“No hemos investigado suficientemente en qué medida contribuye el comportamiento a la longevidad” – Entrevista a Rocío Fernández Ballesteros

12 Mar 2021

Rocío Fernández-Ballesteros, catedrática emérita de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid y directora del grupo investigación EVEN (Evaluación y Envejecimiento), participará en el V Congreso Nacional de Psicología e International Symposium on Public Health Psychology con la conferencia ‘El comportamiento como determinante de la salud, la enfermedad y la muerte a lo largo de la vida: COVID-19 ejemplo paradigmático’.  

Un tema, el comportamiento, que considera de prioridad extraordinaria en la psicología o por lo menos que debe ocupar un espacio importante en la agenda de la profesión. Hemos charlado con ella un ratito previa participación en este congreso que se celebrará entre los días 9 y 11 de julio de 2021.

Foto: Rocío Fernández Ballesteros

ENTREVISTA

¿Podría explicarnos brevemente el tema que abordará durante este CNP2021?  

Para mí, un tema de prioridad extraordinaria en la psicología o que le debe preocupar a los psicólogos de manera extraordinaria porque tiene que ver con el comportamiento como factor explicativo tanto de la salud como de la longevidad, de la mortalidad y en general de la vida…Yo me dedico al tema del envejecimiento, un tema totalmente fascinante, me parece apasionante en el mundo de hoy y yo creo que el envejecimiento es el factor que mejor expresa el desarrollo humano pero precisamente porque expresa el desarrollo humano no hemos investigado suficientemente en qué medida contribuye el comportamiento a la longevidad que es el máximo de vida que una persona va a vivir.

La explicación del envejecimiento y de la longevidad viene dada, aproximadamente, por un 20% de factores genéticos y de un 80%, los autores dicen, autores de la biomedicina, pero también de otras áreas del conocimiento, un 80%, ellos dicen, del ambiente. Y se quedan en el ambiente y yo añado, que en el ambiente se incluyen otros factores como los estilos de vida que evidentemente están aceptados por todo el ámbito de la biomedicina.

Sin embargo, no se ha preocupado nadie, ni los psicólogos tampoco, en explicar qué parte de la varianza en la longevidad se debe o es atribuible al comportamiento.

Y creo que eso es de una relevancia extraordinaria porque abarca todas las facetas de, mejor dicho, todos los indicadores demográficos que puedas considerar: la esperanza de vida, la supervivencia, la mortalidad y desde luego la longevidad. Y, sin embargo, no lo sabemos. Quiero decir, lo más importante es que es un hecho o mejor dicho un dato no conocido.

Hace mucho tiempo que yo hablo de esto y no parece de demasiado interés a los propios psicólogos. Los psicólogos sí se preocupan, y por supuesto lo han demostrado, de los efectos de la inteligencia en la salud, sin duda, y en la mortalidad sin duda, o los efectos de determinada variable en el comportamiento. Pero no se han preocupado de ver, en términos generales, el comportamiento, cómo contribuir, y eso le da un plus de extraordinaria dificultad de investigación por cuanto existe una enorme dificultad de aislar el comportamiento de otras facetas que están en el ambiente, incluso que pertenecen a la genética del individuo.

¿Falta investigación en su campo entonces?  

Es un tema no explorado suficientemente, al menos en mi modesta opinión, de un lado y de otro, de extraordinaria dificultad para un investigador. Por eso, es una buena noticia el que Frontiers me pidiera que escribiera un número especial en la revista y en este momento está desarrollándose este número especial, estamos reclutando a los autores. ¡No creas que es fácil!

En segundo lugar, nos concedieron un proyecto de investigación que se llama ‘Los factores psico comportamentales y sus efectos en la longevidad’ y me siento muy feliz y cuando me preguntaron de qué quería hablar en el Congreso, por primera vez online, hablé de este tema y añadí la posibilidad de conectarlo con el COVID, porque el COVID, que es una patología biomédica tiene un virus por medio, también tiene factores que contribuyen extraordinariamente a ello y lo sabemos todos los ciudadanos por lo que sería interesante explorar hasta qué punto el comportamiento influye en el COVID, numéricamente y cuantitativamente.

Siguiendo el hilo de lo que usted ha dicho con respecto al COVID-19, ¿el comportamiento de cada uno puede ser determinante para el cuidado de todos? Vemos imágenes a diario de ciudadanos que incumplen las medidas sanitarias y no tienen un comportamiento, podríamos decir,  ejemplar o correcto…

El problema que tienes en el COVID es que puede repercutir en el cuidado de todos. Y aquí viene otra pregunta de las difíciles, y la verdad es que yo me suelo meter en jardines cada vez que me hacen una entrevista.

Fíjate que, de alguna manera, el problema que tenemos en el tema del COVID y demás es que estamos hablando de la responsabilidad en la salud que yo creo que es un elemento esencial y si no, supongo que habrá alguien que trate este tema, la auto responsabilidad, me estoy refiriendo, o sea, pregunto: ¿una persona que ha fumado toda su vida y finalmente termina con un cáncer de pulmón debe ser financiada por la Seguridad Social?

Yo creo que eso es esencial. La auto responsabilidad implica tener conocimiento de esa responsabilidad, o sea, la gente que estaba en todo tipo de fiesta o de todo tipo de bodas últimamente y demás que hemos visto a todo color, ¿esas personas son responsables de que no solamente ellas van a contraer una patología, con probabilidad, sino que además se la van a hacer contraer a los demás? Yo creo que no hay esa concienciación y creo que esa concienciación es una responsabilidad también pública, quiero decir, que debe educarse, y que debe tener una cierta repercusión en el individuo.

Tenemos una cultura extraordinariamente positiva, digamos, de cuidados, queremos cuidar a los demás y que evidentemente toda persona reciba cuidados, pero, añado: eso es tremendo cuando esa persona no recibe la contraprestación y digamos, la corresponsabilidad de las cosas. Yo creo que es necesario, y no estoy hablando de momentos punitivos, sino simplemente educativos. El ciudadano tiene que ser educado porque en algún momento a lo mejor las cosas cambian porque el costo de la sanidad es altísimo y el costo de la sanidad en unas condiciones determinadas a lo mejor debe ser revisado, en alguna medida.  Esto se dice en cualquier país con una muy fuerte presión de costo sanitario. El costo sanitario debe ser abordable y para eso debe tener una serie de condiciones. Que la gente no haga cosas para enfermar sabiendo qué. Es todo un tema de educación, de solidaridad y de planteamiento colectivo.

Entre todo lo que se ha hecho, se requiere una campaña llena de educación para la prevención del COVID, y para todo, pero en este momento yo creo que no se ha hecho demasiado énfasis, o por lo menos, no el énfasis necesario por eso, por una promoción fuerte de la importancia que tiene no prevenir el COVID porque está en nuestras manos la prevención.

Para terminar, nos gustaría preguntarle qué espera de la profesión en un futuro próximo

Yo que llevo, va para cincuenta años en la profesión, he añorado que la psicología esté en Atención Primaria. Y por eso me gustaría que tratemos, todos juntos, en conseguir que el psicólogo, los psicólogos, la psicología esté en Atención Primaria. Si es necesario hacer expresiones públicas, me encaminaré a donde digáis. Deberíamos encadenarnos, una vez que pase el COVID por favor…pero cuando pase todo esto, yo creo que hemos de tener un apoyo fuerte por la presencia de la psicología en Atención Primaria.

Puedes ver el vídeo completo de la entrevista a continuación:

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