Un estudio destaca la importancia del bienestar afectivo y la resiliencia en el abordaje psicológico del cáncer de mama

20 Oct 2022

Ayer, 19 de octubre, se celebró el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, una fecha instaurada por la Organización Mundial de la Salud, con el objetivo de concienciar a toda la sociedad sobre esta grave enfermedad e incrementar las medidas de prevención, la detección precoz, y el acceso a diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos.

De acuerdo con datos de la OMS, el cáncer de mama es el más frecuente en mujeres, estimándose que una de cada 8 tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida. En España, las cifras de la Asociación Española contra el Cáncer indican que en 2020 se diagnosticaron más de 34.000 nuevos cánceres de mama.

La Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association) recuerda que este diagnóstico supone, con frecuencia, una noticia devastadora cuyo impacto emocional puede afectar a la salud física de las mujeres y a su bienestar psicológico. Si bien sentirse angustiado es una respuesta perfectamente normal frente a un diagnóstico de cáncer de mama, las emociones negativas que perduran y/o se exacerban posteriormente, pueden afectar negativamente el curso de la enfermedad.

 

Foto: Anna Shvets Fuente: pexels Fecha descarga: 19/10/2022

Según un estudio publicado en la revista científica International Journal of Environmental Research and Public Health (Revista internacional de investigación ambiental y salud pública), bajo el título General Health and Resilience of Breast Cancer Patients: The Mediator Role of Affective Well-Being, el bienestar afectivo desempeña un papel especialmente relevante en pacientes con cáncer de mama, en cuanto a su papel mediador en la resiliencia, por lo que una intervención adecuada enfocada en el manejo del estado afectivo de las pacientes puede tener un impacto favorable en su salud general.

El estudio, llevado a cabo por investigadoras de la Facultad de Psicología de la Universidad de Málaga, tiene como objetivo determinar el rol de algunos mecanismos psicológicos que afectan al ajuste psicooncológico, concretamente, la resiliencia y el bienestar, y conocer cómo se relacionan con la salud general.

Como bien señalan sus autoras, las consecuencias del cáncer de mama en los diferentes ámbitos de la vida de la persona que lo padece (ámbito físico, emocional, social y económico) conllevan un deterioro en su salud y calidad de vida. Los datos indican que aproximadamente un 40% de estas pacientes presenta trastornos comórbidos de ansiedad y del estado del ánimo. Estos síntomas se asocian con otros trastornos que afectan la salud de los pacientes, como las preocupaciones y el insomnio.

No obstante, destacan de forma positiva la existencia de “un porcentaje considerable de mujeres que presentan un buen ajuste psicológico y no se angustian después de un diagnóstico de cáncer de mama, o si lo hacen, logran recuperarse rápidamente, lo que se refleja en su estado de salud en general y sugiere una capacidad de recuperación o resiliencia”.

A este respecto, en los últimos años han surgido algunos estudios orientados a conocer qué variables positivas pueden amortiguar el malestar emocional provocado por el cáncer y promover un afrontamiento positivo, apuntando al papel mediador de variables como el apoyo social percibido, la resiliencia o la calidad de vida relacionada con la salud.

Tal y como señalan, los científicos que trabajan con pacientes con cáncer, especialmente con cáncer de mama, “corroboran que las mujeres que presentan mayores niveles de resiliencia son las que afrontan la enfermedad de forma más adaptativa (manteniendo mayores niveles de funcionamiento social) y con menor sintomatología ansioso-depresiva. En pacientes con cáncer de mama, se ha encontrado que la resiliencia está asociada con mayor afecto positivo y bienestar y menor afecto negativo”.

Los resultados de este estudio, obtenidos de una muestra de 109 mujeres de entre 31 y 75 años diagnosticadas de cáncer de mama, muestran fuertes asociaciones entre salud general y afecto positivo y negativo (observándose que pacientes con salud general más baja también presentan un bienestar más bajo) y entre la resiliencia y el afecto positivo y negativo, influyendo esta asociación en la salud general. La resiliencia tendría un mayor efecto sobre la salud general a través del bienestar afectivo.

El estudio concluye poniendo de relieve la importancia de conocer el papel de este mecanismo mediador, “no solo para comprender los procesos psicológicos que subyacen al cáncer de mama, sino también para el diseño de intervenciones psicológicas”. En este sentido, indica que si la finalidad del tratamiento es reducir los síntomas de desajuste psicológico y mejorar la salud general, la intervención debería estar orientada a aumentar el bienestar afectivo del paciente (no a disminuir su afecto negativo), del mismo modo en que las intervenciones centradas en la resiliencia favorecerán la salud general a través del afecto y promoverán un mejor afrontamiento del cáncer.

En línea con lo anterior, se subraya la relevancia del apoyo psicológico durante el tratamiento en la recuperación de la enfermedad, así como una vez finalizado, cuando los pacientes se convierten en supervivientes, siendo esencial aquí fomentar la resiliencia para evitar la angustia psicológica y el declive general, y para facilitar y promover la mejora de la salud general de las pacientes.

Atendiendo a ello, las autoras instan a los y las profesionales de la Psicooncología a diseñar intervenciones psicológicas dirigidas a aumentar el bienestar afectivo de las pacientes con cáncer de mama.

Fuente: Cerezo, M.V., Álvarez-Olmo, A., Rueda, P. (2022). General Health and Resilience of Breast Cancer Patients: The Mediator Role of Affective Well-Being. International Journal of Environmental Res. Public Health, 19, 5398. https://doi.org/10.3390/ijerph19095398  

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