Intervención en salud mental y apoyo psicológico en accidentes radiológicos y nucleares, guía de la OMS

9 Mar 2021

La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar la guía para la intervención en salud mental y apoyo psicológico en situaciones de emergencias radiológicas y nucleares. La guía recopila toda la información científica disponible hasta la fecha sobre la atención en salud mental en este tipo de escenarios, proporcionando unas pautas de actuación en las primeras fases de la emergencia y en las posteriores.

Tal y como se detalla en el documento, los accidentes nucleares y radiológicos acontecidos en otros momentos (por ej, como el de Chernobyl o Fukusima) ​​han demostrado que el impacto en la salud mental y el malestar psicológico puede ser incluso más incapacitante que los efectos físicos directos de la radiación en la salud física, por lo que el abordaje de estos aspectos psicológicos resulta fundamental para la adecuada recuperación de las personas afectadas. Las consecuencias a nivel psicológico, de salud mental y social de este tipo de accidentes tienen efectos graves y duraderos, tanto en las víctimas directas como en la población próxima al lugar de la emergencia. De hecho, tal y como se explica en el texto este impacto psicológico puede perdurar durante décadas.

Fuente: www.pexels.com Artista:
Johannes Plenio Fecha descarga: 06/12/2020

Aunque existen recomendaciones generales para el abordaje de la salud mental y el impacto psicológico de los accidentes nucleares y radiológicos, hasta la fecha no se había publicado ningún documento de trabajo más exhaustivo sobre el tema. Por tanto, el documento está especialmente dirigido a los responsables de la planificación de respuestas de emergencias y gestión de riesgos, así como a los profesionales de la salud mental e intervención psicológica que pueden verse involucrados en este tipo de emergencias.

La guía aborda diferentes temas como los aspectos psicológicos y de salud mental implicados en los accidentes radiológicos y nucleares, los asuntos transversales de respuestas en situaciones de emergencia (coordinación, comunicación, resiliencia, entrenamiento…), los elementos clave para la planificación de la respuesta de emergencia (valoración de riesgos y necesidades, política de actuación en salud mental, recopilación de recursos disponibles…), consideraciones a tener en cuenta en la fase inicial de emergencia (aspectos psicológicos en la evacuación, en el seguimiento y descontaminación…), consideraciones en la fase de post-emergencia (consecuencias sociales y estigma, intervención comunitaria…), aspectos prácticos para la implementación de la estrategia sugerida y conclusiones.

El documento, titulado A framework for mental health and psychosocial support in radiological and nuclear emergencies (Marco para la salud mental y el apoyo psicosocial en emergencias radiológicas y nucleares), especifica los factores específicos que pueden afectar a la salud psicológica de las poblaciones afectadas en este tipo de accidentes. En particular, el temor y la incertidumbre sobre los riesgos de la radiación son preocupaciones generales de la población. Por otro lado, las medidas de protección de emergencia destinadas a proteger las vidas humanas (como la obstrucción de la tiroides con yodo, la vigilancia y la descontaminación de la radiación, el alojamiento en el lugar y la evacuación), pueden tener un impacto notable en la salud física o mental de las personas afectadas. Otros factores, con la presencia de múltiples quejas somáticas de la población como consecuencia de la exposición a la radiación también pueden dificultar las labores de ayuda al colapsar los sistemas sanitarios. Los efectos económicos, ambientales, el elevado grado de incertidumbre sobre los efectos en la salud, el estigma social para las personas directamente afectadas, junto con la desinformación, los bulos y los miedos de la población pueden suponer una enorme carga de estrés en las comunidades afectadas, posibilitando el desarrollo de trastornos de salud mental a largo plazo (principalmente abuso de sustancias, incremento de la violencia en el hogar, depresión, trastornos de ansiedad y trastorno de estrés postraumático).

Según las estimaciones de los estudios, al menos una de cada cinco personas afectadas por una emergencia o un desastre sufrirá un trastorno de salud mental grave, siendo esta probabilidad mayor en ciertos grupos más vulnerables. En el caso de los accidentes por radiación, estos grupos pueden incluir las personas directamente afectadas, los niños de las zonas afectadas y los padres preocupados por el impacto a largo plazo en la salud de sus hijos, las mujeres embarazadas y las madres lactantes de las zonas afectadas, personas con problemas de salud subyacentes, personas con bajos niveles de alfabetización y dificultad para seguir las indicaciones de protección, los bomberos, los trabajadores de limpieza y otros intervinientes que trabajan en condiciones estresantes,  las personas que viven en instalaciones residenciales e instituciones, las personas evacuadas y los miembros de las comunidades de acogida,  las personas con problemas de salud mental y psicosociales preexistentes y los trabajadores de la instalación nuclear y sus familias.

Tal y como señala la guía de la OMS, si bien este tipo de emergencias puede involucrar un aspecto muy amplio de consideración de posibles riesgos y peligros, se debe incluir siempre la identificación de los posibles efectos adversos de las medidas de protección contra la radiación, de las medidas de respuesta adecuadas, de las deficiencias del sistema, de las necesidades prioritarias y de las carencias en la capacidad o recursos de la comunidad o país para hacerle frente.

Asimismo, la planificación de la respuesta de emergencia debe incluir la elaboración de una política general de atención en salud mental, que incluya indicaciones para el apoyo psicológico en la fase de emergencia, como planes de contingencia, procedimientos, prioridades identificadas y criterios para la asignación de recursos, así como planes para su evaluación y revisión. Alternativamente, es fundamental, según señalan los expertos, que los equipos de atención en salud mental se integren en los servicios de atención primaria en este tipo de escenarios para poder dar una cobertura rápida a las demandas de atención psicológica de la población.

La guía puede descargarse en el siguiente enlace:

A framework for mental health and psychosocial support in radiological and nuclear emergencies

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