NOS ENCONTRAMOS EN UNA SITUACIÓN JURÍDICO-ADMINISTRATIVA CONFUSA Y LLENA DE INCERTIDUMBRE – ENTREVISTA A MIGUEL GINÉS, PSICÓLOGO EN EL SNS

6 Jul 2009

Los licenciados en Psicología que accedieron a una plaza de psicólogo en el sistema sanitario público mediante el sistema de oposición libre entre los años 1998 (regulación del título de especialista vía PIR) y 2003 (entrada en vigor de la LOPS), se encuentran en una situación de desamparo, al no poder cumplir con los requisitos temporales necesarios para la obtención de la homologación del título de especialista en Psicología Clínica, sin que tampoco puedan ser considerados profesionales sanitarios, de acuerdo con la LOPS. Por ello, reclaman que se analice su situación para generar una vía de acceso transitoria a dicho título. Miguel Ginés es uno de los psicólogos que se encuentra en esta situación, mientras trabaja como psicólogo en la sanidad pública. Actualmente, es el representante de los psicólogos que se encuentran en dicha situación, por ello, Infocop Online tiene el placer de entrevistarle para sus lectores.

 ENTREVISTA

La creación del título de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica en 1998 y la entrada en vigor de la LOPS en 2003 provocó que una mayoría de psicólogos y psicólogas quedaran en una situación de desamparo legal para el desarrollo de su profesión. Usted representa a aquellos psicólogos que son titulares de una plaza fija en nuestra red pública de salud mental, a pesar de lo cual no se les reconoce como especialistas sanitarios. ¿Qué consecuencias tiene esta situación para el colectivo?

En primer lugar, quiero agradecer la oportunidad que nos brinda Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España (COP) con esta entrevista, donde podemos dar a conocer una problemática que afecta a un colectivo de psicólogos que desempeña su actividad profesional en el sistema público sanitario.

En contestación a la pregunta, tras la reclasificación de los psicólogos de la salud mental pública como Especialistas en Psicología Clínica, las distintas Comunidades Autónomas optaron por reclasificar en facultativos Especialistas en Psicología Clínica a los psicólogos de su servicio de salud mental a medida que éstos iban obteniendo el título de especialista. Así mismo, declararon a extinguir las plazas de Técnico Superior en Psicología a partir del momento en que sus titulares fueron reclasificados al acceder al mencionado título.

Sin embargo, algunas de estas plazas están ocupadas por psicólogos que hemos accedido al servicio público de salud a través de oposición libre precisamente en el periodo temporal comprendido entre diciembre de 1998 y la entrada en vigor de la LOPS (22 de noviembre de 2003), cuando ni existían plazas de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica, ni esta titulación era requerida para acceder a plazas con labores asistenciales en la salud mental pública.

La paradoja surge en el momento en que no podemos adquirir el Título de Especialista, pero seguimos ocupando puestos asistenciales con carácter indefinido, en calidad de titulares de la plaza correspondiente, y realizando las mismas funciones en el ámbito de la salud mental propias de nuestros puestos de trabajo. Estas funciones son exactamente las mismas que las realizadas por nuestros compañeros que reglamentariamente han sido reclasificados en Psicólogos Especialistas en Psicología Clínica, pero sin las mismas condiciones retributivas ni el reconocimiento que implica nuestra actividad e, incluso, en algunas Comunidades Autónomas, sin la posibilidad de acceder a la carrera profesional sanitaria, movilidad, etc.

Compartimos las mismas funciones que nuestros compañeros especialistas, que incluyen, además de la labor asistencial, la participación en sesiones clínicas con los distintos dispositivos de la red de salud mental, el disfrute de los mismos cursos de formación y actualización en Psicología Clínica, etc. Para mayor incongruencia, formamos PIRES y participamos en los prácticum de Psicología Clínica de alumnos de distintas Facultades de Psicología, labores que, por nuestra condición de empleados estatutarios fijos, seguiremos desempeñando indefinidamente. Es decir, seguimos adquiriendo de forma continua más formación y experiencia, pero sin que todo ésto pueda tener un reconocimiento oficial. El sentido común pide una regulación de nuestra situación profesional.

El Real Decreto de 1998, por el que se reguló la creación del título de Psicología Clínica como especialidad sanitaria, estableció la creación de una serie de vías transitorias para la homologación del título, ¿qué ha motivado que no hayan podido acogerse a ninguna de estas vías?

He ahí la clave de la problemática. Nuestra imposibilidad de acogernos a las vías de homologación para el reconocimiento del título articuladas por el RD de 1998 deriva de una mera cuestión temporal: el inicio de nuestra actividad asistencial en la salud mental pública con posterioridad a la fecha que el RD marcó como requisito para la homologación (diciembre de 1998).

Es preciso reiterar que entonces la única titulación requerida para el acceso a los puestos de psicólogo en la salud mental pública era la de licenciado en Psicología, puesto que no existían puestos de psicólogo especialista en el ámbito público. Es a partir de la entrada en vigor de la LOPS cuando se determina que el único psicólogo sanitario es el Especialista en Psicología Clínica y se obliga a la reclasificación de los puestos en la salud mental pública y a que los futuros puestos de trabajo se cubran exclusivamente con especialistas.

¿Cuántas personas se estima que podrían estar en esta situación? ¿Se han organizado de alguna manera?

 

En estos momentos, estoy en contacto con otros psicólogos de las distintas Comunidades Autónomas en esta situación, aproximadamente unos veinte. Contamos con un foro en Internet en el que contactamos e intercambiamos información. Sabemos, no obstante, que el número es mayor, pero la dificultad de contactar al estar diseminados por los distintos sistemas sanitarios comunitarios, no nos permite precisar el número exacto.

Tenemos la esperanza de que la publicación de esta entrevista nos facilite el contacto con el resto de psicólogos del ámbito sanitario público afectados. Facilitándose al final de esta entrevista los datos de contacto.

A su juicio, ¿cuál cree que sería la mejor manera de dar una solución a este problema? ¿Qué trámites o medidas se han iniciado para lograrlo?

Esta situación guarda un evidente paralelismo con la que existía en relación con los médicos de familia, que se solucionó a través de la promulgación del RD 1753/98, de 31 de julio, sobre acceso excepcional al título de médico especialista en Medicina familiar y comunitaria y sobre el ejercicio de la Medicina de Familia en el Sistema Nacional de Salud. En este caso, la solución fue que los licenciados en Medicina con plaza en el sistema público de salud pero sin especialidad accedieran a la misma tras completar un periodo determinado de ejercicio efectivo como médico de familia en plazas de centros integrados en el Sistema Nacional de Salud, siempre que poseyeran determinada formación complementaria. Es decir, que nuestro sistema público de salud ya ha arbitrado soluciones para situaciones análogas a la nuestra.

De este modo, se ha redactado una propuesta que puede consultarse a través de las vías de difusión del COP, donde se desarrollan las vías legales y administrativas para la regularización de nuestro colectivo. Esta propuesta está en manos del COP para su elevación a los Ministerios de Sanidad y de Educación, que son las Administraciones con competencia sobre la materia, sin perjuicio de otras vías de solución para el acceso a la especialidad que pudieran articularse en la negociación.

La situación de desamparo legal también afecta a psicólogos que desarrollan su labor profesional como clínicos en otros sectores del sistema público y del sector privado. ¿En qué medida el reconocimiento de la Psicología como profesión sanitaria pondría solución a esta situación de desamparo legal en la que se encuentran todos estos profesionales?

El reconocimiento de toda la Psicología como profesión sanitaria o bien la próxima creación de un Máster de Psicología Sanitaria con directrices propias homologado por el Ministerio de Educación y Ciencia permitiría el desarrollo de la profesión en el ámbito privado de acuerdo con la LOPS.

Sin embargo, los psicólogos no especialistas del sistema público sanitario estaríamos en la misma situación que en la actualidad, puesto que el ser sanitarios pero no especialistas nos colocaría en la misma situación paradójica y discriminatoria ya descrita.

Para finalizar, ¿le gustaría comentar alguna otra cuestión?

Hay que señalar que las distintas Comunidades Autónomas en sus respectivas órdenes de reclasificación mantienen en sus puestos a los psicólogos sin título de Especialista en Psicología Clínica con la nota aclaratoria de «hasta que los titulares de esta plaza obtengan el título de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica», pero como la normativa no permite el acceso a la especialidad por no cumplir con el requisito temporal necesario para la homologación, la situación se queda en un limbo jurídico. La motivación de esta reseña claramente responde a la intención, de mantener en sus puestos a los psicólogos sin título de especialista, puesto que se trata de recursos humanos valiosos, la mayor parte con más de ocho años de experiencia y formación continuada dentro de sus respectivos sistemas sanitarios, hasta que la norma permita su regularización.

Finalmente, decir que sin duda la creación de la Especialidad en Psicología Clínica en nuestro país es un logro indiscutible para la Psicología, dotando de la calidad y reconocimiento profesional que debe se ostentar la vertiente clínica asistencial de nuestra profesión.

Sin embargo, el desarrollo normativo utilizado para ponerla en marcha, no ha sido tan afortunado. Deja a un gran número de psicólogos, que desempeñaban su profesión acorde a la legislación vigente previa a las normas actuales, en un una situación jurídico-administrativa confusa y llena de incertidumbre.

En el caso de nuestro colectivo, nos sitúa en una condición de desempeño de la Psicología Clínica claramente paradójica, disfuncional y discriminatoria. Condiciones inaceptables y antagónicas a los objetivos de calidad y reconocimiento profesional que pretende la propia creación de la especialidad para el ejercicio de la Psicología Clínica.

Datos de contacto:

Para más información, contactar con Miguel Ginés, por vía telefónica (609 41 56 39) o a través de correo electrónico (psimilgin@hotmail.com).

Para ver los documentos completos:

Situación profesional de los psicólogos no especialistas en el SNS

Propuesta de solución para los psicólogos no especialistas en el SNS

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