APROBADA POR UNANIMIDAD LA PROPOSICIÓN NO DE LEY QUE GARANTIZARÁ LA ATENCIÓN PSICOLÓGICA DE ENFERMOS DE CÁNCER Y SUS FAMILIARES EN EL SNS

En España, «las necesidades psicológicas de los enfermos oncológicos y sus familiares no están aún adecuadamente contempladas dentro del Sistema Nacional de Salud», a pesar de «la evidencia científica que demuestra los efectos positivos de las intervenciones psicológicas en el afrontamiento y ajuste emocional a la enfermedad, así como a la calidad de vida del enfermo». Éstas fueron algunas de las razones que llevó al grupo de Convergencia i Unió (CiU) de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados a elaborar y presentar una Proposición no de Ley que ahora ha sido aprobada por unanimidad en la Cámara Baja. Una iniciativa que, si bien empezó a fraguar CiU en la anterior legislatura, no pudo ser discutida y aprobada por el resto de los partidos políticos que conforman esta Comisión hasta el pasado martes, 30 de septiembre.

En opinión de Xuclà, es fundamental que en el tratamiento con estos pacientes y sus familiares se cuente con «un abordaje integral», en el que sea central «la implicación de profesionales de diferentes disciplinas, esto es, los propios médicos y psicólogos; así como las asociaciones de lucha contra el cáncer». Dentro de la intervención que se brindan a los pacientes oncológicos y sus allegados, «la dimensión psicológica es de suma importancia», pues «desde los colectivos de afectados se informa que entre un 20% y un 30% de los afectados sufre graves consecuencias psicológicas tras conocer el diagnóstico de cáncer y durante su tratamiento. Por tanto, el proceso de curación de esta enfermedad tiene que estar centrado en el protocolo médico, pero también es fundamental la mejora en la atención psicológica».

Por su parte, Conxita Tarruella, actual portavoz de esta Comisión en el Congreso de los Diputados, en declaraciones a esta publicación hace escasas semanas, ahondaba en esta problemática e insistía en la obligación del Gobierno de garantizar este servicio dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS), ya que «la atención psicológica debe ser un derecho para estas personas». En palabras de la actual portavoz, «lo que pretendemos con esta Proposición no de Ley, al menos inicialmente, es que en el SNS se garanticen unos mínimos de atención psicológica. Si bien es cierto que en algunas Comunidades Autónomas ya se ofrece atención de este tipo, no es una práctica extendida por igual en toda España. Una vez que se garanticen estos mínimos a los que me estoy refiriendo, cada Comunidad Autónoma, dentro de sus competencias, podrá ampliar, complementar y gestionar los servicios como buenamente lo consideren; pero la idea es que se puedan garantizar, como digo, unos mínimos de atención». El siguiente paso, una vez aprobada la propuesta será que, de acuerdo con el Consejo Interterritorial, se fijen las bases concretas a desarrollar por las Comunidades Autónomas en relación al tratamiento integral de las personas enfermas de cáncer y sus allegados.

La Proposición no de Ley que ahora ve la luz se ha llevado a término con la inclusión de una enmienda transaccional por parte de los grupos socialista y popular, en la que se acuerda que previamente se realice una evaluación de la situación de estos pacientes y sus necesidades psicosociales en un plazo de 6 meses para poder formular actuaciones en los 6 meses posteriores. Así, piden promover, a través del Consejo Interterritorial y en colaboración con la Agencia de Calidad del Ministerio de Sanidad y Consumo, la realización de un estudio sobre la situación de la atención psicológica a las personas enfermas de cáncer y sus familiares en el Sistema Nacional de Salud, y que se contemple la constitución de un grupo de trabajo que analice estos resultados y proponga actuaciones en consecuencia.

Esta iniciativa de atención psicológica en el SNS para las personas con cáncer y sus familiares, que ahora toma carta de naturaleza con el acuerdo unánime de todos los grupos políticos de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados, viene a confirmar y reforzar, una vez más, la necesidad del reconocimiento, a la máxima celeridad posible, del carácter sanitario de la Psicología por parte del Gobierno.

En esta dirección, el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos viene manteniendo desde hace algunos años que para que se pueda ofrecer una asistencia pública de calidad y, más concretamente, una atención psicológica adecuada, no sólo a los pacientes de cáncer sino también a los que padecen otras enfermedades físicas y mentales, la solución debe pasar tanto por la reformulación del modelo de atención que actualmente existe en el SNS, como por el reconocimiento por parte de las Autoridades de la Psicología como profesión sanitaria.

Conxita Tarruella, preguntada por esta cuestión en la entrevista concedida a Infocop, manifestaba la postura que actualmente mantiene su partido político y se comprometía a «trabajar en la dirección de la reforma de la LOPS para promover los cambios que sean necesarios y conseguir el carácter sanitario que hoy por hoy no tiene la Psicología como profesión. Nuestra intención es no sólo conseguir la incorporación de los psicólogos en las áreas básicas y garantizar la atención psicológica en el cáncer y otras enfermedades crónicas, sino, en última instancia, conseguir el carácter sanitario que la Psicología se merece como profesión que ofrece unos servicios de valor indiscutible en el ámbito de la Salud».