INFORME EPIDEMIOLÓGICO 2009 SOBRE EL SIDA EN EL MUNDO DE LA OMS Y ONUSIDA

2 Dic 2009

Recientemente, la OMS y ONUSIDA han hecho pública la actualización del Informe Epidemiológico 2009 sobre el SIDA en el Mundo. Periódicamente, ambos organismos publican actualizaciones de los datos epidemiológicos sobre esta pandemia con el objetivo de conocer la situación real de la infección por VIH/SIDA, y, por tanto, analizar qué avances se han producido, así como los retos y problemas a solventar en las estrategias generales de salud de cada una de las zonas geográficas del planeta.

Sin duda, el SIDA continua siendo un problema de salud de primer orden, puesto que el número de personas infectadas por el VIH sigue aumentando en el mundo, estimándose que en la actualidad algo más de 33 millones de personas lo padecen. No obstante, este dato, según la OMS y ONUSIDA, tiene dos lecturas. Efectivamente, la relevancia de esta pandemia se fundamenta, además de en su prevalencia, en las graves consecuencias que tiene para la persona en todas sus áreas y en el hecho de ser un problema de salud que puede prevenirse. Sin embargo, parece que se está logrando un estancamiento en el número de infecciones nuevas que se producen cada año –se estima que, en el año 2008, aproximadamente 2,7 millones de personas contrajeron esta enfermedad, frente a los 2,5 millones que se infectaron en 2007-, así como, el número de muertes anuales por SIDA se mantiene desde hace unos cuantos años (aproximadamente, unos 2 millones). Consecuentemente, concluyen ambos organismos que, poco a poco, el VIH comienza a ser una enfermedad crónica, dada la eficacia de la terapia antirretroviral, a la cual cada vez más personas tienen acceso, ya que la proporción de personas que reciben este tratamiento se ha incrementado del 7% al 42% entre los años 2003 y 2008.

Igualmente, otro dato importante es que en este informe se revela que, desde 2001, se ha constatado una reducción del 17% de la incidencia anual de nuevos casos de infección de VIH a nivel mundial. Es más, esta reducción se produce de manera generalizada en la mayoría de las áreas geográficas, destacando África subsahariana, Asia oriental y el sureste asiático con reducciones del 15%, 25% y del 10%, respectivamente. Por el contrario, se constata un estancamiento tanto en Asia central como en Europa oriental.

Finalmente, fundamentándose en los datos encontrados, la OMS y ONUSIDA establecen las siguientes conclusiones como principios de las estrategias de actuación a seguir:

  1. El SIDA continua siendo un problema de salud de primer orden a nivel mundial, a pesar de la reducción de la incidencia de nuevas infecciones de VIH, del número de muertes anuales por el SIDA, debido a la eficacia de los programas de prevención y del tratamiento antirretroviral, es necesario continuar trabajando para erradicar este problema de salud, así como para combatir a las enfermedades comórbidas al SIDA que incrementan el riesgo de mortalidad prematura en estas personas. Es más, existe una elevada variabilidad geográfica, evidenciándose la necesidad de hacer frente a la diversidad en función de los países y de las regiones.

  2. Es importante tener en cuenta que los patrones de infección por el VIH van cambiando y que dichos cambios no son similares a lo largo de las diferentes regiones. Por ejemplo, mientras que hace años por el uso compartido de jeringuillas era la principal fuente de transmisión en Europa del este y en Asia central, en la actualidad la vía de transmisión por excelencia es a través de las relaciones sexuales de riesgo en parejas heterosexuales.

  3. Los programas de prevención del VIH se están mostrando eficaces, puesto que el número de nuevos casos de personas infectadas por el VIH se ha reducido significativamente (17%) a nivel mundial, así como en poblaciones concretas de riesgo como en la transmisión de la enfermedad de madres a hijos.

  4. Se ha mejorado el acceso al tratamiento farmacológico antirretroviral, lo cual está contribuyendo a reducir las tasas de mortalidad por el SIDA.

En consecuencia, parece que los esfuerzos para controlar esta pandemia han de ir dirigidos hacia dos puntos prioritarios. Por un lado, tal y como recomienda ONUSIDA, es necesario que cada país continúe desarrollando estrategias de prevención de la infección por VIH/SIDA. Estas estrategias han de ser de carácter generalizado, es decir, para toda la población, puesto que nadie está exento de infectarse por el VIH; si bien, dicho protocolo ha de tener en cuenta las peculiaridades de su país, así como puede adaptarse para el diseño de programas de prevención específicos para las diferentes poblaciones diana. Por otro lado, es fundamental que se continúe aportando recursos para fomentar el acceso universal al tratamiento antirretroviral, independientemente del país de origen del paciente, así como es necesario seguir luchando por el mantenimiento de los derechos sociales y la calidad de vida de las personas con VIH, tal y como se recoge en el lema de la celebración del Día Mundial de la Lucha Contra el SIDA 2009: Acceso Universal y Derechos Humanos.

Informe Epidemiológico sobre el SIDA en el Mundo 2009 – OMS y ONUSIDA

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