LA FORMACIÓN DE LOS/AS PROFESIONALES DE LA SALUD PARA AFRONTAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN LA PAREJA

13 Oct 2008

Victoria A. Ferrer Pérez, Esperanza Bosch Fiol y Mª Carmen Ramis Palmer

Grupo de investigación «Estudios de género»

Universidad de las Islas Baleares

En su cuadragésima cuarta Asamblea Mundial, celebrada en mayo de 1996, la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó una resolución declarando la violencia contra las mujeres como una prioridad de salud pública. Posteriormente, adoptó una nueva resolución, insistiendo en la importancia de reconocer esta violencia como un problema social y sanitario de primera magnitud y que requiere acción urgente. Según esta organización, las razones que convierten a la violencia contra las mujeres en un tema prioritario para los/as profesionales de la salud son que produce padecimientos y consecuencias negativas para, aproximadamente, una quinta parte o más de la población femenina mundial; que cada vez son más los trabajos que señalan su impacto negativo sobre importantes temas de salud (maternidad y planificación familiar, enfermedades crónicas físicas y mentales, etc.); y que los/as profesionales de la salud son el principal punto de apoyo para muchas víctimas.

 

Pero si bien estas razones, relacionadas con la detección precoz y el papel de esta violencia como causa y/o factor mantenedor en ciertos problemas de salud física y mental, parecen sugerir la necesidad de evaluar sistemáticamente la posible presencia de un historial de violencia, lo habitual es, tal y como señala la literatura sobre el tema, que las pacientes rara vez cuenten voluntariamente su historia de victimización y que los/as profesionales no pregunten sobre ella.

Si bien se han sugerido diversas alternativas para incentivar el abordaje de este problema por parte de los/as profesionales (como el uso de screenings), la recomendación general más extendida pasa por mejorar su formación en esta materia. Atendiendo a ella., la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género (LO 1/2004 de 28 de diciembre. BOE núm. 313) diseña un escenario donde la formación en materia de violencia de género estará presente en todos los niveles educativos, así como en la educación superior, muy especialmente para los/as futuros/as profesionales sanitarios.

Pero, si esa es la propuesta de futuro, cabe preguntarse cuál es el punto de partida. En este marco, realizamos un trabajo para analizar la formación recibida sobre violencia contra las mujeres en la pareja y la percepción de este problema en una muestra de alumnado universitario de ciencias de la salud y del comportamiento de nuestra universidad (65 estudiantes de Enfermería y 115 de Psicología).

Los datos obtenidos nos permitieron concluir que los dos colectivos de estudiantes analizados eran más semejantes que diferentes en cuanto a su consideración de la violencia contra las mujeres. Entre las semejanzas destacan, especialmente, aquellas relativas a su formación, a sus creencias sobre este problema social y el análisis que realizan de su frecuencia, su gravedad y algunas de sus causas. Entre las diferencias, cabe remarcar que el mayor porcentaje de alumnado de Enfermería que cursa asignaturas con estos contenidos, junto con las diferencias halladas en cuanto a realización de lecturas especializadas, seguimiento de noticias, necesidad de incluir la temática en los planes de estudios o relación percibida con la profesión, parecen sugerir una mayor sensibilización en este colectivo hacia algunos aspectos de la violencia contra las mujeres en la pareja.

Por otra parte, y de un modo más general, los datos obtenidos muestran que, al igual que ocurre entre la población general (como muestran diversas encuestas del CIS), entre los/as estudiantes universitarios/as de ciencias de la salud, la violencia contra las mujeres en la pareja es considerada como un problema social inaceptable, que ocurre frecuentemente en nuestro entorno, que tiene un alto nivel de gravedad y en el que tienen un peso importante diversos tipos de causas, tanto individuales como sociales; si bien entre el alumnado universitario analizado la frecuencia percibida del problema y la gravedad percibida de los malos tratos psicológicos son más elevadas a lo que ocurre entre la población general, mientras el peso percibido de ciertas causas (como el propio comportamiento de las mujeres) es menor.

A la vista de los resultados obtenidos, consideramos necesario remarcar que, aunque resulta positivo el escaso porcentaje de estudiantes universitarios/as que sostienen mitos sobre la violencia contra las mujeres y sus causas, quedaría un remanente que, sin ser muy elevado, no resulta despreciable (10-20% en algunos casos) que continúa manteniendo creencias erróneas en mayor o menor medida; lo cual resulta particularmente preocupante dada la responsabilidad de estos/as futuros/as profesionales de la salud en relación con este problema.

 

En este sentido, parece especialmente pertinente la introducción de materias específicas sobre violencia contra las mujeres en los planes de estudios de los/as estudiantes universitarios que no sólo formen sobre la violencia y sus consecuencias, si no que lleven a estos/as futuros/as profesionales a interiorizar este problema como de su incumbencia profesional. Cabe esperar que, en cumplimiento de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, su implementación sea lo más rápida y eficaz posible en los nuevos títulos de grado y posgrado que actualmente están diseñando las diferentes universidades.

Nota: Este trabajo se realizó en el marco de un proyecto de investigación financiado por la Universitat de les Illes Balears (UIB2003/10).

El artículo en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la revista Clínica y Salud: Ferrer, V., Bosch, E., y Ramis, Mª.C. (2008): La formación de los/as profesionales de la salud para afrontar la violencia contra las mujeres en la pareja. Clínica y Salud, 19 (1), 59- 81.

Sobre las autoras:  

Victoria A. Ferrer es Doctora en Psicología y Profesora titular de Psicología Social de la Facultad de Psicología de la Universidad de las Islas Baleares. Es así mismo, miembro del grupo de Investigación Estudios de género

Esperanza Bosch es Doctora en Psicología y Profesora titular de Psicología Básica de la Facultad de Psicología de la Universidad de las Islas Baleares. Es, a su vez, investigadora principal del grupo de Investigación Estudios de género

Ambas autoras son co-directoras de la Universidad de Verano de Estudios de Género de la Universidad de las Islas Baleares y co-autoras de diversos libros, incluyendo, El laberinto patriarcal (Ed. Antrophos, 2007); Feminismo en las aulas, primer título de la colección Treballs Feministes (Trabajos Feministas, 2003), de la que son directoras; La voz de las invisibles. Las víctimas de un mal amor que mata (Editorial Cátedra. Colección Feminismos, 2002); Assetjament sexual i violència de gènere (Acoso sexual y violencia de género. Editorial Documenta, 2000); o Historia de la misoginia (Editorial Antrophos, 1999). También han participado en la elaboración de diversos capítulos de libros relativos al tema, artículos en revistas de difusión nacional e internacional, y en congresos nacionales e internacionales.

Carmen Ramis Palmer es Doctora en Psicología y Profesora de Psicología de la Facultad de Psicología de la Universidad de las Islas Baleares. Colaboradora del grupo de investigación en Estudios de género, es especialista en Psicología del Trabajo y las Organizaciones, y autora de diferentes capítulos de libros y comunicaciones a congresos nacionales e internacionales sobre esta temática.

 

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