Una de cada 3 mujeres sufre violencia física o sexual en el mundo, informe de la OMS

11 Mar 2021

La prevalencia de la violencia contra las mujeres es extremadamente elevada, está extendida por todo el mundo y requiere un mayor compromiso por parte de los gobiernos para su eliminación y prevención. Así lo recoge el último informe de la Organización Mundial de la Salud y de ONU Mujeres, que lleva por título Violence against women prevalence estimates. El informe recoge los datos de violencia contra las mujeres de todo el mundo durante el periodo de 2000 a 2018, siendo el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre el análisis del impacto de la violencia contra las mujeres.

En su informe, la OMS advierte que la violencia contra las mujeres no ha experimentado el descenso esperable a lo largo de los últimos 10 años, lo que pone de manifiesto que los esfuerzos realizados son insuficientes. Según los datos ofrecidos por la OMS, una de cada 3 mujeres es víctima de violencia física o sexual. Las mujeres más jóvenes, entre 15 y 24 años, son las que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad frente a estos tipos de violencia, siendo el grupo de edad que más informa de estos delitos.

Las cifras ofrecidas por el informe de la OMS implican que 736 millones de mujeres están sufriendo violencia en el mundo, de las cuales 641 millones la están sufriendo en el contexto de su relación de pareja, de manera que la violencia de género es el tipo de violencia más comúnmente extendida. La OMS advierte, además que, debido al silencio y al miedo de muchas víctimas es probable que la prevalencia de la violencia contra las mujeres sea incluso mayor y que puesto que los datos corresponden al periodo de 2000 a 2018, anterior a la pandemia, esta cifra esté subestimada en la medida en que se ha reportado un aumento de las denuncias de violencia durante la crisis sanitaria y el periodo de confinamiento.

En conjunto, los datos son calificados por la OMS como “devastadores”, por lo que “todos los gobiernos deben tomar la iniciativa de forma decidida para hacer frente a este problema”, ha afirmado Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres.

En relación con la distribución por regiones, la tasa más elevada se sitúa en Oceanía, Asia Meridional y África subsahariana, con índices de entre el 33 y el 51%, seguida de Asia sudoriental y Asia oriental (21 y 20%, respectivamente), Asia central (18%) y Europa (16-23%).

La OMS muestra su preocupación ante la extensión y gravedad del problema de la violencia contra la mujer en todo el mundo, con un gran impacto negativo para la salud física y mental de las víctimas. Se trata de un problema global que requiere una transformación sistémica a gran escala y actuaciones desde un enfoque ecológico que contemplen no sólo intervenciones individuales de prevención e intervención, sino el cambio de las normas y creencias culturales que perpetúan esta violencia, la eliminación de las desigualdades económicas, el acceso a la educación y a un puesto de trabajo seguro para las mujeres y el apoyo de las normativas y leyes a este respecto.

Debido a la gravedad de los datos, la OMS insiste en la obligación de adoptar un mayor compromiso por parte de todos los gobiernos, señalando la necesidad de adoptar las siguientes acciones:

  • Realizar una revisión de las políticas existentes de forma que el enfoque de género quede reflejado y se acompañe de medidas sólidas que aseguren la igualdad de género en materia salarial, de cuidado de los niños, etc.
  • Asegurar que los sistemas sanitarios pueden dar respuesta a la demanda de atención de las mujeres víctimas de violencia, de forma que tenga un acceso garantizado a un tratamiento multidisciplinar de calidad.
  • Iniciar acciones en los entornos educativos para prevenir la violencia desde edades tempranas, a través de una educación no sexista, basada en la igualdad y que combata activamente las actitudes y creencias discriminatorias hacia las mujeres.
  • Invertir específicamente en programas de prevención a largo plazo y basados en la evidencia en todos los niveles: local, regional, nacional y mundial.
  • Mejorar el procedimiento de recopilación de datos y desarrollar encuestas de calidad que permitan conocer con más exactitud el alcance y dimensiones del problema de la violencia contra la mujer.

Se puede acceder al informe en el siguiente enlace:

Violence against women prevalence estimates

 

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