1 DE OCTUBRE- DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS MAYORES

1 Oct 2008

Las Naciones Unidas estiman que actualmente una de cada 10 personas tiene 60 años o más y que esta cifra se duplicará para el año 2050. El progresivo envejecimiento de la población es uno de los grandes retos de las sociedades actuales, ya que plantea nuevos desafíos a nivel económico, social, sanitario y político.

Los cambios demográficos que se están produciendo y el aumento de la longevidad también han condicionado el desarrollo de la Psicología. La atención de las nuevas necesidades de la población ha llevado a la consolidación de la Psicogerontología como uno de los ámbitos aplicados de mayor importancia en nuestros días.

De esta manera, el papel del psicólogo en la mejora de la calidad de vida de las personas mayores es incuestionable, prueba de ello son la proliferación de programas para prevenir el deterioro cognitivo y funcional asociado al envejecimiento, la atención de las necesidades psicológicas y la afectividad en personas mayores, la importancia de la atención global a personas dependientes y cuidadores, etc. En declaraciones anteriores a Infocop, Rocío Fernández-Ballesteros señalaba que «debemos congratularnos por ello, puesto que supone que desarrollos básicos de la Psicología están inspirando actuaciones públicas y, en definitiva, extendiéndose al mundo social para beneficiar al ciudadano y ciudadana«.

Este año, con motivo de la celebración del Día Internacional de las Personas Mayores (1 de octubre) las Naciones Unidas han elegido como tema principal el reconocimiento de los derechos de este colectivo. Precisamente el grupo de trabajo europeo de Psicogerontología (creado por la European Federation of Psychologists’ Associations en el año 2004) planteaba en su último informe la necesidad de combatir los prejuicios y los estereotipos que sufren las personas mayores, especialmente, en el ámbito laboral y educativo.

Las actitudes sociales negativas, la falta de reconocimiento sobre el papel que las personas mayores juegan en nuestra sociedad, la pobreza, la ausencia de políticas nacionales sobre envejecimiento o la existencia de leyes discriminatorias, son sólo algunas de las barreras que impiden que las personas mayores puedan beneficiarse de sus derechos. La discriminación por motivos de edad está asociada además a graves problemas de abuso, abandono, exclusión social y pobreza, lo que sitúa a las personas mayores en una situación de especial desventaja y vulnerabilidad.

Conscientes de las barreras a las que se enfrenta actualmente la población de mayores, diferentes organizaciones a nivel nacional e internacional reivindican el reconocimiento de los derechos humanos de este colectivo, incluyendo por tanto, el derecho a una vida digna, libre de violencia, el derecho al trabajo, a la educación, a cuidados médicos y a la atención en situaciones de emergencia, como algunos de los compromisos que tienen que asumir los diferentes gobiernos. En este sentido, estas asociaciones han denunciado que las políticas que de forma deliberada o por omisión, excluyan a las personas mayores en nuestra sociedad, no sólo están vulnerando sus derechos humanos, sino también están desperdiciando un valioso recurso humano y social.

Entre las acciones posibles para poner fin a la discriminación por motivos de edad, la asociación HelpAge International (compuesta por organizaciones de más de 50 países) ha lanzado una campaña recordando la importancia de las siguientes medidas:

1. Reconocer los derechos humanos de las personas mayores y los beneficios del envejecimiento de la población para el desarrollo humano.

2. Asignar a las personas mayores la parte justa que les corresponde en relación a los recursos nacionales y globales.

3. Garantizar una protección social adecuada y unos ingresos económicos mínimos en la tercera edad.

4. Proporcionar una atención sanitaria que sea accesible y gratuita para las personas mayores.

5. Poner a disposición de la población programas de ayuda, empleo, capacitación y educación, independientemente de la edad del beneficiario.

6. Eliminar la violencia contra las personas mayores.

7. Asegurar que la opinión de las personas mayores sea tenida en cuenta en la elaboración de programas y políticas sobre envejecimiento.

8. Incluir a las personas mayores en la planificación de los programas de ayuda en situaciones de emergencia y en los programas de rehabilitación después de desastres y crisis humanitarias.

9. Fijar estándares de prácticas internacionales que guíen las políticas públicas sobre envejecimiento.

10. Respaldar a las personas mayores en su papel como cuidadores.

Con motivo de la celebración de este día, y reconociendo la importante contribución que los profesionales de la Psicología están desempeñando en el campo del envejecimiento, Infocop Online ha querido recuperar los trabajos que varias expertas en Psicogerontología realizaron para el monográfico «Envejecer, un reto para la Psicología».

En el primer artículo, Rocío Fernández Ballesteros ofrece las principales características y define el campo de actuación de la Psicogerontología, enfatizando la importancia de los profesionales de la Psicología en este ámbito. En un segundo trabajo, Mª Dolores Zamarrón, perfila la intervención psicológica en la promoción del envejecimiento activo, uno de los campos más fructíferos de la Psicología en los últimos años con este colectivo. En último lugar, los lectores y lectoras encontrarán la entrevista realizada a Mª Teresa Martínez, Directora General de Planificación y Calidad de la Consejería de Bienestar Social del Principado de Asturias, quien se centra en la relación existente entre la denominada Ley de Dependencia y la intervención psicosocial con el colectivo de personas mayores.

Psicogerontología: su importancia como ámbito aplicado

Envejecimiento activo

Ley de Dependencia y Psicología de la vejez – entrevista

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