LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA EN ADICTOS A SUSTANCIAS PSICOACTIVAS A PARTIR DEL MODELO BIAXIAL DE LA ADICCIÓN

19 Sep 2008

Óscar M. Lozano1, Antonio J. Rojas2 y Cristino Pérez3

1 Universidad de Huelva, 2 Universidad de Almería y 3 Universidad de Granada

El consumo de drogas y alcohol representa actualmente una de las principales preocupaciones de los expertos en Salud Pública. En Europa, los datos publicados por el European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (EMCDDA) reflejan que la prevalencia de consumo de cannabis en el indicador de último mes está alrededor de un 4%, una prevalencia del 1% en el indicador de último año en el caso de la cocaína, y se calcula que entre 1 y 8 casos por cada 1.000 habitantes tienen problemas derivados del consumo de opiáceos.

En España, los datos aportados por el Observatorio Español de Drogas en la última encuesta domiciliaria publicada en 2005, ponen de manifiesto que un 5,5% de la población de entre 15 y 64 años puede ser considerado como un bebedor de riesgo (consumo de 50 cc. de alcohol puro/día o más en hombres y consumo de 30 cc. de alcohol puro/día o más en mujeres). Respecto al consumo de drogas ilegales, un 2% manifiesta que es consumidor diario de cannabis y la prevalencia de consumo de cocaína en el indicador último mes se sitúa en el 1,6%.

El consumo de alcohol y drogas tiene claras consecuencias para la salud de las personas. Generalmente, el deterioro es progresivo y ocasionado por el consumo continuado de las mismas, pudiendo manifestarse tanto en complicaciones de tipo físicas como psicológicas.

En este contexto, el constructo Calidad de Vida Relacionada con la Salud (en adelante, CVRS) está experimentando un notable crecimiento en el ámbito de las drogodependencias. Su definición aún es objeto de controversia, si bien existe cierto consenso en considerar que éste es un constructo que mide la percepción de salud física, psicológica y social de las personas, a diferencia de otras medidas, como las escalas diagnósticas, los índices de estado de salud basados en la presencia/ausencia de síntomas o las escalas de severidad sintomática.

Sus aplicaciones son variadas y se utiliza en estudios de efectividad, en la toma de decisiones clínicas, la monitorización de la salud poblacional, etc. En el ámbito de las drogodependencias, la CVRS juega un importante papel en la evaluación de los programas de reducción del daño. Estos programas alcanzan a población consumidora de drogas con una grave problemática social y sanitaria, y se basan en estrategias que buscan minimizar los daños físicos, psicológicos y sociales que origina el consumo de drogas.

El cambio observado en la CVRS es un indicador del impacto que estas estrategias terapéuticas tienen sobre la vida diaria de los pacientes, complementando a los denominados criterios «duros», como son la disminución del consumo, la reducción de la criminalidad o la reducción de la morbi-mortalidad. También se ha usado para comparar la CVRS de diferentes consumidores de drogas, con la población no consumidora o para estudiar su relación con variables implicadas en el desarrollo de la dependencia y su tratamiento.

 

La medida de la CVRS en drogodependencias se ha realizado habitualmente a través de los denominados tests genéricos. Estos surgen de una definición del constructo de CVRS cuyo contenido integran síntomas y comportamientos no adaptados a ninguna enfermedad en particular. Estos instrumentos de medida genéricos son muy versátiles, puesto que son aplicables a poblaciones con diferentes enfermedades. Sin embargo, esta versatilidad redunda en una menor sensibilidad para detectar cambios, si los comparamos con tests específicos, que están diseñados para evaluar la CVRS en poblaciones con alteraciones de salud concretas.

Uno de los primeros tests específicos para la medida de CVRS en drogodependencias ha sido desarrollado por un grupo de investigadores de las Universidades de Huelva, Almería y Granada. El test denominado Test para la Evaluación de la Calidad de Vida en Adictos a Sustancias Psicoactivas (TECVASP) se fundamenta en el modelo bi-axial de la adicción, y se ha desarrollado a partir de una definición operativa específica para población drogodependiente.

Este test ha sido aplicado sobre muestras de pacientes cuya droga principal es el clorhidrato de cocaína, la cocaína en base, el rebujao o la mezcla de heroína y cocaína, y el alcohol. Sobre todas estas muestras se han encontrado adecuadas estimaciones de la fiabilidad. Los estudios de validación realizados han tenido como referencia un marco teórico-terapéutico, en consonancia con el objetivo del test.

Desde el marco teórico, se han analizado las relaciones con otros constructos y variables del modelo bi-axial de la adicción. Se han hallado relaciones con la dependencia y con diferentes problemas relacionados con el consumo, como son el estado de salud físico, el ajuste psicológico y la frecuencia y cantidad de drogas consumidas. Además, se ha encontrado que la CVRS puede ser predicha a partir de la dependencia, la salud física y el ajuste psicológico.

En el plano terapéutico, los estudios de validación han estado centrados en comprobar si las puntuaciones del TECVASP detectan las diferencias en CVRS en grupos de pacientes que, a priori, deben poseer distinta CVRS por su situación terapéutica. En este sentido, se ha detectado que los pacientes en programas de desintoxicación presentan una peor CVRS que aquellos que se encuentran en fase de deshabituación.

Sobre consumidores de opiáceos, se ha hallado que los pacientes en programa de tratamiento con metadona tienen una mejor CVRS que quienes no se encuentran en dicho programa. Finalmente, un estudio que evaluaba la CVRS pre-tratamiento y post-tratamiento, ha mostrado que el instrumento es sensible para detectar los cambios ocurridos tras un proceso de intervención terapéutica.

En conclusión, y a la vista de los resultados hallados, consideramos que el TECVASP es un instrumento útil, especialmente en aquellos estudios clínicos cuyo objetivo sea evaluar el cambio terapéutico de los pacientes drogodependientes. Por el contrario, consideramos que para estudios de tipo epidemiológicos en los que se desea comparar la CVRS de consumidores de drogas con las de otros pacientes o con población general, puede ser más acertado recurrir a los instrumentos de CVRS genéricos.

El artículo original en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la revista Psicothema: Lozano, O., Rojas, A., Pérez, C., González-Sáiz, F., Ballesta, R., y Bilbao, I. (2008). Evidencias de validez del test para la evaluación de calidad de vida de adictos a sustancias psicoactivas a partir del modelo biaxial de la adicción. Psicothema, Vol. 20 (2), 317-323.

Sobre los autores:

 

 

Óscar M. Lozano Rojas es Doctor en Psicología por la Universidad de Granada. Es Profesor de Psicología en la Universidad de Huelva e investigador del Grupo «Estudios Psicosociales y Metodológicos» (HUM-743). Sus líneas de investigación se centran en la medida de Calidad de Vida relacionada con la Salud, en métodos psicométricos y en medición aplicada. Co-ganador del X Premio de Investigación Andaluz en materia de Drogodependencias y Adicciones 2005 por su trabajo Construcción de un test para medir Calidad de Vida Relacionada con la Salud específico para drogodependientes.

Antonio José Rojas Tejada es Doctor en Psicología por la Universidad de Granada. Actualmente es Profesor de Psicología y Director del Departamento de Ciencias Humanas y Sociales en la Universidad de Almería. Es investigador responsable del Grupo «Estudios Psicosociales y Metodológicos» (HUM-743). Subdirector de la revista Metodología de Encuestas. Sus líneas de investigación se centran en los métodos psicométricos, la metodología de encuestas y en la medición aplicada. Co-ganador del X Premio de Investigación Andaluz en materia de Drogodependencias y Adicciones 2005 por su trabajo Construcción de un test para medir Calidad de Vida Relacionada con la Salud específico para drogodependientes.

Cristino Pérez Meléndez es Doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Es Profesor de Psicología en la Universidad de Granada e investigador del Grupo «Modelización y Medición del Comportamiento Humano» (HUM-624). Sus líneas de investigación se centran en los métodos psicométricos y en la medición aplicada. Co-ganador del X Premio de Investigación Andaluz en materia de Drogodependencias y Adicciones 2005 por su trabajo Construcción de un test para medir Calidad de Vida Relacionada con la Salud específico para drogodependientes.

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