Un metaanálisis rechaza la explicación de la alteración de la dopamina y el glutamato como origen de la esquizofrenia

11 Nov 2021

¿Los individuos con «alto riesgo» de desarrollar «esquizofrenia» presentan una alteración en el funcionamiento de la actividad cerebral de la dopamina y glutamato antes del desarrollo de este trastorno? Esta es la pregunta planteada por un equipo de investigación del King’s College de London y de la University College de London en un artículo publicado este año en la prestigiosa revista World Psychiatry.

Tal y como señalan los autores en la introducción del estudio, la disfunción de la actividad de la dopamina y del glutamato se considera que juega un papel central en la fisiopatología de la esquizofrenia. Sin embargo, no está claro si estas disfunciones predicen la aparición de la esquizofrenia en individuos de «alto riesgo» de desarrollar esquizofrenia, de forma que el debate científico actual se centra en determinar si se puede establecer la causa de la esquizofrenia en estas alteraciones del funcionamiento cerebral.

 

Foto: cottonbro Fuente: pexels Fecha descarga: 25/10/2021

Para responder a esta cuestión, los autores realizaron una revisión sistemática en la que se seleccionaron todos los estudios publicados desde el 1 de enero de 1960 hasta el 26 de noviembre de 2020 que han evaluado, mediante técnicas de neuroimagen, la función dopaminérgica y del glutamato en individuos con alto riesgo (clínico y genético) para la esquizofrenia y en grupos control, incluyéndose un conjunto de medidas específicas, tales como la función de la dopamina presináptica estriatal, la disponibilidad del receptor D2/D3 del estriado y la actividad del glutamato o Glx (glutamina-glutamato) en diferentes regiones cerebrales.

Del total de 5.454 artículos considerados para su posible inclusión, 48 estudios cumplieron los criterios de inclusión, comprendiendo una muestra final de 1.288 individuos de alto riesgo clínico y genético y 1.187 personas de la población general, con una edad media de 26,5 años y un porcentaje de hombres del 52,6%. Los individuos de alto riesgo clínico fueron definidos como aquellos con trastorno esquizotípico junto con deterioro funcional de aparición reciente y/o síntomas psicóticos intermitentes breves y/o síntomas psicóticos atenuados, mientras que las personas con alto «riesgo genético» fueron definidas como familiares sin síntomas psicóticos de personas con esquizofrenia, así como individuos con variantes y marcadores genéticos asociados a la esquizofrenia.

De acuerdo con el metaanálisis realizado por los autores, al comparar los individuos de alto riesgo con los participantes del grupo control en la actividad de la dopamina y el glutamato no se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos en ninguna de las medidas consideradas. Es decir, la hipótesis de que los individuos de alto riesgo para desarrollar esquizofrenia presentan una disfunción de la dopamina o el glutamato antes del inicio del trastorno mental no se sostiene a la luz de los datos de esta revisión.

Específicamente, los individuos con alto riesgo clínico, en comparación con el grupo control, no presentaron diferencias significativas en términos de función dopaminérgica presináptica estriatal, disponibilidad de los receptores estriatales D2/D3 ni presencia de glutamato o Glx en la corteza prefrontal, el hipocampo o los ganglios basales, ni tampoco una variabilidad estadística en función del año de publicación de los estudios. Lo mismo sucedió al comparar los individuos con alto riesgo genético, donde los autores no encontraron diferencias significativas en estas variables entre los dos grupos ni tampoco ninguna variabilidad estadística significativa entre los estudios.

La única diferencia que se observó fue que las concentraciones de Glx (glutamina-glutamato) en el tálamo fueron significativamente más altas en individuos de alto riesgo genético frente a los controles. Sin embargo, esta diferencia presentó un tamaño del efecto pequeño y no se confirmó al comparar a las personas con alto riesgo clínico frente al grupo control.

En líneas generales, los resultados del metaanálisis restan legitimidad a la hipótesis causal del origen biológico de la esquizofrenia, en lo que respecta a la actividad de la dopamina y el glutamato, lo que los autores califican como “sorprendente” a la luz de las afirmaciones de otros estudios anteriores realizados con pequeñas muestras de participantes, indicando la necesidad de realizar más investigaciones al respecto. 

Más allá del presente estudio, si tenemos en cuenta la polémica científica existente en torno a la adecuación del modelo biomédico en la explicación de los problemas de salud mental, tal y como han señalado otras organizaciones y expertos (ver aquí), los resultados del presente metaanálisis ponen de nuevo el foco en la necesidad de ampliar el enfoque para la comprensión del origen de la psicosis y la esquizofrenia hacia un enfoque biopsicosocial. A este respecto, existe un conjunto de trabajos que ha asociado de manera consistente el origen de la esquizofrenia con la experimentación de situaciones traumáticas en la infancia y otros sucesos adversos (más información aquí).

Fuente:

McCutcheon, R. A., Merritt, K., & Howes, O. D. (2021). Dopamine and glutamate in individuals at high risk for psychosis: A meta-analysis of in vivo imaging findings and their variability compared to controls. World Psychiatry, 20(3), 405-416. (Enlace)

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