MAPA DE LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA

Recientemente, el periódico El Mundo ha publicado una noticia en la que se informa de la entrega de un documento al Gobierno de Cataluña, dada la posible modificación futura de servicios de psicoterapia del Sistema Catalán de Salud, en el que la Sociedad Española de Psicoanálisis solicita la inclusión de ciertas modalidades de terapia psicoanalítica en la cartera de servicios de salud mental en esta Comunidad Autónoma. Según refiere a este periódico María Teresa Miró, profesora en la Universidad de Barcelona, psiquiatra y miembro de dicha Sociedad, lo que se reclama es la inclusión de ciertas modalidades de intervención psicoanalítica menos ortodoxas en el sistema público de salud; de forma que, bien el propio paciente o bien su médico de atención primaria, puedan escoger este tipo de tratamiento si así lo desean o consideran más adecuado.

Sin embargo, la realidad tanto en el mundo académico-científico como en el campo profesional es muy diferente, puesto que parece que el Psicoanálisis es un tipo de terapia en extinción a nivel mundial, exceptuando dos casos concretos –Francia y Argentina-.

Por un lado, tal y como comenta en este medio Jesús Sanz –Vicedecano de Estudios de la Facultad de Psicología de la UCM- «la terapia psicoanalítica y, su variante más heterodoxa psicodinámica, ha desaparecido de los planes de estudios universitarios, al no existir asignatura alguna que sea específica sobre la misma, y se ha relegado a una pequeña revisión de la misma, con un corte fundamentalmente histórico». Sanz continúa explicando que «la razón para ello no es otra que la ausencia de datos empíricos que avalen la eficacia de este tipo de intervenciones». Efectivamente, desde la Universidad, como representante de lo científico, se ha optado por enseñar a los futuros profesionales de la Psicología aquellos tratamientos que han demostrado su eficacia, al igual que se realiza en otro tipo de disciplinas de conocimiento. En este sentido, sin duda es la terapia cognitivo-conductual la que presenta un mayor aval científico, configurándose, por tanto, como el tratamiento de primera elección para la mayoría de los problemas psicológicos. Finalmente, el Vicedecano de Estudios de la UCM indica que, «frente a esta tendencia, la realidad es que el Psicoanálisis se resiste a someter a prueba sus niveles de eficacia, salvo raras excepciones como algunos trabajos realizados en EEUU».　

Por otro lado, los datos también parecen indicar que el tratamiento cognitivo-conductual es el tipo de intervención que la mayoría de los psicólogos aplican en su práctica profesional. En esta línea, según una encuesta publicada en el año 2002 en revista Papeles del Psicólogo del COP, de un total de 51.133 psicólogos colegiados, el 49% declaró que se adscribía al modelo de intervención fundamentado en técnicas cognitivo-conductuales; un cifra que supera con creces a los profesionales de corte psicoanalítico (9%) o psicodinámico (4%). Es más, si se analiza el Directorio de Centros, Consultas y Servicios de Psicología del COP Madrid, un registro de 1.752 centros de Psicología, de nuevo la inmensa mayoría (59%) se define como centro de orientación cognitivo-conductual, frente a un 28% de los servicios que se definen como psicodinámicos.

Los tratamientos psicológicos basados en las técnicas cognitivo-conductuales son las intervenciones de primera elección, puesto que la evidencia empírica indica que son los que obtienen mejores índices de eficacia clínica a corto y medio-largo plazo, así como los que presentan una mejor relación coste-beneficio y, además, los que se aplican mayoritariamente por los psicólogos para la intervención en los distintos problemas psicológicos. Esta tesis es la que ha inspirado al sistema sanitario del Reino Unido que pretende incluir la atención psicológica avalada científicamente en los servicios de atención primaria, puesto que no sólo son los que ofrecen mayores beneficios para el paciente, sino también los que suponen menores costes para el sistema sanitario. Probablemente, éste sería un buen ejemplo a seguir en nuestro país.

Fuente: elmundo.es