Cómo promover el uso saludable de la tecnología en los niños, según la APA

8 Ene 2019

Hoy en día, los niños están creciendo en un mundo de alta tecnología. Según una encuesta estadounidense realizada en 2015, el 53% de los niños de 8 a 12 años tienen su propia tablet, y el 24% su propio teléfono inteligente. Entre los adolescentes, el 67% tiene un teléfono de estas características.

Con esta introducción, la Asociación Americana de Psicología (APA-American Psychological Association) presenta un artículo en su página Web, a través del cual aborda el uso de las nuevas tecnologías en la infancia y adolescencia, y establece una serie de recomendaciones orientadas a los padres para fomentar un uso seguro y saludable de las mismas.

Esta es una de las mayores preocupaciones manifestadas por los padres, según datos de su encuesta anual Stress in America™ (referentes a 2017), que ponen de relieve cómo el 94% afirma que, a lo largo de todo el curso escolar, llevan a cabo acciones para regular el uso que hacen sus hijos de las tecnologías.

Esta tarea supone una “batalla constante” para el 48% de los padres. Asimismo, la posible influencia de las redes sociales sobre la salud física y mental de los niños es una inquietud expresada por el 58% de los progenitores encuestados.

A este respecto, mientras que algunos expertos sugieren limitar el tiempo de exposición de los menores a los medios digitales, otros subrayan la importancia de atender al contenido de estos medios y el contexto en que se usan.

Dado lo anterior, la APA recoge algunas recomendaciones para ayudar a niños y adolescentes a desarrollar hábitos seguros y saludables para el uso de las tecnologías:

  • No reaccionar de forma exagerada. Nos guste o no, la tecnología es una parte importante de nuestro mundo actual. Establecer límites excesivamente restrictivos o transmitir el mensaje de que la tecnología es algo que temer, no ayudará a sus hijos/as. En lugar de ello, es esencial enseñarles hábitos saludables que perduren para toda la vida.

  • Enseñar a los niños sobre las tecnologías desde una edad temprana. Es fundamental explicarles que las tabletas, los ordenadores y otros dispositivos no son juguetes, y deben manejarse con cuidado, analizando con ellos tanto sus muchos beneficios como sus riesgos. Sin asustarlos, es trascendental hablar de la importancia de respetar la privacidad y proteger la información personal de manera apropiada a la edad. Estas conversaciones deben ser continuas y cada vez más detalladas a medida que los niños van creciendo.

  • Usar el sentido común. Si bien limitar el tiempo de pantalla puede ser una buena recomendación, los expertos recuerdan que no se debe asumir que el uso de las tecnologías es inherentemente perjudicial. Es necesario considerar el contexto a la hora de establecer las reglas familiares. Por ejemplo, hablar por videoconferencia con los abuelos y jugar un videojuego son actividades totalmente distintas. La APA apela a la flexibilidad en el límite de exposición en algunos casos: cuando se está entreteniendo a un niño en edad preescolar con un juego sencillo adaptado a su edad, no sucede nada grave por permitirle jugar un poco más de tiempo. También en los casos en los que los niños/as tienen que realizar una investigación por Internet como tarea escolar, recomienda no limitar el tiempo de exposición.

  • Limitar los dispositivos a la hora de dormir. Algunos estudios demuestran que el uso nocturno de medios digitales puede interferir con la calidad del sueño. Por ello, es fundamental considerar la restricción del uso de teléfonos, tabletas y computadoras, al menos 30 minutos antes de ir a dormir.

  • Prestar atención. Cuando los niños son más pequeños, es fácil controlar sus accesos online. La dificultad de ello se incrementa a medida que lo hace su edad. Por ello, es importante conocer los medios de comunicación que utiliza su hijo/a y los sitios Web que visita con más frecuencia (consultando el historial del navegador), explorar el software para filtrar o restringir el acceso a determinados contenidos, y hablar abierta y honestamente sobre qué sitios y tipo de contenidos están fuera de los límites.

  • Enseñar un buen comportamiento online. La gente suele decir cosas online que nunca diría en persona. Apelando al estudio realizado en 2014 por la empresa de seguridad de Internet McAfee, en el que se advierte de que el 87% de los adolescentes ha sido testigo de ciberacoso, la Asociación aconseja a los padres hablar con sus hijos/as sobre la importancia de ser respetuosos en sus interacciones digitales, animándolos a acudir a ellos si observan algún caso de acoso cibernético o ante cualquier situación preocupante relacionada con Internet.

  • Toma de decisiones digitales. En ocasiones, puede ser difícil discernir si algunos sitios Web son fuentes confiables de información o no. Ante esto, es esencial mantener conversaciones con los hijos/as sobre: el modo de evaluar la autenticidad de estas páginas, la razón por la cual no deben descargar programas desconocidos, ni acceder a enlaces sospechosos o compartir información personal en aplicaciones o sitios Web desconocidos. Es fundamental también que aprendan a no responder a mensajes no solicitados de extraños, y a avisar a los padres si esto sucede.

  • Fomentar las amistades en la vida real. Algunos niños a los que les resulta difícil establecer relaciones sociales con sus compañeros, suelen pasar más tiempo jugando con dispositivos que con amigos en la vida real. Sin embargo, las amistades digitales no son un reemplazo para lo real. Ayude a su hijo/a a desarrollar habilidades sociales y fomentar las relaciones sociales en su vida diaria.

  • Aprender más. La tecnología cambia rápidamente y puede ser difícil mantenerse al tanto de todas las aplicaciones y sitios que utilizan los menores. Para estar actualizado sobre el cambiante panorama tecnológico, la APA recomienda visitar algunas páginas Web, como el Family Online Safety Institute o el Common Sense Media.

Fuente: American Psychological Association

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