de los/as docentes buscó apoyo psicológico durante el curso pasado, según el defensor del profesor

19 Abr 2021

Durante el pasado curso 2019-2020, se incrementaron las amenazas y el ciberacoso hacia los y las docentes, procedentes tanto de alumnos como de padres, con un incremento, por parte de estos últimos, de faltas de respeto y acusaciones carentes de fundamento.

Esta es una de las conclusiones del Informe del Defensor del Profesor, un servicio de ámbito nacional que ANPE pone a disposición de todos los y las docentes que necesiten ayuda ante cualquier tipo de acoso e intimidación en las aulas, ya sea por situaciones relacionadas con los padres, los alumnos, la administración educativa o los propios compañeros.

El documento pretende dar a conocer a la opinión pública, y, principalmente a la Comunidad Educativa, una serie de conclusiones en base a los datos recogidos durante el pasado curso 2019-2020, relacionados con las situaciones de acoso y violencia hacia el profesorado en nuestro país, y que resumimos a continuación:

Autor: Julia M Cameron Fuente: pexels Fecha descarga: 27/11/2020
  • Los datos del curso 2019-2020 reflejan una reducción del número de casos, debido, posiblemente a la situación de crisis sanitaria del Covid-19 y que comenzó en el último cuatrimestre del curso.

Según las cifras referentes a los casos atendidos por las diferentes comunidades autónomas, el Defensor del Profesor de la Comunidad de Madrid sigue siendo el servicio que más demandas recibe curso tras curso: solo Madrid acapara el 49% de las actuaciones realizadas en todo el territorio nacional.

  • En relación con las diferentes etapas educativas, los Maestros de Educación Infantil y Primaria son los que más ayuda solicitan, representando un 45% del total. Los casos atendidos en el caso de los profesores de Educación Secundaria en este curso suponen un 44%, situándose en cerca de un 4% más que el curso anterior.

  • Con respecto a los problemas relacionados con el alumnado, destacan los siguientes:

    • Problemas para dar clase (21% de las actuaciones).

    • Conductas agresivas de alumnos hacia sus compañeros: suponen el 7%, un dato inferior al del curso anterior, posiblemente debido a una menor interacción entre ellos debido a la situación de crisis sanitaria y de confinamiento domiciliario.

    • Agresiones del alumnado al profesor: con un 5% (porcentaje ligeramente inferior al del curso anterior).

    • Amenazas de alumnos a profesores: este indicador asciende en un 2% con respecto al curso anterior, registrándose un 12% de las actuaciones. Para los autores del informe, este dato se incrementa como consecuencia del mal uso de las TICs, situación que se ha dado durante el confinamiento.

    • Faltas de respeto: se obtiene un 22%.

    • Acoso de alumnos a profesores: igual que en los dos últimos cursos, este indicador registra un 11%.

    • Grabaciones, fotos, Internet (Ciberacoso): suponen un 11% de las actuaciones.

    • Daños contra la propiedad: este indicador desciende a un 1%, debido tal vez, a la situación de pandemia.

    • El informe subraya el ciberbullying (o situaciones de acoso) hacia el profesorado como un problema que cada vez preocupa más en los centros educativos, si bien aún sigue sin resolverse. En este sentido, ANPE muestra su preocupación ante la falta de actualización de los Decretos de Convivencia y la normativa, por la Administración en algunas Comunidades Autónomas.

      Una situación que, en palabras del Sindicato, “menoscaba la autoridad del profesor produciéndose la indefensión total de los docentes ante esta situación”, y que redunda en la merma de la calidad educativa.

  • Por lo que se refiere a los problemas relacionados con las familias, se detectan:

    • Agresiones físicas de padres a profesores: este indicador supone un 2% de las actuaciones, si bien ha disminuido ligeramente en 1% debido a la situación de crisis sanitaria y confinamiento domiciliario.

    • Acoso de padres: un 29%, similar al curso anterior.

    • Denuncias de padres a profesores: este indicador se ha reducido a un 17%, frente al 21% del curso anterior.

    • Presión para cambio de calificaciones escolares: un 8%.

    • Acusaciones carentes de fundamento: el 27% (incrementándose un 1% en el último curso escolar).

    • Ciberacoso de padres: un 5% de las actuaciones, observándose un aumento de un 3% con respecto al curso anterior. De igual modo que en otros indicadores, los autores del informe destacan el incremento de este dato debido a la situación de crisis sanitaria y confinamiento domiciliario y ponen de relieve su preocupación, al ir asociado al mal uso o uso inadecuado de las nuevas tecnologías (herramienta que se ha utilizado más en este curso por la situación sanitaria descrita anteriormente) y al generar una sensación de indefensión entre el profesorado, que repercute en la calidad educativa.

    • Faltas de respeto: se registran un 27% de las actuaciones.

    • Tanto en Primaria como en Secundaria y aunque las edades de los niños y sus etapas evolutivas son muy diferentes, las problemáticas con los alumnos y sus familias obtienen porcentajes elevados. Los profesores van percibiendo progresivamente cómo los alumnos de Primaria, y de cursos cada vez más bajos, tienen conductas disruptivas, amparados por sus padres, que afectan no solo al profesorado sino también a sus propios compañeros. Se hace patente la influencia de las familias en relación con la postura de respeto y confianza hacia el profesorado, ya que coincide la actitud que tienen los padres con respecto a los profesores y los hijos hacia el centro educativo.

  • Las anteriores situaciones destacadas están provocando serias consecuencias en la salud mental de los docentes. De los profesores atendidos en el curso 2019-20, presentaron ansiedad un 73%, Depresión un 11% y baja laboral un 11% de las actuaciones. El año anterior la ansiedad supuso el 69% de las actuaciones, la depresión un 9% y la baja laboral un 10%.

  • Existen algunas diferencias en las actuaciones que se han producido este curso con respecto al curso anterior debido a la situación de crisis sanitaria. Las intervenciones más demandadas son el asesoramiento profesional y el apoyo. Se observa que, un 92% del profesorado pidió asesoramiento en el curso 2019/2020, un 79% apoyo profesional y emocional por parte de un/a psicólogo/a, y un 63% información sobre legislación.

  • Las consecuencias en la salud de los docentes que han sufrido este tipo de situaciones son de tipo cognitivo, fisiológico y conductual. Entre los síntomas cognitivos, se observa preocupación, inseguridad, miedo, aprensión, pensamientos negativos, anticipación de peligro o amenaza, dificultad para concentrarse, dificultad para tomar decisiones, sensación general de pérdida de control sobre el ambiente y dificultad para pensar con claridad, entre otras. Como consecuencia, aparecen los docentes manifiestan otra serie de señales, de índole fisiológica (problemas gastrointestinales, respiratorios, cardiovasculares, etc.) y conductual (tartamudeo o dificultades de expresión verbal, movimientos torpes y desorganizados, problemas para conciliar el sueño, reducción y/o aumento de la ingesta de alimentos, abandono de hábitos saludables, etc.).

Tras el análisis y valoración de los datos, ANPE y El Defensor del Profesor reiteran la necesidad de elaboración de un Plan Estratégico de Mejora de la Convivencia Escolar, liderado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional que debería contar, entre otros, con un plan específico de formación del profesorado para la prevención y detección de conflictos relacionados con la convivencia escolar, el reconocimiento de la ansiedad, la depresión y el estrés como enfermedades profesionales de los docentes siempre que se deriven de situaciones de acoso, estableciendo estas situaciones como accidentes laborales y el compromiso, por parte de la administración, para el tratamiento rehabilitador y educativo de los/as alumnos/as agresores/as.

Los datos mencionados en el Informe, junto con la valoración de sus autores, ponen de relieve una necesidad que se ha venido detectando y expresando en los últimos años: esto es, la importancia de incorporar (sin menoscabo de otros profesionales) la figura del psicólogo educativo en los distintos centros docentes, como profesional cualificado para dar respuesta a estos y otros problemas de índole psicológica que puedan surgir en la Comunidad Educativa.

El informe se puede descargar directamente a través del siguiente enlace:

El defensor del profesor: Informe 2019-2020

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