Aprendiendo a perdonar como prevención del acoso escolar

28 Jun 2021

Óscar Sánchez-Hernández1,2, Ana Canales2, Ana Peinado1 y Robert D. Enright3

1Universidad de Murcia

2Sander Psicólogos: Bienestar & Ciencia

3Universidad de Wisconsin –Madison (Estados Unidos)

Como demuestra el profesor Steven Pinker (2015) del Instituto de Tecnología de Massachusets se ha conseguido disminuir en varios ámbitos de la humanidad la violencia, aunque aún quedan grandes retos, como la violencia de género, y el acoso entre iguales. Según el III Estudio sobre Acoso Escolar y Cyberbullying, entre el 89% y el 94% de las víctimas tienen problemas psicológicos concretos causados por el acoso escolar. Los programas de prevención del acoso escolar han conseguido resultados positivos, aunque las revisiones señalan tamaños del efecto pequeños (Gaffney, Farrington, Espelage y Ttofi, 2018).

Diversas investigaciones señalan que el perdón es un factor protector ante los problemas emocionales y ayuda a que las víctimas de acoso escolar no se conviertan en futuros acosadores (Quintana-Orts, Rey, y Worthing-ton, 2019).

Autor: Mikhail Nilov Fuente: 
pexels Fecha descarga: 07/06/2021

Se presentan dos estudios pioneros en España sobre el programa Aprendiendo a Perdonar inspirado en las investigaciones de Robert Enright, profesor de la Universidad de Wisconsin –Madison (Estados Unidos) y del International Forgiveness Institute, pionero en la educación del perdón. El estudio 1 tiene por objetivo analizar si la formación a profesores aumenta su conocimiento del perdón y el estudio 2 evalúa la satisfacción del programa en adolescentes. Los análisis arrojan resultados positivos, tanto en profesores como en estudiantes, que señalan un mayor conocimiento del perdón, satisfacción con el programa y una mayor habilidad para perdonar en general y alienta a seguir esta línea de investigación con diseños experimentales.

Es importante encuadrar la educación en el perdón dentro del ámbito científico junto a programas de promoción del bienestar (educación emocional y social, educación en fortalezas…), de concienciación social (prevención del acoso escolar y ciberbullyng) y de prevención de problemas emocionales y sociales (programas cognitivo-conductuales de prevención de la ira excesiva, la depresión, la ansiedad y la baja autoestima). La educación en el perdón va más allá de los beneficios para el acoso escolar y puede constituir un elemento importante en otras formas de violencia. La educación basada en el perdón, como aproximación empíricamente comprobada para reducir la ira, puede ser una de las respuestas para la paz dentro de las zonas conflictivas y de las sociedades, si les damos la oportunidad de florecer.

Uno de los primeros pasos para aprender a perdonar es indicar que perdonar y pedir perdón no implica dejar de ser asertivo, ni dejar de defender de forma adecuada los propios derechos. Por ello el objetivo principal del programa es que los profesores aprendan lo que es el perdón saludable procedente del ámbito científico.

Según la American Psychological Association (APA, 2007), «Perdón es el dejar a un lado voluntariamente los sentimientos de resentimiento hacia un individuo que ha realizado algo malo, ha sido injusto, o le ha dañado a uno de algún modo. El perdón no equivale a reconciliación ni a excusar al otro, y no es meramente aceptar lo que sucede ni cesar la ira. Implica más bien, la transformación voluntaria de los propios sentimientos, actitudes y conducta hacia el individuo, de modo que uno ya no está dominado por el resentimiento y puede expresar compasión, generosidad o agrado hacia el individuo. El perdón es considerado como un importante proceso en la psicoterapia o en el consejo psicológico».

Explicar cómo gestionar nuestra ira tras las injusticias es un paso crucial. Las cuatro fortalezas que abordamos en el camino del perdón son la justicia, la templanza, la sabiduría y el coraje. La parte relacionada con el valor inherente se centra en aquellas cualidades que nos unen a las personas como miembros de una misma familia humana.

Se trabaja la compasión y el uso de la empatía. Una vez que los alumnos han podido identificar estas sensaciones en el corazón relacionadas con la compasión, se lleva a cabo una actividad que tiene como finalidad que el alumno pueda sentir ese «corazón suave» cuando piense en la persona que lo hirió.

Se define la «La resistencia al dolor» como no responder violencia por violencia. Resistimos al dolor desde la compasión, desde la empatía, entendiendo para qué la persona hace lo que hace, de qué está tratando de defenderse, qué cargas lleva la persona que infringe el daño. En este sentido, resistir al dolor no significa tolerar la injusticia, es responder de una forma compasiva, asertiva y valiente también en la línea de las habilidades sociales: identificación del estilo pasivo, asertivo y agresivo; entrenamiento para expresar desacuerdo y / o desagrado; defender los derechos personales y otras habilidades. A los estudiantes se les dice que cuando se enfrentan a un abuso, es importante pedir ayuda a los adultos y tener la valentía de denunciar el abuso que reciben otros estudiantes. También se explica el perdón como una práctica restaurativa que puede llevar a cabo la organización educativa.

Nuestro cerebro cuenta con circuitos cerebrales para la venganza, la agresividad y la competitividad diseñados más para la supervivencia en un contexto salvaje que para nuestro entorno actual. Por otra parte, contamos con circuitos cerebrales para la empatía, la bondad, el autocontrol, la compasión, el perdón, la cooperación y la paz (Gilbert, 2015; McCullough, Kurzban y Tabak, 2012). El fomento de intervenciones basadas en la empatía, compasión y perdón contribuyen a sembrar el camino de una convivencia pacífica. Por ello se recomienda incorporar la educación en el perdón, junto a otras habilidades psicológicas, en los programas de prevención del acoso escolar.

El artículo completo puede encontrarse en:

Sánchez-Hernández, O., Canales, A., Peinado, A., y Enright, R. D. (2021). Evaluación de la efectividad y satisfacción del programa Aprendiendo a Perdonar para la prevención del acoso escolar. Electronic Journal of Research in Educational Psychology, 19(1), 185-204.

Óscar Sánchez-Hernández. Doctor Europeo en Psicología Clínica y de la Salud. Profesor Asociado en la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia. Director de Sander Psicólogos: Bienesar & Ciencia: https://webs.um.es/oscarsh/miwiki/doku.php?id=inicio

Ana Canales. Licenciada en Psicología. Psicóloga Sanitaria. Especialista en Psicopatología, Intervención Clínica y Salud. Experta en Psicología Positiva Aplicada por la Universidad Jaume I. Subdirectora de Sander Psicólogos: Bienestar y ciencia: www.sanderpsicologos.com.

Ana Peinado. Doctora en Psicología. Profesora Asociado en la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia. Máster en Investigación de Psicología Aplicada. Coautora de los libros “Programa Arco Iris de Educación Emocional”. https://anapeinado.es/

Robert D. Enright. Profesor de Psicología Educativa de la Universidad de Wisconsin –Madison (Estados Unidos) y cofundador del International Forgiveness Institute. Pionero en el estudio científico del perdón. Autor del libro “Las ocho claves del Perdón”. https://edpsych.education.wisc.edu/staff/enright-robert/

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