Las personas con síndrome de Down ante el proceso de envejecimiento

19 Feb 2014

El Real Patronato sobre Discapacidad, junto con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha editado el informe Las personas con síndrome de Down y sus familias ante el proceso de envejecimiento. El texto analiza el impacto del aumento de la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down que están en proceso de envejecimiento, tanto en su salud integral, como en su actividad social y en el acceso a los sistemas de protección social. Asimismo, el informe realiza una evaluación de las demandas y expectativas de las personas con síndrome de Down y sus familias ante el proceso de envejecimiento, con el fin de proporcionar orientaciones para el desarrollo de programas e intervenciones en con este colectivo.

En los últimos años, los avances y conocimientos médicos han permitido alargar la esperanza de vida de las personas con síndrome Down, generando un nuevo marco de trabajo para los profesionales que participan en este campo. El envejecimiento en este colectivo (que se produce precozmente a la edad de 40-50 años) supone, hoy en día, una variable importante a tener en cuenta en el diseño de programas de intervención, no sólo porque afecta a la salud integral de estas personas, sino también porque repercute en la dinámica familiar, puesto que las necesidades de las personas con síndrome de Down experimentan un cambio y los progenitores o cuidadores principales también sufren los efectos del paso del tiempo, de tal manera que, en algunos casos, no pueden prestar los cuidados que venían administrando.

Se da la circunstancia, además, de que las personas con síndrome de Down son más vulnerables en las etapas de transición vital, incluido el paso de la edad adulta al envejecimiento, por lo que resulta esencial desarrollar protocolos de adaptación a los cambios que van a sufrir, y que contemplen la adaptación a la vida laboral, a la vida socio-afectiva y sexual y al proceso de hacerse mayores, que suele conllevar el aumento de peso, el incremento del uso de fármacos, cambios en el aspecto físico, disminución de la capacidad de vista y oído, pérdida de apetito y pérdida de memoria.

Por este motivo, los autores del informe subrayan la necesidad de “incorporar con urgencia”  intervenciones que contemplen el envejecimiento, dirigidas a prevenir la dependencia y fomentar el desarrollo de hábitos de autocuidado en personas con síndrome de Down, y que incluyan el aprendizaje de la gestión de los momentos de ocio y tiempo libre, potenciando el contacto con compañeros y amigos. “Uno de los principales retos para profesionales, entidades y familias está en mantener y/o dotar de recursos a las personas con discapacidad intelectual para mantener el estilo de vida que han llevado hasta el proceso de envejecimiento”, señala el texto.

Según concluyen los autores del informe, esta línea de trabajo requiere una aproximación integral, mediante la intervención coordinada de diversos profesionales (médicos, psicólogos, trabajadores sociales…) y de distintas instituciones, que garantice “la prevención de la dependencia, la promoción de la autonomía personal, las relaciones familiares gratificantes y la inclusión social en todos los ámbitos de su vida personal”.

Las personas interesadas pueden consultar el informe en el siguiente enlace:

Las personas con síndrome de Down y sus familias ante el proceso de envejecimiento

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