Apostar por la atención temprana del deterioro funcional y el envejecimiento saludable, claves de la OMS

12 Abr 2022

Para el sistema sanitario, la clave para para promover un envejecimiento saludable para todos es optimizar la capacidad intrínseca y funcional de las personas mayores y no centrarse exclusivamente en el tratamiento de enfermedades concretas. Este es uno de los mensajes clave que recoge el Manual ICOPE, de Cuidados integrados para personas mayores publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El manual establece los pasos para alcanzar este cuidado integral de las personas mayores, recogiendo la evidencia de la literatura existente sobre la eficacia y coste-efectividad de las diferentes intervenciones.

Tal y como señala la guía de la OMS, conseguir que las personas mayores tengan un envejecimiento saludable y evitar su dependencia asistencial puede alcanzarse si se prioriza el diagnóstico e intervención temprana en aquellos aspectos asociados al deterioro de las capacidades intrínsecas y funcionales de las personas, tales como el deterioro cognitivo, la movilidad limitada, la desnutrición, la discapacidad visual, la pérdida auditiva y los síntomas depresivos. En este sentido, los trabajadores sociales y sanitarios del nivel de Atención Primaria juegan un papel esencial si reciben formación para identificar a las personas mayores que comienzan a mostrar pérdidas en sus capacidades y proporcionan apoyos para revertir o enlentecer dicho deterioro.

“Es necesario un cambio fundamental en los enfoques de salud pública sobre el envejecimiento. Los enfoques convencionales de la atención sanitaria a las personas mayores se han centrado en las afecciones médicas, situando el diagnóstico y la gestión de estas en el centro. Tratar estas enfermedades sigue siendo importante, pero centrarse demasiado en ellas tiende a pasar por alto las dificultades para oír, ver, recordar, moverse y las demás pérdidas comunes de capacidad intrínseca que conlleva el envejecimiento”, recoge el texto. Además, la OMS insiste en que la única manera de llevar a cabo intervenciones exitosas es adoptar un enfoque integral y centrado en la persona debido a que el deterioro en un área está a menudo interrelacionado con las demás.

De esta forma, el Manual de la OMS ayuda a los profesionales de los servicios de Atención Primaria a delimitar objetivos específicos para cada usuario, aprender a detectar declives en una variedad de dominios de capacidad intrínseca y evaluar las necesidades de atención médica y social para desarrollar un plan de atención personalizado. Dependiendo del caso, el plan de atención puede incluir múltiples intervenciones para manejar la disminución de la capacidad intrínseca, proporcionar atención y apoyo social, apoyar la autogestión y apoyar a los cuidadores.

Este enfoque es necesario implantarlo urgentemente dado que el colectivo de personas mayores es actualmente el más grande en toda la historia de la humanidad y se espera que continue incrementando en las próximas décadas. Según las cifras de la OMS, se estima que en 2050 una de cada cinco personas tendrá 60 años o más. Por este motivo, “mantener la salud de las personas mayores es una inversión en capital humano y social”, indica el texto.

La OMS advierte que este cambio demográfico va a suponer un gran reto para los sistemas sanitarios que actualmente no cuentan con recursos asistenciales suficientes para dar respuesta al colectivo de personas mayores. Pero, “a medida que las poblaciones envejecen, existe una necesidad urgente de desarrollar enfoques integrales basados en la comunidad que incluyan intervenciones para prevenir el deterioro de la capacidad intrínseca, fomentar el envejecimiento saludable y apoyar a los cuidadores de las personas mayores”, continúa el documento.

Las directrices de la OMS incluyen un capítulo que recoge la definición y las características del enfoque de atención integral aplicado a las personas mayores, cómo implementar acciones para optimizar las capacidades y habilidades para un envejecimiento saludable para todos, pautas para evaluar las necesidades de las personas mayores y desarrollar un plan de atención personalizado y vías de intervención específicas para el manejo del deterioro cognitivo, de la pérdida de la movilidad, de la desnutrición, de la discapacidad visual, de la pérdida de audición, de los síntomas depresivos, de la atención social y aumento del apoyo social, y de la atención a los cuidadores principales de las personas mayores dependientes. Asimismo, el manual establece las pautas para desarrollar un plan de atención personalizado y ofrece recomendaciones para que los sistemas sanitarios y de atención a largo plazo incorporen este tipo de atención en sus servicios.

Se puede descargar el manual de la OMS en el siguiente enlace:

ICOPE Integrated care for older people

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