La OMS presenta su Plan de Acción para la Salud Mental (2013-2020)

23 May 2013

Esta semana se está celebrando en Ginebra, la Asamblea Mundial de la salud, donde la OMS presentará un borrador del Plan de Acción para la Salud Mental 2013-2020, cuya finalidad global es fomentar el bienestar mental, prevenir los trastornos mentales, proporcionar atención, mejorar la recuperación, promover los derechos humanos y reducir la mortalidad, morbilidad y discapacidad de las personas con trastornos mentales.

Según los datos aportados por la OMS, la carga de trastornos mentales sigue aumentando y tiene grandes repercusiones en la salud, además de importantes consecuencias sociales, económicas y para los derechos humanos en todos los países del mundo.

Se estima que los desórdenes mentales y neurológicos afectan en el mundo a unos 700 millones de personas, la mayoría de las cuales no cuentan con la atención psicológica adecuada. Las cifras son escalofriantes, unos 350 millones de personas en el mundo padecen depresión; 90 millones conviven con un desorden de abuso de sustancias; 50 millones padecen epilepsia; y 35,6 millones sufren Alzheimer y otras demencias. A pesar de estos datos y de las graves repercusiones de esta situación, su prevención y tratamiento no ha sido prioritario hasta ahora, que la OMS ha promovido este plan de acción.

Este plan, tiene un enfoque integral y multisectorial, con coordinación de los servicios de los sectores sanitario y social, y concede especial atención a la promoción, prevención, tratamiento, rehabilitación, atención y recuperación. Asimismo, establece acciones claras para los Estados Miembros, la Secretaría y los asociados a nivel internacional, regional y nacional, y propone indicadores y metas clave que se pueden utilizar para evaluar la aplicación, los progresos y el impacto. En el núcleo del plan de acción se encuentra el principio mundialmente aceptado de que “no hay salud sin salud mental”.

El plan de acción se basa en seis principios y enfoques transversales:

  • Acceso y cobertura universales: independientemente de la edad, sexo, posición social, raza, etnia u orientación sexual, y de acuerdo con el principio de equidad, las personas con trastornos mentales deberán poder acceder, sin riesgo de empobrecimiento, a servicios de salud y sociales, que les permitan recuperarse y gozar del grado máximo de salud que se pueda lograr.
  • Derechos humanos: las estrategias, acciones e intervenciones terapéuticas, en materia de salud mental, deben ajustarse a la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad y a otros instrumentos de derechos humanos.
  • Práctica basada en evidencias: las estrategias e intervenciones terapéuticas, en materia de salud mental, tienen que basarse en pruebas científicas y/o en prácticas óptimas, teniendo en cuenta consideraciones de carácter cultural.
  • Enfoque que abarque la totalidad del ciclo vital: las políticas, planes y servicios de salud mental han de tener en cuenta las necesidades sanitarias y sociales en todas las etapas del ciclo vital: lactancia, infancia, adolescencia, edad adulta y ancianidad.
  • Enfoque multisectorial: la respuesta integral y coordinada con respecto a la salud mental requiere alianzas con múltiples sectores públicos, tales como los de la salud, educación, empleo, justicia penal, vivienda, social,…
  • Emancipación de las personas con trastornos mentales y discapacidades psicosociales: las personas con trastornos mentales y discapacidades psicosociales deben emanciparse y participar en la promoción, las políticas, la planificación, la legislación, la prestación de servicios, el seguimiento, la investigación y la evaluación en materia de salud mental.

Fuente:

WHO Mental Health

Para consultar el informe completo:

Plan de Acción para la Salud Mental 2013-2020

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