De no abordarse, la pérdida auditiva puede llegar a afectar a la salud mental, según un informe de la OMS

21 Oct 2021

La pérdida de audición, si no se detecta e interviene, puede tener consecuencias de gran alcance, afectando negativamente al desarrollo del lenguaje, al bienestar psicológico y social, a la calidad de vida, al nivel educativo y a la independencia económica en diversas etapas de la vida.

Asimismo, de no abordarse, la pérdida de audición puede conllevar un coste global de más de 980 mil millones de dólares anuales y, potencialmente, poner en riesgo el objetivo global de los Estados Miembros de las Naciones Unidas de poner fin a la pobreza y garantizar que todas las personas en el mundo disfruten de paz y prosperidad para el año 2030.

Así lo advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su nuevo informe mundial sobre la audición (World Report on Hearing), un documento a través del cual pone de relieve la importancia de la prevención de la pérdida auditiva, así como de la rehabilitación, la educación y el empoderamiento en aquellos casos en los que se experimente este problema, recogiendo una serie de medidas de salud pública rentables y basadas en la evidencia, orientadas a la prevención de la pérdida auditiva

Foto: Andrea Piacquadio Fuente: pexels Fecha descarga: 05/03/2021

Tal y como señala el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, la pérdida de audición suele denominarse la “discapacidad invisible”, tanto por la falta de síntomas visibles como por el hecho de que, durante mucho tiempo, “ha sido estigmatizada en las Comunidades e ignorada por los responsables de la formulación de políticas”.

De acuerdo con el informe, muchas de las causas de la pérdida auditiva son prevenibles. Sin embargo, pese a la existencia de intervenciones efectivas que pueden beneficiar a las personas con afección o pérdida auditiva, la gran mayoría, si bien las necesita, no tiene acceso a ellas.

En este sentido, el propósito clave de este documento es el de promover la acción mundial para el acceso equitativo a la atención auditiva en todos los contextos. Precisamente, en la situación actual de pandemia por COVID-19 se ha puesto de manifiesto “la fragilidad de los sistemas de salud actuales”, lo que ha centrado el foco en la necesidad de invertir en la atención de la salud como un medio para proteger a las poblaciones en el futuro y materializar el objetivo de una cobertura sanitaria universal prestada a través de los Sistemas Nacionales de Salud.

A continuación, recogemos las principales conclusiones del informe de la OMS:

  • Existen diversos problemas relacionados con la pérdida auditiva como el tinnitus (cuyo inicio, percepción e impacto pueden verse influenciados por una serie de factores psicológicos, como la ansiedad y la depresión), o el trastorno del procesamiento auditivo (un término genérico para los trastornos auditivos que resultan de dificultades de procesamiento de la información auditiva en el cerebro y que puede afectar al desarrollo psicológico y social, al rendimiento académico, la participación social y a las oportunidades profesionales).

  • Las personas con pérdida auditiva suelen tener tasas más elevadas de depresión y revelan que su calidad de vida es peor que la de sus compañeros oyentes.

  • En estas personas se observa con frecuencia retraimiento y alteraciones en las interacciones sociales, junto con sentimientos de vergüenza, rechazo, baja autoestima y ansiedad. El aislamiento social y los sentimientos de soledad debidos a la pérdida auditiva pueden tener importantes implicaciones para la salud psicológica y social de los adultos mayores. A su vez, esto puede empeorar la salud mental, lo que lleva a experimentar más depresión y angustia.

  • La pérdida de audición se asocia a menudo con el estigma y puede afectar significativamente a las familias, amigos/as y compañeros/as de las personas que viven con la afección.

  • Si no se aborda, la pérdida auditiva puede afectar negativamente muchos aspectos de la vida tanto a corto como a largo plazo: la comunicación, el desarrollo del lenguaje y el habla en los niños/as, la cognición, la educación, el empleo, la salud mental, las relaciones interpersonales, etc.

  • Muchas personas desconocen su pérdida auditiva, especialmente cuando es leve o moderada, y pese a vivir en entornos con buenos recursos, algunas esperan años antes de hacerse una prueba de audición o buscar atención. Cuando se detecta la pérdida auditiva y se sugieren intervenciones correctivas, las personas a menudo las posponen hasta una fecha futura indeterminada, alegando que “de momento no hay necesidad” o que “pueden manejarlo por ahora”. Esta actitud se ha traducido en tasas consistentemente bajas en la búsqueda de atención en servicios de atención auditiva y en el uso de audífonos, incluso en países de altos ingresos donde dichos servicios están más disponibles. Para la OMS, estos datos son un serio motivo de preocupación, dado el alto impacto que conlleva no tratar la pérdida auditiva tanto en la salud mental, como en la capacidad para trabajar y en la calidad de vida y las relaciones.

  • De forma específica en la infancia, la detección de la pérdida auditiva y el tratamiento temprano son fundamentales. La intervención temprana es crucial para minimizar el impacto adverso de este problema en el desarrollo cognitivo y del lenguaje, siendo eficaz en la mejora del desarrollo del lenguaje, las habilidades psicológicas y sociales, la calidad de vida y el desempeño diario (no solo en niños/as sino también en adultos/as).

  • En los niños y las niñas, la intervención oportuna con audífonos e implantes mejora la audición, la comunicación oral y la calidad de vida, lo que deriva, además, en mejores resultados académicos. Asimismo, según la OMS, el uso de audífonos puede proteger contra el deterioro cognitivo y la demencia. De hecho, de acuerdo con sus datos, la pérdida auditiva no tratada puede ser responsable de más del 8% de los casos de demencia entre los adultos mayores.

  • Los programas de intervención y detección temprana de la audición de alta calidad incluyen: apoyo social, psicológico e informativo para las familias de niños diagnosticados con pérdida auditiva permanente.
  • La educación de los padres es esencial tanto para identificar los factores de riesgo de pérdida auditiva como a la hora de buscar atención para mitigar los problemas de lenguaje y habla en sus hijos e hijas. A menudo, cuando se detecta una pérdida auditiva en un/a niño/a, es necesario ofrecer toda la orientación e información necesaria a los padres para garantizar un seguimiento y atención adecuados para su hijo o hija.

  • Los padres necesitan apoyo para abordar las necesidades de sus hijos con problemas de audición. Dado que la mayoría de los padres son oyentes, carecen de experiencia con las implicaciones de lidiar con la pérdida de audición, lo que afecta a las familias de muchas maneras. Por ejemplo, genera niveles más altos de estrés entre las familias, especialmente cuando tienen que tomar decisiones sobre la rehabilitación y educación del o de la menor. El bienestar de los propios padres tiene una influencia significativa en los resultados audiológicos, cognitivos y socioemocionales del niño con pérdida auditiva. Por lo tanto, la información, la orientación y el apoyo a los padres cuyo hijo ha sido diagnosticado con pérdida auditiva es fundamental, pero no siempre está disponible.

  • Mitigar todos los riesgos a través de acciones de salud pública es clave para abordar la pérdida auditiva.

Para orientar las acciones futuras, el Informe mundial sobre la audición de la OMS describe un paquete de intervenciones para que los Estados Miembros los adopten, y propone estrategias para su integración en los Sistemas Nacionales de Salud, a fin de garantizar un acceso equitativo a los servicios de atención auditiva y auditiva para todos aquellos y todas aquellas que los necesiten, de acuerdo con los principios de la cobertura sanitaria universal.

Fuente: World report on hearing. Geneva: World Health Organization; 2021. Licence: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.

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