Un nuevo estudio pone de relieve el papel de la ansiedad como factor de riesgo del absentismo escolar

24 May 2019

La ansiedad en niños y adolescentes se asocia con el rechazo escolar, el absentismo y las faltas injustificadas.

Esta una de las principales conclusiones de un estudio publicado en la revista online Child and Adolescent Mental Health (Salud Mental de Niños y Adolescentes), bajo el título The association between anxiety and poor attendance at school-a systematic review (la asociación entre la ansiedad y la escasa asistencia escolar-una revisión sistemática).

Bajo la premisa de que “la ansiedad podría estar asociada con la baja asistencia escolar, lo que puede llevar a una serie de resultados académicos, sociales y económicos adversos”, investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido) han llevado a cabo esta revisión sistemática sobre la evidencia existente en torno a dicha asociación, un aspecto cuya comprensión consideran fundamental para una detección temprana e inmediata de la ansiedad y la implementación de intervenciones apropiadas.

Tal y como manifiestan los autores del estudio, el contexto educativo juega un papel clave en el desarrollo académico, emocional y social de los niños. En este contexto, el absentismo escolar frecuente suele ser un factor de riesgo para los malos resultados académicos o el aislamiento social, entre otros.

A este respecto, recuerdan que hay una amplia variedad de motivos por los cuales un niño puede faltar a la escuela, siendo la ansiedad (de acuerdo con diversos estudios), un factor de riesgo importante. En este sentido, señalan la existencia de múltiples aspectos relacionados con el ámbito educativo con el potencial de elicitar síntomas de ansiedad –tales como la separación de los cuidadores primarios, la interacción social con el personal educativo y los compañeros, o el estrés académico-, y que pueden llevar a niños y adolescentes a evitar la escuela, convirtiéndose en un refuerzo negativo. Por ende, síntomas somáticos como dolores de cabeza, dolores de estómago y fatiga, que son comunes entre los niños con ansiedad, pueden contribuir en las ausencias escolares.

Dado el énfasis frecuente en la literatura de investigación relativa al posible papel que juega la ansiedad en la escasa asistencia escolar, los investigadores de este estudio realizaron una revisión sistemática de 4.930 artículos, recogiendo una visión general de la evidencia de dicha asociación. A continuación, presentamos las principales conclusiones del estudio:

  • El mayor cuerpo de evidencia se observa en relación con el absentismo y las ausencias injustificadas, que se asocian con la ansiedad en general, así como con la ansiedad generalizada y la ansiedad social, en particular. Asimismo, se observan asociaciones transversales entre el rechazo escolar y el trastorno de ansiedad por separación, la ansiedad social, el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias simples.

  • Los datos revelan también una relación directamente proporcional entre los síntomas generales de ansiedad y el número de faltas o ausencias injustificadas. A juicio de los autores, es posible que las ausencias injustificadas se asocien con ansiedad solo cuando superan un cierto umbral, “tal vez, porque evitar la escuela puede reducir la ansiedad en estos casos subclínicos”.

  • Cuando los niños y niñas presentan síntomas somáticos, estos síntomas suelen interpretarse como signos de enfermedad física en lugar de secundarios a un problema emocional (ansiedad), lo que incrementa la probabilidad de que se justifique cualquier ausencia relacionada con los mismos.

  • Existen pocas investigaciones y escasa evidencia con respecto al papel que juega la ansiedad en las ausencias justificadas/médicas, a pesar de que estas últimas constituyen el tipo de ausencia más comunes. Esto debe ser una prioridad clave en futuras investigaciones.

  • Teniendo en cuenta que algunos estudios difieren a la hora de conceptualizar “el absentismo” y “las ausencias injustificadas” -considerándolos, en algunos casos, constructos diferentes y, en otros, utilizándolos indistintamente-, los investigadores inciden en la relevancia de lograr un consenso sobre la terminología apropiada, la creación de una definición clara y el establecimiento de métodos acordados para medir e informar de estos constructos.

En esta misma línea, ponen como ejemplo la terminología utilizada por el Departamento de Educación de Reino Unido, que utiliza el término “ausencia persistente” para describir a aquellos estudiantes que faltan al 10% (o más) de las clases, ya sean ausencias justificadas o injustificadas.

En opinión de los autores del estudio, puesto que no está claro si este 10% es el punto de corte más significativo en términos del potencial para las consecuencias educativas, sociales o emocionales adversas, sería importante que en estudios futuros se analicen diferentes umbrales y su relación con la escasa asistencia escolar.

Fuente: Finning , K., Ukoumunne, O.C., Ford, T., Danielson‐Waters, E., Shaw, L., Romero De Jager, I., Stentiford, L., y Moore, D.A. (2019). The association between anxiety and poor attendance at School-a systematic review. Child and Adolescent Mental Health (Open Access). https://doi.org/10.1111/camh.12322

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