HACIENDO FUTURO – ENTREVISTA A Mª LUISA MAIQUEZ

21 Jul 2006

Hoy finaliza el XXVI Congreso Internacional de Psicología Aplicada (Asociación Internacional de Psicología Aplicada), celebrado en Atenas entre los días 16 y 21 de julio. Este encuentro de psicólogos de todo el mundo contaba con un vastísimo programa científico, en el que se recogían temas de muy diversa índole: Psicología organizacional y del trabajo, Psicología ambiental, Psicología de la Salud, Gerontología aplicada, etc.

Con motivo de la celebración de este XXVI congreso, Infocop Online entrevista para sus lectores a María Luisa Maiquez, co-coordinadora del simposio Intervención educativa y comunitaria con padres y adolescentes. Algunos programas españoles, circunscrito en la División de Psicología Clínica y Comunitaria del congreso.

En este simposio se han presentado diversos programas educativos y comunitarios implementados en España. Infocop Online ha querido acercar a sus lectores algunos de los contenidos tratados en este evento científico y académico, y por tal motivo, hemos entrevistado a una de las autoras de uno de los programas presentados, denominado Construyendo mi futuro: un programa para adolescentes en riesgo psicosocial.

María Luisa Maiquez es profesora titular en el departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de la Laguna. Especialista en intervención familiar, Maiquez lleva muchos años trabajando en el diseño de programas de intervención en este contexto. Es co-autora del libro Aprender en la vida cotidiana.

ENTREVISTA

 

Construyendo mi futuro es uno de los programas presentados en este XXVI Congreso de Psicología Aplicada. El programa se plantea como una alternativa al modelo clínico de intervención con adolescentes en riesgo psicosocial. ¿Cuáles son las características centrales de este programa?

Este programa lo consideramos como alternativa al modelo clínico porque partimos de una propuesta más psicopedagógica, en tanto que se trata de un programa más social y comunitario, de corte psicoeducativo.

Lo que teníamos claro cuando desarrollamos construyendo mi futuro era que no queríamos un programa de autoayuda o de tipo asistencial. Más bien, queríamos que fuera, principalmente, un espacio de adquisición de habilidades y competencias para adolescentes. De esta manera concebimos el programa, tomando estas premisas como centro principal del proyecto.

En la implementación de dicho programa nos basamos en tres ejes básicos. Por una parte, contemplamos el eje evolutivo, en tanto que queremos desarrollar competencias personales; por otra, nos movemos en el eje contextual, ya que estos adolescentes viven y se desarrollan en un contexto determinado y tenemos que determinar cómo son las relaciones del joven dentro de estos contextos; y por último, tenemos en cuenta el eje comunitario, porque consideramos importantísima la relación que pueden tener dentro de la comunidad, entendida en un sentido más amplia, y la aceptación que tienen dentro de la misma. De esta manera, al diseñar el programa queríamos jugar con esos tres niveles de análisis e intervención.

Este programa está destinado a adolescentes en riesgo psicosocial. No obstante, tal y como está planteado, ¿podría implementarse con otras poblaciones en situación de riesgo o exclusión social?

En principio, lo elaboramos realmente pensando en los menores, más concretamente, en adolescentes de familias en situación de riesgo psicosocial o que éstas estuvieran siendo usuarias de los servicios sociales municipales. Pero evidentemente se puede extender a otras poblaciones en exclusión social o marginación. De hecho, cuando se implementó el programa, se hizo combinando poblaciones. En este sentido, no sólo se tenía en cuenta a menores en riesgo, sino también a otros menores de la misma comunidad, en principio normalizados, pero que pudieran llegar a compartir las mismas características que estos adolescentes en un futuro.

En este trabajo hacéis una alusión especial al concepto de resilencia. ¿Qué relación guarda la resilencia, tal y como es entendida por la Psicología, con construyendo mi futuro?

Para nosotros es central darle un carácter de intervención positiva a lo que estamos haciendo: más que centrarnos en las deficiencias e intentar eliminarlas, lo que intentamos es potenciar personalidades resilientes.

En esta misma línea, cuando intervenimos, intentamos no incidir en el problema o en la deficiencia, sino que procuramos darle una visión positiva al desarrollo. Es decir, se trabaja más fomentando las potencialidades y competencias de las personas o adolescentes. De hecho, considero que aquí está la clave y el gran reto que tenemos a la hora de intervenir con cualquier colectivo.

Por lo expuesto anteriormente, construyendo mi futuro, en sí mismo, no es un programa típico programa para adolescentes de prevención de drogas o de sexualidad, sino que lo consideramos más globalmente como un programa hacia la consecución de lo que podríamos considerar una adultez responsable y adecuada. Si se quiere conseguir adultos responsables en la sociedad actual, los cuales sepan desenvolverse adecuadamente y estén comprometidos socialmente, es necesario ir desarrollando esas competencias y habilidades a las que antes me refería.

Podríamos decir que no es un programa preventivo al uso…

Exacto, porque no parcelamos al individuo. No trabajamos habilidades sociales por un lado y autoestima por otro. No hacemos ese tipo de diseño o estructura dentro del programa, sino que contemplamos a la persona como única, la cual tiene que ir desarrollándose en el contacto directo con los entornos en los que participa y está inmerso.

De manera genera, ¿cuál es la metodología usada en construyendo mi futuro?

Utilizamos una metodología denominada planificación-acción-reflexión, en la que el adolescente es protagonista en todo momento de lo que se está realizando y de los cambios iniciados.

Se trata de ir enseñando a estos adolescentes en situación marginal a planificar una serie de acciones determinadas que, por sus características, muchas veces se encuentran anclado en el «aquí y ahora». En mucho casos no tienen perspectiva de futuro y no son capaces de mirar e ir más allá de la inmediatez.

En este sentido, lo que nos proponemos con este programa es que con los recursos necesarios puedan desarrollar esa perspectiva de futuro y puedan pensar en proyectos de futuro. Y esto no sólo lo hacen a través de la planificación de determinadas acciones que pueden ser, en un primer momento, a corto plazo; sino que se van prolongando en el tiempo, para que sean a medio y largo plazo. En esta planificación tienen que aprender a trabajar en grupo y en la comunidad, ya que en determinados momentos van a necesitar la ayuda de otros contextos, de otras personas u organismos e instituciones, etc.

Las acciones concretas suelen provenir de los propios intereses de los adolescentes. Ellos pueden pensar en acciones de cara a ayudar a otros o cuidar el entorno, como por ejemplo, tener más limpia una playa. También pueden ser acciones más lúdicas, como ir a un partido de fútbol un domingo. Sea cual fuere esa actividad, tienen que planificarla pormenorizadamente: se distribuyen las responsabilidades entre ellos, se establecen tiempos y tareas específicas. En un momento posterior del proceso se ejecuta la acción y finalmente se reflexiona y revisa.

De esta manera pueden ir viendo cuáles son las habilidades que se han ido desplegando en todo ese movimiento y poder reconocer las propias competencias. Igualmente se revisa dónde han estado los problemas para poder mejorar en futuras situaciones.

Se empieza con cosas muy sencillas y se va avanzando progresivamente, yendo de menor a mayor dificultad en la elaboración de las acciones.

En este programa se está hablando concretamente de la intervención con los adolescentes, en otros de los programas presentados en el congreso, habláis de la intervención con padres y madres. ¿Qué papel juegan aquí las familias de los adolescentes en riesgo psicosocial?

El papel de los padres es importante por varios motivos. Por un lado, los padres están en todo momento al tanto de lo que se está haciendo con los adolescentes, ya que se trata de tener un contacto directo con la familia y conseguir que ésta permita y posibilite al adolescentes seguir el programa. En no pocas ocasiones nos hemos encontrado con que a la familia no le gusta lo que se hace con los adolescentes o les ponen límites a la hora de realizar las actividades.

Para evitar este tipo de cosas, intentamos tener un contacto directo con la familia. Así, la información de la que irán disponiendo en todo el seguimiento es fundamental, porque además, conseguimos que los padres vayan aprendiendo también de lo que se va trabajando con sus hijos.

Por el otro lado, el programa también contempla acciones puntuales con los padres. Hay momentos en los que se organizan actividades conjuntas, en las que están presentes los padres con los adolescentes, sobre todo, en el marco comunitario. Lo que nos interesa no es trabajar únicamente con la familia de forma aislada, sino tratando de integrarlas dentro de acciones comunitarias más amplias.

¿Qué resultados se han obtenido hasta el momento?

Lo primero que me gustaría remarcar es que éste es un programa que ha sufrido varias revisiones. Cuando empezamos a implementarlo tuvimos que ir recortando el tiempo porque se hacía muy largo. Transcurridos dos años y medio de construyendo mi futuro sólo íbamos por la mitad, por lo que tuvimos que hacer un recorte en los contenidos del programa y no pudimos terminarlo completamente.

En estos momentos no disponemos de resultados definitivos, aunque si hemos podido observar cambios importantes haciendo un seguimiento aleatorio de algunas de las trayectorias vitales de estos jóvenes.

Uno de los cambios más significativos que hemos podido constatar ha sido la incorporación de estos adolescentes a la formación reglada que, uno o dos años atrás, habían abandonado: han vuelto a retomar los módulos que habían empezado, etc.

Por otro lado, las mejoras dentro de las relaciones con la familia es otro aspecto que hemos observado y que consideramos especialmente importante.

En estos momentos el programa se está pilotando, ya en su última versión, en Aranda de Duero. Esperamos que en un año ya podamos tener resultados definitivos del programa.

¿A qué población se ha atendido hasta la fecha?

La implementación del programa se hizo inicialmente en varios municipios de la isla de Tenerife, en la que pudieron atender a unos 530 adolescentes. No obstante, como ya he comentado, ahora se está implementando desde la Junta de Castilla y León en otros municipios, por lo que el número es mucho mayor.

Para finalizar, me gustaría apuntar que tenemos una asignatura pendiente todos los profesionales, y especialmente los psicólogos, en el campo de las familias y menores en riesgo psicosocial. Considero que hay que hacer una reflexión sobre cómo se está trabajando con estas familias para, sobre todo, poder eliminar esa perspectiva en la que se antepone la deficiencia y se pone más el énfasis en el diagnóstico de los núcleos familiares. Ésta no es una perspectiva muy adecuada en tanto que no se trata de patologías; nuestro trabajo, en este sentido, se debe centrar más en valorar y hacer programas que se ajusten a la realidad concreta de estas personas.

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