Dos proyectos de intervención psicoeducativa demuestran un cambio de la convivencia en las aulas-presentación de logros en el COP Santa Cruz de Tenerife

16 Jun 2017

COP Santa Cruz de Tenerife

“El nivel de expulsiones y de peleas bajó muchísimo, la convivencia cambió en el aula, y prosiguieron sus estudios todos los alumnos menos uno”, destacó recientemente en el Ateneo Clínico que organiza el Colegio de Psicología de Santa Cruz de Tenerife, la psicóloga Evelyn Romero, sobre los logros de un proyecto de intervención psicoeducativa desarrollado en un centro del área metropolitana por la asociación Prisma Psicología.

Según se desprende de su exposición, es posible reducir el nivel de conflictividad, el acoso y el absentismo, entre otros problemas que ocurren en la etapa de Secundaria, con una intervención psicoeducativa adecuada, como la que lleva a cabo la asociación Prisma, aunque la especialista lamentó que “se nos llama cuando la situación explota en el centro o solo los centros que tienen un aula en explosión”.

Y no ocultó las dificultades de tipo burocrático y la rigidez del sistema para que un profesor ceda una hora, cada quince días, para un trabajo que consideró que debería ser preventivo.

Evelyn Romero durante la presentación del proyecto

Sobre esto último, consideró que “no hemos encontrado la manera de prevenir los problemas en las aulas, a pesar de que este refuerzo mejora la convivencia”, y reiteró que no se está tratando el acoso y el ciberacoso de manera preventiva, “porque lo que nos dicen los chicos es que solo reciben una charla o les ponen una película”. “Creo que no se quiere conocer de verdad lo que está pasando”, sentenció en otro momento y apuntó a la falta de medios y a que “los institutos se ven muy cortos de apoyo psicológico”.

Evelyn Romero se refirió a sus experiencias en centros del área metropolitana de Santa Cruz-La Laguna, sobre todo en grupos conflictivos, y subrayó la transformación que logra la intervención psicoeducativa, a través de los proyectos que desarrollan con el alumnado y que involucran también al profesorado.

En concreto, explicó un proyecto de convivencia relacional en un centro incluido en el programa Promeco del Gobierno de Canarias para la mejora de la convivencia, y que describió como “un modelo inclusivo, convivencial y competencial cuyo objetivo es mejorar el clima de convivencia, la coexistencia pacífica y armoniosa en el mismo espacio”.

Explicó que llegaron al centro ante la imposibilidad del tutor de manejar la situación en el aula. “Las expulsiones eran recurrentes, sin ningún modelo de intervención”, de forma que el castigo no sólo había perdido su sentido, sino que además empeoraba la convivencia.

La psicóloga subrayó el modelo triangular de la intervención. De ese modo, a los alumnos se les hizo participar en el propio proyecto, y se les consultó los temas que querían abordar. También había que incorporar el parecer de los profesores, mientras que la intervención del equipo de especialistas fue de entre 3 y 4 psicólogos, en sesiones quincenales.

Precisó que la primera intervención se centró en las relaciones entre los propios alumnos, de forma que la convivencia mejoró muchísimo, y explicó que se trabajaron temas de familia, pareja, profesores (“porque se sentían etiquetados y siempre culpables”). Asimismo, la convivencia relacional en el aula y con las familias, la cohesión grupal y la personalidad, entre otros.

El trabajo de Prisma Psicología fue evaluado por los alumnos, que no dieron notas por debajo de 7 en ningún aspecto por el que fueron preguntados, mientras que por parte del profesorado obtuvieron respuestas muy positivas y sorprendentes, como “me ayudó a escucharlos” o “a verlos de otra manera”.

El éxito de la intervención lo demuestra que el nivel de expulsiones bajó, de forma que en el tercer trimestre no hubo ningún expulsado; la convivencia cambió “y pasaron a protegerse entre ellos”. Y las peleas, “que no significa que no haya roces o discusiones”, desaparecieron ya para el segundo trimestre. Además, se esperaba que al menos la mitad de los alumnos no siguiera los estudios, y los continuaron todos menos uno.

Evelyn Romero explicó a continuación otra intervención a través de un proyecto de descubrimiento relacional en un aula de 3º de ESO en la que, incluso, se dio una ideación suicida que parecía contagiarse entre los alumnos. Destacó que sorprendió al alumnado que en ningún momento se abordó la idea suicida, sino que se trataron otros temas que requería la situación en el aula y precisó que en un primer momento se centraron en el descubrimiento de las potencialidades y fortalezas. A continuación se les hizo reflexionar sobre la identidad y personalidad, y se abordó “el diseño sobre quién queremos ser y el estilo de vida que queremos llevar”.

La psicóloga resaltó cómo pasaron a esforzarse, cómo surgieron ideas por parte de los alumnos y hasta se inventaron una especie de actividad de risoterapia. Lo que resumió en que esto demuestra que “se mueve una pieza y se mueve todo el sistema”.

De este modo, prosiguió, se demuestra la capacidad de generar nuevas visiones cargadas de posibilidades y cómo los chicos y chicas se abren a la transformación. Asimismo, dijo que los sentimientos de protagonismo y autoría permiten potenciar la toma de control y decisiones en sus vidas.

Se refirió finalmente, y en general, al hecho de romper con relaciones que se vician y de crear un espacio en que los jóvenes puedan relacionarse de otra manera. Y a que “si los chicos están motivados porque en el grupo están bien, el absentismo disminuye”, concluyó.

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