ENTREVISTA A BERTA PIÑOL, PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN OBESIDAD, FAMILIA Y ENTORNO

15 Mar 2007

La reciente noticia sobre Connor McCreaddi, el niño al que los servicios sociales británicos estuvieron a punto de separar de su madre por su sobrepeso, de nuevo ha puesto en el candelero el problema social de la obesidad, que lo es, no únicamente por los problemas de salud que puede acarrear, sino también por la discriminación que, en muchos casos, se ven obligadas a enfrentar las personas que padecen problemas de sobrepeso u obesidad.

 

La preocupación de diversos organismos internacionales por la obesidad y su desarrollo como «epidemia» en el mundo no es gratuita. En Norteamérica, los datos indican que la obesidad se ha duplicado en los niños y se ha triplicado en los adolescentes entre 1976-1989 y 1999-2000 (National Center for Health Statistics, 2004); mientras que España, según datos aportados por el Ministerio de Sanidad y Consumo y basados en el estudio enKid (Serra y Aranceta, 2004), es el cuarto país de la Unión Europea con mayor prevalencia en la población infantil con problemas de peso.

Infocop Online entrevista a Berta Piñol, presidenta de la Asociación Obesidad, Familia y Entorno (ASOFE), para conocer su punto de vista sobre algunos aspectos ligados a la obesidad y cómo se está abordando desde las Administraciones esta problemática.

  ENTREVISTA

¿Qué tipo de asociación es ASOFE?

Es una asociación de autoayuda, en donde tenemos oportunidad de darnos cuenta de que la obesidad es una enfermedad que tiene cura, donde ofrecernos apoyo mutuo y entender que no estamos solos. Esto último es muy importante, ya que uno de los problemas mayores es el autoaislamiento, la soledad… Aumenta en mucho el sobrepeso, y poco a poco disminuye la autoestima hasta que te anulas como persona.

¿Cuáles son los objetivos que se plantea?

Justamente, salir del aislamiento, fomentar la autoestima, el reconocimiento efectivo de la obesidad como una enfermedad, ya que de nada sirve que digan que lo es, sin declararnos enfermos preferentes, con lo cual nuestros tratamientos quedan relegados.

Estamos fomentando actualmente el ejercicio físico, así hemos empezado unas clases de gimnasia para, poco a poco, ir adquiriendo mayor movilidad y elasticidad. También natación, ya que para nosotros es un ejercicio muy adecuado, nos ayuda tanto a nivel físico como psicológico. Perder el miedo al ridículo es un principio para afrontar la obesidad.

El problema de la obesidad y el sobrepeso es altamente complejo, y se halla vinculado a componentes de tipo biológico, psicológico y social. Por este motivo, precisa de un abordaje multidisciplinar que incida en todos los factores involucrados. ¿Considera que desde las administraciones se está dando la respuesta necesaria para abordar esta problemática?

No, sólo se ofrecen parches, maquillaje. Esta enfermedad mueve muchos intereses económicos, ya que los productos dietéticos, dietas, operaciones, suponen enormes beneficios y no cuentan con un verdadero control.

 

Cualquiera puede sacar al mercado un producto, digamos,»adelgazante», se realizan operaciones sin las condiciones adecuadas de UCI, o seguimiento posterior, aparecen productos estrella o milagro, bajo la falsa expectativa de ser inocuos. Se permite ofrecer regalos con la comida basura, sobre todo, dirigida a los niños; se promueve el ejercicio pero cada día hay menos parques, jardines, donde los niños den rienda suelta a sus juegos. Tampoco los horarios de trabajo de los padres son adecuados para la convivencia familiar, y los niños aprenden lo que ven, están llenos de actividades extraescolares, pero carentes de convivencia.

Bajo su punto de vista y según su experiencia, ¿en qué aspectos debería incidirse con mayor intensidad para abordar los problemas de sobrepeso y obesidad?

Ante todo, en la prevención. Es muy difícil, una vez se llega a ser obeso mórbido, poner remedio. Mas aún, la persona ha pasado por diversas etapas en las cuales el sufrimiento y desesperación son evidentes, no hay unas verdaderas pautas ni protocolos para esta enfermedad, más bien, muchos profesionales nos tratan como meramente glotones o viciosos.

¿Cómo valora el papel del psicólogo en la intervención con personas que tienen problemas de obesidad y sobrepeso?

Muy necesario, imprescindible, es un trabajo de tiempo el conseguir eliminar los fantasmas que tiene esta enfermedad, aprender a valorarse, a luchar por la vida, no darse por vencido, aprender pautas de comidas, ejercicios, superar la vergüenza, humillación.

Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos, se viene demandando desde hace meses la incorporación de psicólogos en el Sistema Nacional de Salud en los niveles de atención primaria y el incremento de psicólogos en los niveles de atención especializada. ¿Considera que la atención psicológica que se ofrece desde el Sistema Nacional de Salud es, en general, suficiente para atender la demanda y necesidades existentes, y en particular en relación a este colectivo?

Tajantemente NO. Hace años que venimos solicitando unidades de tratamiento de la obesidad, igual que existen para la anorexia y bulimia. Tenemos el mismo problema, pero el tratamiento no existe para la obesidad.

Hemos hablado con la Administración solicitando psicólogos, terapias de grupo, asesoramiento, pero nada. Lo que te dicen es que el médico de cabecera te prescriba antidepresivos, pero la depresión, la baja autoestima, son sólo un síntoma de que algo no marcha bien, las pastillas son una ayuda temporal, pero no una solución.

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