Editorial julio-septiembre 2015

A pesar de la promesa de descanso estival, los meses de verano han sido un periodo de actividad intensa para esta organización colegial.

Iniciábamos el mes de julio con dos grandes noticias para la profesión, dado que, por un lado, el Consejo de Ministros aprobaba, finalmente, el “Real Decreto por el que se regulan los Diplomas de Acreditación y Diplomas de Acreditación Avanzada”, contemplados en el artículo 36 de la “Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias”. Se trata de un nuevo tipo de acreditaciones que gozan de carácter oficial, reserva de denominación y validez en todo el territorio nacional, y que permitirán a los graduados y especialistas en Ciencias de la Salud certificar su nivel de formación en un área específica de una profesión o especialidad. Y por otro, gracias a las intensas negociaciones con las diferentes fuerzas políticas, y a las alegaciones elaboradas y presentadas por representantes de este Consejo, se incorporaba a los psicólogos clínicos en el “Proyecto de Ley de reforma del Sistema para la valoración de los daños y perjuicios a víctimas de accidentes de tráfico”, de cuyo redactado inicial habíamos sido, para nuestra sorpresa, excluidos.

Con este cambio, un éxito para la Psicología, las mayores beneficiadas serán, sin ningún género de dudas, las propias víctimas y sus familiares, ya que podrán disponer de una mejor y más completa atención psicológica en los casos necesarios.

Con ánimo renovado por estas noticias, el Consejo se reunió a finales del mismo mes con representantes del Ministerio de Sanidad y del Ministerio de Educación, para insistir, una vez más, conjuntamente con la Conferencia de Decanos de Facultades de Psicología, en la necesidad de regular, tal y como la ley establece, el Grado en Psicología. Ante las incomprensibles resistencias y aplazamientos del Ministerio de Educación en lo que respecta a regular el Grado en Psicología, se consiguió, en este encuentro, el compromiso de ambos Ministerios de realizar una consulta a la Abogacía del Estado en relación con la interpretación de lo establecido en la “Disposición adicional séptima de la Ley 33/2011 General de salud pública”. Continuamos pendientes de la consulta, y el COP seguirá con enorme interés el posible análisis que puedan realizar de la norma los abogados del Estado en los próximos meses.

En otro orden de cosas, la División de Psicología Educativa del COP, ante la publicación en el BOE del “Real Decreto 665/2015, de 17 de julio, por el que se desarrollan determinadas disposiciones relativas al ejercicio de la docencia en la Educación Secundaria Obligatoria, el Bachillerato, la Formación Profesional y las enseñanzas de régimen especial, a la formación inicial del profesorado y a las especialidades de los cuerpos docentes de Enseñanza Secundaria”, se dirigía en las pasadas semanas al Subdirector General de Ordenación Académica del Ministerio de Educación, para reiterar la necesidad de la creación de una Orientación especializada con denominación de “Orientación educativa psicológica”, de cara a garantizar la calidad del sistema educativo y el apoyo al alumnado, sus familias y el profesorado, así como de que la asignatura de “Psicología” sea impartida por los Licenciados o Graduados en Psicología, recordando, de nuevo, la importancia de que estas propuestas se incorporen en las próximas reformas de la regulación de las especialidades docentes de Enseñanza Secundaria.

Para finalizar, no deseo despedirme sin animar a todos los psicólogos y psicólogas del ámbito de la Psicología del Trabajo y de los Recursos Humanos a reservarse el 2 y 3 de junio de 2016. Se celebrará en esas fechas, en Madrid, el Congreso Internacional de Psicología del Trabajo y Recursos Humanos, promovido por este Consejo General y organizado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. Será sin duda un punto de referencia para compartir todos los avances científico-profesionales del área.

Espero que todos hayáis tenido el mejor de los veranos posibles.