UNA DE CADA TRES PAREJAS PUEDE TENER PROBLEMAS DE SUBFERTILIDAD EN ESPAÑA – ENTREVISTA A DIANA GUERRA

27 Jun 2006

Diana Guerra es Dra. en Psicología y trabaja en IVI Barcelona. Preside, así mismo, la Asociación de Ayuda a la fertilidad «Genera» y es autora del libro Afrontar la Infertilidad: Una guía para pacientes, publicado en la editorial Planeta.

ENTREVISTA

¿Cuál es, aproximadamente, la cifra de parejas que, en la actualidad, se enfrentan en España a problemas de infertilidad? 

 

Una de cada tres parejas, en edad reproductiva, pueden tener problemas de subfertilidad en nuestro país. España es uno de los países con más alto índice de dificultades de subfertilidad en Europa, y con más bajo número de hijos por pareja.

Se habla de que un porcentaje alto de los pacientes que buscan solución a la imposibilidad de concebir hijos de forma natural en clínicas de reproducción asistida, presenta riesgo de desarrollar trastornos psicológicos a consecuencia del trauma emocional que genera el diagnóstico de infertilidad. ¿Qué repercusiones psicológicas son, según su experiencia, las más frecuentes en parejas con este problema, y qué necesidades de atención presentan en este nivel?

De los estudios revisados sobre psicopatología en personas que acuden a centros de Reproducción Asistida, encontramos cifras de entre un 25 % a un 65% de personas que presentan algún síntoma emocional, candidato a ser tratado por un especialista de salud mental. Estos síntomas suelen estar relacionados con ansiedad o trastornos psicosomáticos que tienen que interferir con el rendimiento habitual de estas personas, como son, los trastornos del sueño, del apetito o la dificultad para rendir a nivel cognitivo o emocional.

Una de las mayores dificultades con las que se encuentran las parejas que inician una vía de solución tras un diagnóstico reciente de esterilidad, es la falta de información sobre las ofertas existentes, así como de criterios homogéneos que, de alguna manera, garanticen la viabilidad y la fiabilidad del tratamiento que se les ofrece.

En realidad, existe todavía una cierta desinformación en la población general sobre lo que significa la esterilidad. En una encuesta realizada en Europa sobre la percepción pública de la esterilidad y su tratamiento, tan sólo un 38% de la población estudiada consideraba la esterilidad una enfermedad (1).

En muchas ocasiones, a una persona estéril, le resultará difícil explicar en su entorno que tiene dificultades para reproducirse, dado que existen muchos mitos y tabúes relativos a la esterilidad. Los afectados por la esterilidad manifiestan que cuando el factor de esterilidad es masculino, parecen haber connotaciones asociadas a la poca virilidad del varón que la sufre. En muchas ocasiones, las parejas estériles expresan su pesar ante el desconocimiento que la sociedad tiene de este problema, siendo ellos los primeros que no desean manifestarse públicamente sobre algo tan íntimo y que consideran podría tener consecuencias sociales o psicológicas sobre la posible futura descendencia.

Muchas de estas parejas emplean varios años en obtener un diagnóstico claro de esterilidad, ya sea por su propio desconocimiento o por una despreocupación ante fallos repetidos del intento de embarazo, o por la lentitud y falta de visión pronostica de los profesionales a los que se hayan dirigido.

En una investigación llevada a cabo por nuestro equipo, se observó que de la población de parejas estériles enviadas y no derivadas (pero entrevistadas) a un Servicio de Medicina Psicosomática por un Servicio de Medicina de la Reproducción, el 61% de mujeres y el 21% de hombres presentaban un trastorno psiquiátrico según criterios de la Sociedad Americana de Psiquiatría. La mayoría de los trastornos manifestados (59,6 %) eran de tipo adaptativo con sintomatología diversa, siendo el problema de adaptación referido por muchos de ellos la aceptación de la esterilidad.

 

¿Cuál debe ser el papel del psicólogo en estos casos, y por qué considera que es importante su participación en el proceso de reproducción asistida?

Pese a la importancia de las variables emocionales en la esterilidad, existen pocos estudios dirigidos a conocer el beneficio de los tratamientos psicológicos en las parejas estériles. Tan sólo 29 estudios, en 34 años, han evaluado la eficacia de la intervención psicológica en esterilidad. En casi todos estos estudios se demuestra la eficacia de la intervención psicológica en al menos una de las variables emocionales y en el aumento del bienestar psicológico.

Mediante programas de Medicina Conductual se ha logrado reducir los niveles de estrés experimentados por estas parejas. Estos estudios ponen en evidencia que tras un tratamiento conductual para el aprendizaje de la respuesta de relajación en parejas con esterilidad se consigue una reducción de la ansiedad, depresión, agresividad y fatiga, mientras que incrementa su sensación de bienestar. Algún grupo reportó un elevado número de éxitos definidos a través de los embarazos tras la aplicación de estos programas.

En otro estudio realizado por nuestro equipo se observa que la disminución de la ansiedad y el aumento del grado de satisfacción con el tratamiento de los pacientes que asistieron al Programa de Medicina Conductual era mayor que el de los pacientes en tratamiento en el mismo Servicio de Medicina de la Reproducción que no asistieron a los grupos terapéuticos. Las parejas que refirieron un mayor grado de satisfacción repitieron más ciclos que aquellos que habían puntuado más bajo en el grado de satisfacción con el tratamiento.

Los resultados de este estudio y otros similares subrayan la importancia de considerar los factores psicológicos en la selección de pacientes para tratamientos de esterilidad y de la aplicación de intervenciones psicológicas, antes de los tratamientos médicos, lo que pudiera ser de utilidad para reducir el malestar y el deterioro psicológico de los pacientes.

El objetivo básico de cualquier apoyo psicológico (sea éste centrado en el paciente o de tipo profesional) es el de asegurar que los pacientes comprendan las implicaciones de sus opciones de tratamiento, reciban el suficiente apoyo emocional y puedan enfrentarse de manera saludable a las consecuencias de la experiencia de infertilidad. Se cree que un enfoque más holístico de la atención al paciente puede mejorar los resultados de salud, incrementar la satisfacción del paciente y la del equipo, reducir las reacciones psicosociales negativas y ayudar a los pacientes a aceptar sus experiencias.

La Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) aconseja a las clínicas que integren psicólogos en su plantilla. ¿Qué tipo de respuesta y recursos se están ofreciendo en relación a las necesidades psicológicas de estas parejas en la actualidad en España? ¿Considera usted suficiente los recursos disponibles?

El Grupo de Interés en Psicología y Counselling de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) se reunió para confeccionar unas Guías de Psicología de la Reproducción Asistida. Tuve el honor de pertenecer al grupo que las diseñó. La conclusión principal fue que la asistencia integral a la pareja estéril debe incluir el soporte psicológico desde el mismo momento en que ésta tiene conocimiento de su esterilidad. Ha sido demostrado repetidamente que las parejas estériles tienen problemas emocionales, no sólo atribuibles a su esterilidad, sino también debido a la propia búsqueda de soluciones y a las consecuencias del tratamiento elegido.

Lo que se ha llamado «el cuidado centrado en el paciente» puede ser un apoyo emocional que cualquier miembro del equipo de reproducción asistida debiera proporcionar mediante su comprensión y apoyo ante los eventos estresantes.

 

Por otro lado, la ayuda psicológica profesional a las personas que tienen alguna dificultad para reproducirse debiera ser ofrecida sistemáticamente en los servicios de reproducción humana asistida. En nuestro país, a pesar de que la Medicina de la Reproducción es una de las más avanzadas a nivel mundial, la figura del psicólogo o consejero todavía es infrecuente en los centros. No hay ninguna ley que lo legisle ni todos los servicios lo consideran necesario.

Sería bueno que, como en otros países, ya se hubiera legislado la inclusión de la figura del psicólogo o del «consejero» en España.

¿Qué tipo de soluciones y respuestas considera que deberían darse desde la Administración y otros organismos relacionados, con el fin de garantizar la atención psicológica a las parejas que pasan por este proceso?

Creo que desde los Colegios Oficiales de Profesionales de la Salud Mental debieran ofrecerse cursos de especialización en Psicología de la Medicina Reproductiva.

La Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida no tiene entre sus miembros a ningún representante, como tal, del Colegio de Psicólogos, pero podría ser el organismo desde el cual se potenciara la necesidad de dar soporte psicológico a las personas con problemas reproductivos.

El Grupo de Interés de Psicología de la Sociedad Española de Fertilidad, intenta dar difusión y contenido al papel del psicólogo en los Servicios de Medicina Reproductiva.

Una pareja que se encuentre frente a un problema de infertilidad, y que precise de apoyo psicológico, ¿dónde puede dirigirse para recibir esta ayuda?

Tal y como he dicho anteriormente, lo fundamental es tener buena información y apoyo social, lo cual puede obtenerse a través de las Asociaciones de Pacientes existentes. Pero, en cualquier caso, su médico, debiera ser quién pudiera dirigirlos o derivarlos a un especialista en salud mental que exista dentro del equipo o que sea de referencia para los casos de riesgo.

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