El mediador familiar ante negociaciones atascadas: funcionalizar el desacuerdo

12 Nov 2012

Miguel Hierro Requena
Ayuntamiento de Madrid

Los procesos de cambio o crisis, parte natural del proceso evolutivo familiar, son inevitables. En la mayoría de las ocasiones, el Sistema Familiar encuentra una manera adaptativa de enfrentar el cambio. Esta adaptación facilita y permite que la infancia se torne en juventud y que la juventud alcance la edad adulta. Así mismo, los padres modifican paulatinamente la manera de cuidar y criar a sus hijos, desarrollando nuevas funciones y abandonando otras que dejan de ser necesarias o eficaces.

En algunas ocasiones el proceso evolutivo se atasca, el cambio o crisis se convierte no en una situación temporal sino que adquiere una estabilidad que produce tensiones, malestares y conflictos en los miembros de la familia. Y en ocasiones llega la ruptura de la pareja, la salida del domicilio de un hijo adulto no por acuerdo sin por conflicto, el enfrentamiento en torno a la gestión de una herencia, etc.

 

Estas y muchas otras son ocasiones en las que la familia necesita tomar decisiones, de carácter más o menos estable, que faciliten la gestión de las consecuencias de un conflicto o crisis.

Los servicios de Mediación Familiar esperan ser facilitadores de una comunicación efectiva para transmitir necesidades y hacer propuestas que, de llevarse a cabo, cubran la totalidad o una parte esas necesidades, y alcanzar acuerdos en torno a algunas de esas propuestas. Esta facilitación surge desde un contexto neutral, que facilita la disminución de la intensidad emocional resultante de las dificultades familiares, y propiciando un ambiente donde la comunicación resulte más eficaz y colaborativa. Sin embargo, nos son escasas las ocasiones en que la negociación se atasca.

La Negociación Atascada surge en un proceso de mediación en marcha, en el que han tenido lugar conversaciones sobre las condiciones del proceso de mediación, los objetivos del mismo y las necesidades que se pretende tratar de resolver, y se ha obtenido un consentimiento y acuerdo entre los usuarios y el mediador al respecto.

La Negociación Atascada llega cuando, tras la definición de una necesidad familiar y la recogida de al menos una propuesta para cubrir dicha necesidad procedente de cada uno de los usuarios, ocurre que las propuestas son incompatibles y ambos usuarios se muestran inmóviles bien hacia el desarrollo de otras propuestas bien hacia la aceptación de alguna de las propuestas surgidas del otro miembro de la familia. Tiene lugar principalmente en el momento de Recogida de propuestas y Negociación o, con carácter más excepcional, en el momento de la Definición de Acuerdos.

Esta inmovilidad estaría relacionada con la percepción por parte de cada uno de los usuarios de que las propuestas que está descartando (es decir, las que provienen de la otra parte) no satisfacen de manera adecuada su propia necesidad. Recordemos que las necesidades familiares son las necesidades de los miembros de la familia, y que el conflicto familiar surge precisamente de la manifestación de necesidades incompatibles entre unos y otros.

Qué hacer ante Negociaciones Atascadas

El Mediador puede tomar la palabra, dedicar unos minutos a enumerar todos los aspectos que a ambos preocupan y las necesidades comunes que se han detectado, elogiar el esfuerzo que a ambos les supone acudir al Espacio de Mediación para tratar de facilitar la transición familiar y finalizar transmitiendo que, si bien es un proceso difícil, el Mediador es de la opinión de que es posible encontrar una vía válida para ambos.

En este discurso es interesante incluir ejemplos de anécdotas que la familia haya podido ir dejando caer en las reuniones. A continuación se retomaría la negociación dando por hecho que surgirán nuevas alternativas.

Cuando la anterior intervención no resulta eficaz y no genera el acercamiento o el acuerdo entre los usuarios, el Mediador puede sentirse sin más recursos, y el proceso de Mediación Familiar abocado a su fin. Llegado este momento, podemos recurrir a una intervención de carácter paradójico.

Propuesta de intervención

Técnica propuesta: Funcionalizar el desacuerdo

En este caso, se pueden seguir los siguientes cuatro pasos. Es una intervención en la cual el Mediador Familiar recurre a la postura del experto, mostrándose tranquilo, y hablando pausadamente.

  • Paso 1. Proponer pasar a otro tema, normalizar que exista esta disputa y que probablemente no será la única; después de todo, las personas divorciadas tienen diferencias.
  • Paso 2. Señalar que no ponerse de acuerdo en este aspecto no solo no implica falta de responsabilidad, sino que probablemente supone un alto ejercicio de responsabilidad: sería más fácil aceptar cualquier cosa y luego no cumplirla.
  • Paso 3. Reconocer que probablemente no hemos entendido bien el efecto protector que mantener su postura cada uno de ellos tiene sobre todos los miembros de la familia.
  • Paso 4. Preguntar ¿de qué otra necesidad familiar os gustaría hablar ahora?

He estado aplicando esta intervención cuando me enfrento a Negociaciones Atascadas desde el verano de 2012 (hace ahora dos años), concretamente en veintiún procesos de Mediación Familiar. De ellos, en catorce ocasiones, tras la intervención descrita, se generó una movilización en uno o ambos miembros de la familia que permitió un acercamiento de las posturas anteriores o un acuerdo al respecto.

Espero seguir teniendo la oportunidad de desarrollar esta intervención. Así mismo, animaría a otros mediadores a aplicarla, tal y como la describo o con modificaciones o adaptaciones que estimen oportunas, para corroborar o descartar su utilidad.

El artículo completo se puede encontrar en la revista Anuario de Psicología Jurídica:

Hierro Requena, M. (2012). Funcionalizar el desacuerdo. Definición y propuesta de intervención mediadora ante negociaciones atascadas. Anuario de Psicología Jurídica, Vol. 22, 47-54.

Sobre el autor:

Miguel Hierro Requena. Licenciado en Psicología y Experto en Mediación y Resolución de conflictos. Desde 2000, desarrolla su labor en servicios de Mediación vinculados a situaciones de divorcio y de acogimiento familiar de menores. Actualmente es responsable del Área de Mediación Intrajudicial del Centro de Apoyo a las Familias 1 del Ayuntamiento de Madrid.

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