LA VIOLENCIA TERRORISTA, EL MALTRATO A LA MUJER Y LA PREVENCIÓN PRIMARIA EN PSICOSIS, TEMAS DE LA PENÚLTIMA JORNADA DEL 9 CONGRESO EUROPEO DE PSICOLOGÍA

8 Jul 2005

Hay que deslegitimar el discurso de justificación del terrorismo

El simposio sobre violencia y terrorismo coordinado por José Manuel Sabucedo, catedrático del departamento de Psicología Social de la Universidad de Santiago de Compostela, contó con la presencia de los psicólogos Amalio Blanco y Carlos Yela.

José Manuel Sabucedo disertó sobre la legitimación y justificación de la violencia política, analizando las causas y planteando la necesidad de cambiar la cultura sobre la violencia.

Aunque existe una parte del espectro político que ve en la explicación de las causas la exculpación y legitimación de los terroristas. Sin embargo, para Sabucedo lo irreflexivo es obviar la existencia de los conflictos y sus causas. Quiso hacer una llamada de atención al análisis que se hace del origen de la violencia, cuando se utilizan teorías cercanas al psicologismo reduccionista, ya que en contra de esta teoría, Sabucedo afirma que además de lo que está en la cabeza del individuo, importa tanto o más el nivel de análisis evolutivo, el histórico, el cultural, el social, los análisis interpersonales (es decir, los procesos de influencia social a través del grupo) de esa persona.

Jose Manuel Sabucedo

Según Sabucedo «en el tema de la violencia política existe un cinismo político y una ambigüedad moral. Nos importan nuestros muertos, pero no los otros». «Hemos vivido y hemos sido socializados en una cultura de la violencia, que por otro lado también está presente en las prácticas interpersonales de la vida diaria». Sabucedo afirmó que estamos sustituyendo los conceptos en materia de cultura de paz, del «Peace-keeping» (mantenimiento de la paz), al «Peace-building» (construcción de la paz).

Amalio Blanco analizó las variables del mal desde distintos autores, comentando que «hay que rescatar el concepto del mal de las garras especulativas de los políticos y de los teólogos y profundizar en el concepto psicológico del mal».

Amalio Blanco

Carlos Yela destacó la obscenidad de la violencia y de la necesidad de establecer un pensamiento y un discurso que conduzcan a una acción para enfrentarse a esa violencia. Al tener la violencia tantas aristas, Yela se centra en el concepto de fanatismo, elaborando un significado de éste, siendo una de las características de el fanatismo la destrucción y en el que «lo peor sólo puede ser cometido en nombre de lo mejor».Un ejemplo de fanatismo reciente, espeluznante y revelador son las notas de los suicidas de Leganes: «La vida no es valiosa. A los tiranos y a occidente convertidlos en nuestros enemigos».

No hay una conciencia de la gravedad de la violencia psicológica en el maltrato contra la mujer

Una investigación realizada por distintas universidades españolas: Oviedo, Valencia, La Laguna, Sevilla y Huelva fue presentado ayer por los psicólogos Francisco Javier Rodríguez Díaz y y Luís Rodríguez Franco, de la Universidad de Sevilla,, profesor de la Universidad de Oviedo.

Esta investigación que se ha realizado sobre cerca de 200 mujeres maltratadas en diferentes lugares de España, muestra unos resultados altamente clarificadores acerca de la difícil situación que tienen estas mujeres. Existen datos tan significativos como que el 45% de la mujeres maltratadas no realiza denuncias contra sus maltratadotes o que el 25% sigue conviviendo con su agresor. De igual forma un 70% estas mujeres sufre violencia frecuentemente. El 60% de éstas no trabajan a pesar de que el 90% tenía una actividad profesional antes del maltrato. El 80% sufre agresión verbal (violencia psicológica) y de éstas un 25% padece violencia sexual.

Francisco Javier Rodríguez Díaz y Luis Rodríguez Franco
El 80% de estas mujeres sufre violencia a través de empujones y desconsideraciones que ellas mismas no entienden como maltrato

Por otro lado, y a nivel de actitudes entre los jóvenes, se está generalizando una situación de tolerancia de ciertas actitudes violentas, por lo que habría que trabajar con los adolescentes a nivel educativo para reducir actitudes de género que conllevan a malos tratos. Por otra parte, el profesor Rodríguez desmitificó la idea implantada en una buena parte de nuestra sociedad de la relación directa entre alcohol y maltrato.

En esta presentación se habló de que los problemas más frecuentes de las mujeres que sufren maltrato son los trastornos de estrés postraumático y depresión. También se ha encontrado baja autoestima y es posible que desarrollen sentimientos de ineficacia, culpa, aislamiento social y dependencia emocional del maltratador, junto con ansiedad y sintomatología somática. Otros problemas menos comunes son los intentos de suicidio y el abuso de alcohol, drogas y/o medicamentos, sobre todo psicofármacos, como una forma inadecuada de hacer frente a la situación.

A nivel social, la violencia del hombre contra la mujer es una manifestación de la desigualdad de género y un mecanismo de subordinación de las mujeres que sirve para reproducir y mantener el status quo de la dominación masculina y la subordinación femenina, por lo que el problema de la violencia contra las mujeres no puede ser comprendido ni tratado centrándose exclusivamente en la psicología del individuo.

El grupo del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de la Laguna dirigido por Mª Pilar Matud ha propuesto un programa grupal con dos metas básicas: ayudar a la mujer a recuperar el control de su vida y remediar el impacto psicológico del abuso. Los resultados obtenidos inmediatamente tras el tratamiento y en los seguimientos mantenidos hasta los 12 meses después muestran que la mayoría de las mujeres que participaron en el programa tuvieron una reducción significativa de los síntomas de estrés postraumático, ansiedad, depresión, somatizaciones, de la sensación de indefensión y de la inseguridad en sí misma, así como un aumento de la autoestima y del apoyo social. Esta eficacia parece darse independientemente de la edad, nivel sociocultural y abusos sufridos.

La profesora de la Universidad de Valencia, Manuela Martínez Ortiz, habló sobre el impacto de la violencia de pareja en la salud de las mujeres, donde afirmó que la violencia psicológica es igual de violenta que la violencia física, y que el deterioro en la salud de la mujer es de gran impacto, tanto a nivel mental (ansiedad, depresión, estrés postraumático) como a nivel físico, con alteraciones en el sistema inmune del organismo y en el sistema hormonal, referido al cortisol (la hormona del estrés).

La intervención temprana en la psicosis disminuye la morbilidad clínica

En el simposio sobre la intervención temprana celebrado en el 9 Congreso Europeo de Psicología se ha expuesto cómo hacer una prevención primaria de los trastornos psicóticos; por tratarse de un objetivo asistencial que va adquiriendo gran relevancia, a nivel internacional. Con la participación del Dr. Serafín Lemos, de la Universidad de Oviedo, del Dr. Oscar Vallina, del Servicio Cántabro de Salud, y del Dr. Allan Larsen, del Hospital Universitario de Stavanger (Noruega), se han subrayado los beneficios que se derivan de hacer una detección precoz de las personas que manifiestan características clínicas de alto riesgo de desarrollar un trastorno psicótico. La detección precoz, mediante la formación del personal de asistencia médica primaria, una rápida evaluación clínica específica de la persona con posibles factores de riesgo, y la temprana inclusión de la persona de riesgo en un programa de tratamiento, han demostrado permitir una más rápida disminución de la morbilidad clínica, mejor recuperación en el caso de que la psicosis hubiera ya comenzado, un mejor pronóstico a largo plazo, el mantenimiento de las habilidades sociales y de los apoyos sociales de la persona de riesgo, y la disminución de las necesidades de hospitalización.

Dr. Allan Larsen y Dr Serafín Lemos

El Dr. Lemos presentó algunos programas pioneros ya existentes en otros países, subrayando sus características comunes; que incluyen tratamientos psicosociales, combinados eventualmente con terapias farmacológicos a bajas dosis, así como la utilización de algunos instrumentos clínicos para la identificación de las personas que presentan características de riesgo de psicosis. En este sentido, la Escala de Signos Prodrómicos (SOPS) ha demostrado ser un instrumento con elevada especificidad y sensibilidad para la identificación de las personas con predisposición a la psicosis y con alto poder predictivo de transición a la psicosis, de acuerdo con la validación realizada en el programa de prevención actualmente existente en el Hospital Sierrallana de Torrelavega (Cantabria).

Precisamente, la descripción de este programa de prevención de psicosis, el primero puesto en marcha en un sistema público de salud en España, como resultado de la colaboración entre el Servicio Cántabro de Salud y la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo y del apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología en el año 2002, fue presentado por el Dr. Oscar Vallina, que expuso el protocolo de intervención clínica utilizado, así como los resultados de su eficacia, tras los tres primeros años de funcionamiento, en comparación con otros dos programas similares norteamericanos. Entre las conclusiones a destacar se subraya un significativo efecto de detención o de demora en la aparición de psicosis en las personas de alto riesgo, tras la aplicación del tratamiento combinando de medicación, terapia cognitiva y trabajo psicoeducativo con familias; así como una excelente recuperación clínica y funcional en las personas que no llegan a presentar síntomas psicóticos.

El Dr. Larsen presentó también los resultados del conocido programa TIPS, que se ha implantado en Noruega y Dinamarca para una rápida recuperación de los pacientes que ya han presentado un primer episodio clínico de psicosis; así como el reciente desarrollo de un programa específico de intervención en fases anteriores, prepsicóticas.

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