EL PORCENTAJE DE MUJERES MALTRATADAS TRIPLICA LA MEDIA NACIONAL ENTRE LAS PAREJAS CON PROBLEMAS DE ADICCIONES

26 Oct 2006

La Asociación Española de Centros de Día (ASECEDI), asociación de entidades de Centros de Día profesionalizados dedicados al tratamiento de las adicciones tanto tóxicas como no tóxicas, atendidos por equipos multidisciplinares en los que participan psicólogos, ha publicado recientemente un informe desde el cual se plantea que los recursos de atención a drogodependencias deberían incluir en sus protocolos de intervención la detección de violencia de género.

Aunque, como indican los propios autores del informe, los resultados del mismo deben ser considerados como un primer acercamiento al conocimiento de la violencia de género entre personas con adicción a las drogas, dadas las características de la muestra que se ha utilizado para su elaboración, los datos obtenidos apuntan a que el porcentaje de mujeres maltratadas triplica la media nacional entre las parejas que presentan problemas de adicciones. Según este informe, el 53 % de las mujeres atendidas en los centros de día en los que se ha recogido la información han sufrido violencia de género.

 

Con el fin de recoger los datos para la realización del informe, se utilizó el Cuestionario de Predicción de Violencia en la Pareja, en fase de estudio, elaborado por los psicólogos Enrique Echaburúa, Paz de Corral y Javier Fernández-Montalvo. Este estudio exploratorio fue realizado con 78 casos (de un total de 184) que reconocieron, a través de una pregunta de screening previa, que habían sido maltratados por algún familiar.

El objetivo último de esta investigación, ha sido establecer si existe alguna relación entre la adicción al alcohol y otras drogas y el maltrato en la pareja, de modo que se puedan describir algunas variables sociodemográficas del agresor y la víctima, la situación de la relación de pareja, el perfil del agresor y la vulnerabilidad de la víctima.

Entre los resultados obtenidos destaca que el 64% de los encuestados afirman haber sufrido violencia y, en más de la mitad de los casos, por parte de la pareja. Los agresores han llegado a empujar o golpear a las víctimas en un 42% de los casos y en un 33% la violencia ha tenido lugar en presencia de hijos o familiares. Las agresiones han ocurrido con más frecuencia cuando el agresor ha consumido drogas (69%), especialmente, indica el informe, alcohol y/o cocaína, en el marco de una discusión por motivos económicos, de consumo de drogas, de celos o de intento de control de la pareja. En más de la mitad de los casos, ha existido violencia cruzada, lo que quiere decir que la víctima respondió con violencia a la agresión.

En cuanto al análisis de la situación de la relación de pareja, el estudio muestra que la mayoría de las agresiones (64%) tuvieron lugar en parejas ya consolidadas, aunque no existía un pico de antigüedad especialmente significativo. En lo que respecta al nivel de estudios, el informe señala que éste tendía a ser bajo o medio bajo en un 60% de los casos, tanto en los agresores como las víctimas, en su mayoría, españoles. Apunta, así mismo, que el nivel socioeconómico era de tipo medio en un 50-60% de los casos.

Por lo que respecta al perfil del agresor, señala el informe que un tercio contaba con un historial de conductas violentas. Un 71% de los agresores era, además, consumidor abusivo de alcohol y otras drogas y la mitad de ellos habían recibido tratamiento, casi siempre por problemas de drogodependencia, mostrando cierta tendencia al abandono.

Si bien es cierto que el 41 % de las víctimas refirió sentir miedo, un porcentaje similar (40%) restaba importancia a las agresiones sufridas, lo que parece denotar la existencia de una conciencia alterada de su condición de víctima. De hecho, un tercio de las víctimas se había retractado de la decisión de abandonar o denunciar al agresor.

En el 83 % de los casos, las agresiones se asociaban al consumo de drogas, aunque en un 62% también se dio violencia en períodos de abstinencia. Los motivos relacionados con la agresión fueron en primer lugar económicos, seguidos por el consumo de drogas y celos.

A la luz de estas conclusiones tentativas, presentadas desde ASECEDI, el informe señala la necesidad de incluir en los recursos de drogodependencias protocolos de intervención para la detección de violencia de género. Apunta, así mismo, la importancia de sensibilizar a los organismos públicos sobre la necesidad de atender a los pacientes en los recursos existentes y en los que se vayan creando para atender los casos de violencia de género.

 

Así mismo, apunta una vez más, la importancia de adaptar leyes y normativas, de manera que las mujeres con problemas de drogodependencias, víctimas de violencia de género, puedan ser atendidas y protegidas y no queden excluidas o marginadas de los recursos sociales asistenciales habituales por su problema asociado de drogodependencia.

Ver informe completo de ASECEDI.

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