COMUNICADO DEL COP DE GALICIA SOBRE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
1 Dic 2010
Mª Rosa Álvarez Prada(1) y Joaquín Prieto Flores(2)
(1)Decana del COP Galicia y (2)Coordinador del Programa «Abramos o Círculo», de atención psicológica a hombres con problemas de control y violencia en el ámbito familiar del COP Galicia
Hasta no hace muchos años, la violencia contra las mujeres, especialmente en el ámbito de la pareja, pertenecía a la esfera privada, encontrándose invisibilizada a nivel social y político. Y que no es hasta hace pocos años, años 60 del siglo pasado, a partir del trabajo realizado desde asociaciones de mujeres y desde los movimientos de mujeres maltratadas, cuando se consigue la implicación de los organismos internacionales y nacionales, cambios legislativos, participación del sistema judicial en la criminalización de estos comportamientos, campañas de concienciación social o puesta en marcha de servicios de ayuda para las mujeres y sus hijos e hijas. |
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Con estas medidas, se está consiguiendo cerrar puertas a estos comportamientos. Por un lado, dando una salida institucional a las mujeres y niños/as que son víctimas de esta violencia, que, sin duda, es el primer e imprescindible paso que debemos plantear. También mediante la criminalización de estos comportamientos, apoyados por medidas legislativas, judiciales y policiales. Y, por último, aunque consideramos que en menor medida, mediante una concienciación social de rechazo a estos comportamientos.
Pero, quizás, ha llegado el momento de considerar si, en la misma medida que estamos cerrando puertas, abrimos otras para que aquellos hombres que quieran cambiar, puedan hacerlo. La criminalización de estos comportamientos es un mensaje que no debe olvidarse, esta violencia es inaceptable, ya que hablamos de comportamientos que generan un daño físico y psicológico de especial importancia y, por lo tanto, no cabe más que entenderlos como un grave delito. Sin embargo, esta intervención no es suficiente si buscamos un cambio en estas actitudes o comportamientos. Este cambio sólo lo lograremos si conseguimos que nuestro mensaje llegue a los y las últimos/as responsables de esta situación, los hombres que ejercen violencia y a todas aquellas personas que contribuyen a sostener las relaciones con las mujeres basadas en la desigualdad. Por este motivo, consideramos que el rechazo más rotundo a estos comportamientos debe acompañarse de la oportunidad al cambio para todos aquellos hombres que deseen aprender a relacionarse con las mujeres desde el respeto y la igualdad.
La experiencia acumulada en los últimos años nos indica que los programas de intervención, sean de tipo preventivo o con hombres que han ejercido violencia de género, son eficaces con determinados tipos de hombres, tanto en el cambio de actitudes como en el cese de la violencia. De esta manera, consideramos que estos programas deben ser una parte más de las intervenciones dirigidas a cambiar la actual situación.
Por estos motivos, consideramos que la consecución de este objetivo sólo es posible con la colaboración de toda la sociedad y, especialmente, de los hombres. En este sentido, asumimos en su totalidad las palabras de L. Heise, líder en el movimiento de mujeres y reconocida experta internacional en temas relacionados con la violencia de género:
«Erradicar el abuso requiere que se trabaje directamente con hombres, adultos y jóvenes, en temas de masculinidad, poder, papel de los sexos. Cada vez estoy más convencida de que la respuesta reside en redefinir qué significa ser varón y esta tarea que sólo se puede llevar a cabo en cooperación con los hombres».
Santiago de Compostela, 29 de noviembre de 2010