COMUNICADO DEL COP ANDALUCÍA OCCIDENTAL POR EL DÍA INTERNACIONAL DE LA NO VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES

26 Nov 2009

Con motivo de la conmemoración ayer, 25 de noviembre, del Día Internacional Contra la Violencia de Género, el Área Transversal de Género del COP de Andalucía Occidental emitió un comunicado que se reproduce a continuación.

Área Transversal de Género – COP Andalucía Occidental

El Área Transversal de Género del COP Andalucía Occidental, en el Día Internacional de la No Violencia hacia las Mujeres, quiere dejar constancia, como profesionales de la Psicología, de la situación que atraviesan las mujeres víctimas de maltrato psicológico, y considera fundamental un posicionamiento que ayude a hacer más visibles a estas «parias» dentro de la violencia de género.

Entendemos por malos tratos psicológicos: cualquier conducta física o verbal, activa o pasiva, usada por una persona en una relación íntima contra otra, que trata de producir en las víctimas intimidación, desvalorización, sentimientos de culpa o sufrimiento, para ganar poder o para mantener el abuso de poder, control y autoridad sobre esa persona.

Es realmente grave que sólo nos llame la atención la cifra de muertas por semestre o año que recogen los medios de comunicación. La realidad es que no son pocas las veces en las que las víctimas de malos tratos psicológicos pueden llegar a desear los golpes o la propia muerte, antes que seguir padeciendo los abusos racionales y elaborados de sus maltratadores. Precisamente, porque las consecuencias del maltrato físico son más perceptibles, podemos estimar que las víctimas de maltrato psicológico son muchas más, y poseen mucha menos ayuda y comprensión. Esta segunda victimización multiplica la indefensión y desesperanza, siendo un arma de destrucción continua para la mujer.

Denunciamos, por tanto, la escasa implicación de los profesionales de cualquier ámbito relacionado con mujeres víctimas de maltrato psicológico, de las entidades y organismos tanto públicos como privados, de los medios de comunicación y de la ciudadanía en general para detectar y solucionar este problema. Así pues, abogamos por la necesidad de aunar y redoblar los esfuerzos como sociedad, como profesionales y como individuos.

El maltrato psicológico también se ve, pero no con huesos rotos ni ojos morados, sino a través de los síntomas que presentan las mujeres que han padecido vejaciones, insultos, amenazas, chantajes, control económico y de sus comunicaciones, aislamiento social, que han perdido su libertad como ser humano y su identidad personal por decisión de otro.

Como respuesta a esta violencia soterrada, los trastornos psicológicos más frecuentes son: trastorno por estrés postraumático (TEPT), depresión, ansiedad generalizada, agorafobia, etc., con síntomas como hipervigilancia, pesadillas o sueños recurrentes de episodios violentos, flashbacks, falta de concentración o ideación suicida, entre otros, y a nivel físico se destacan somatizaciones en aparato digestivo, dolores de cabeza, cansancio extremo.

Tenemos que aprender a «ver» más allá de la piel, a leer entre líneas tan evidentes que nos parecen naturales al tomar conciencia. Seguro que conocemos más de un caso y no lo detectamos por ser, desgraciadamente, tan común.

Para ello, es necesario que tomemos una actitud proactiva, y que no nos convirtamos todos en simples testigos y cómplices de la reducción misma de la persona y el sufrimiento que le acompaña, y alejar las creencias acerca de que determinadas conductas son simples elementos de una relación algo conflictiva o apasionada.

Existen numerosos mitos y falsas creencias, como éste, que ofrecen un soporte perfecto para la perpetuación e intensificación del maltrato, tales como: la mujer es la que provoca a su pareja, y por lo tanto responsable de las vejaciones; siendo amable dejará de comportarse así conmigo; son simples celos, irá a menos con el tiempo.

Las mujeres que pueden ser población diana del maltrato psicológico son, simplemente, todas. No hay clase social, nivel cultural ni profesional, raza o religión que se libre.

También todos podemos hacer algo, así pues, queremos subrayar las siguientes peticiones:

1. Que se haga visible cualquier tipo de agresión hacia la mujer, en especial a aquellas que son víctimas de maltrato psicológico.

2. Que los profesionales de cualquier ámbito y, en especial a los profesionales de la Psicología se formen, se impliquen y denuncien si tienen sospecha o certeza de que esto ocurre.

3. Que las entidades públicas y privadas tomen conciencia de su responsabilidad en la erradicación de esta violencia invisible, apoyando proyectos e investigaciones que actúen en las fases de atención primaria, secundaria y terciaria.

4. Que los medios de comunicación informen con rigor, creando opinión y ofreciendo claves que ayuden a la ciudadanía a detectar los síntomas del maltrato para evitar que sólo tengamos información por la morbosidad de un homicidio.

5. Que la Administración Pública no olvide su papel fundamental de servicio a la sociedad, de la cual forman parte las mujeres maltratadas psicológicamente, y de hacer que los órganos de poder competentes cambien las leyes y velen por su correcta aplicación para dar una respuesta integral a este grave problema.

6. Que todas las personas que conformamos esta sociedad nos sintamos parte del mismo, con el deber y el derecho de colaborar para extirpar este terrorismo de puertas adentro que es la violencia de género, y en particular del que no deja huella visible.

Finalmente hacer un sencillo llamamiento, que es nuestro lema:

«No sólo los golpes dejan huella. NO AL MALTRATO PSICOLÓGICO»

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