HERIDAS AÚN ABIERTAS, TRES AÑOS DESPUÉS: LAS SECUELAS PSICOLÓGICAS DEL 11-M

22 Mar 2007

Días atrás, Infocop Online se hacía eco de los resultados extraídos de un nuevo estudio realizado por la Asociación de Ayuda a Víctimas del 11-M, en el que se concluye que el 27,8 % de los afectados por el atentado sigue recibiendo atención psicológica y que algo más del 50% de las víctimas sigue padeciendo secuelas psicológicas importantes.

Un nuevo estudio, financiado por el Ministerio de Interior, la Universidad de Alcalá y el Fondo de Investigación Sanitaria del Ministerio de Sanidad, revela datos similares a los presentados por esta asociación de víctimas. Tal y como recogía El País el pasado 6 de marzo en su versión electrónica, se acaban de hacer públicos los resultados de la segunda fase de este estudio epidemiológico, en el que se recogen las consecuencias psicopatológicas de las víctimas del brutal atentado terrorista del 11-M, la población general y los miembros de la policía que participaron en el dispositivo de rescate.

 

Los resultados de esta investigación, que comenzó a las cinco semanas del mortal atentado y en la que han participado los hospitales madrileños de La Paz, Gregorio Marañón, Doce de octubre y La Princesa, así como el Príncipe de Asturias y la Universidad de Alcalá, revelan que la población general ha superado el impacto emocional de lo sucedido, pero las víctimas directas siguen sufriendo secuelas psicológicas de considerable importancia.

Siguiendo con la información aportada por el rotativo, si bien no se pudo mantener la misma muestra a lo largo del tiempo (en la segunda fase sólo participó el 76% de la muestra inicial), podemos observar que tanto en la población general como en los agentes de la policía que participaron aleatoriamente en el estudio, la sintomatología psicológica ha descendido considerablemente, si tomamos en cuenta los dos momentos de la evaluación: a las ocho semanas y a los tres años de los acontecimientos.

 

Así, por ejemplo, el 12% de la muestra de la población general utilizada, manifestó sintomatología relacionada con el trastorno de estrés postraumático (TEPT) en la fase inicial (a las ocho semanas), mientras que tres años después de lo ocurrido, tan sólo el 3,5% sigue manteniéndola; proporción ésta equivalente a la prevalencia del TETP de cualquier población libre de un acontecimiento traumático de esta envergadura. Para el caso de agentes del cuerpo de policía, de un 3,9% que presentaba un TEPT, se ha pasado a un 1%. 

Si bien para el caso de las víctimas del 11-M también se ha dado una disminución de las secuelas psicológicas, éstas no son estadísticamente significativas, tal y como informaba uno de los investigadores del estudio a El País. A continuación, se incluye una tabla con los datos referidos a los principales trastornos sufridos por estas personas y su evolución en el tiempo, a las ocho semanas y a los tres años del atentado mortal:

Sintomatología relacionada con:

A las 8 semanas

A los tres años

Trastorno de Estrés Postraumático

44%

34%

Depresión

32%

24%

Agorafobia

23,8%

20,7%

Ansiedad

13,4%

12,4%

Como se puede observar, la disminución de la sintomatología es moderada; no obstante, tal y como expresaron los autores del estudio epidemiológico, sí se ha producido una mejora sustancial en la percepción subjetiva del propio estado de salud, es decir, las personas refieren sentirse mejor.

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