Jornada/debate del COP Madrid sobre la formación de especialistas en Psicología Clínica de la CAM

16 Nov 2015

COP Madrid

Los días 13 y 14 de octubre, tuvo lugar en el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid la Jornada sobre la formación de especialistas en Psicología Clínica de la Comunidad de Madrid, organizada por el Grupo de Trabajo de Formación de Especialistas del COP de Madrid, la Sección de Psicología clínica y de la Salud y la Vocalía del Colegio. En ella participaron psicólogos clínicos, tutores, colaboradores docentes y residentes de las Unidades Docentes Multiprofesionales de Salud Mental de la Comunidad de Madrid.

El martes, tras la inauguración, se comenzó con la  Conferencia “Historia del Programa PIR en la Comunidad de Madrid” (Ver video) a cargo de Juan Carlos Duro, en la que se recorrió los avatares históricos del programa PIR tanto a nivel estatal como madrileño. Desde los comienzos de la Psicología como enseñanza y titulación dependiente de la facultad de Filosofía y Letras (1968-1971), tuvieron lugar protestas y reivindicaciones solicitando la inclusión de la Psicología en la Educación y Sanidad como Servicios Públicos lideradas por la Sección de Psicología del Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid (1972-1980). Destacó el conferenciante las 6 plazas que aparecieron, de modo único y sin continuidad, en el año 1977, con una duración de 2 años prorrogables a otros 2 más, adscritas a diversos hospitales de Madrid, como primer antecedente del actual programa de formación PIR y el intento de creación de la Escuela de Psicología clínica para médicos (1978) propuesta por distintos psiquiatras conservadores vinculados a Cátedras de Salamanca, Valladolid y el Hospital Clínico de Madrid. A partir de los años 80 comienzan algunos de los cambios más significativos con la Ley General de Sanidad, que incluye también la salud mental, la petición de la puesta en marcha del programa PIR incluida en el Documento Ministerial para la Reforma Psiquiátrica (1985) y los documentos elaborados por el Colegio de Psicólogos, la AEN y distintas Comunidades Autonómicas, que sirvieron de base para la creación de la Especialidad y el programa PIR. También se señalaron, como antecedentes al PIR las experiencias autonómicas similares al futuro PIR, (en Madrid en 1990) y la aparición estatal del mismo en 1993 con 51 plazas, hasta alcanzar el presente con 129 plazas en la convocatoria actual de 2015.

A continuación, se desarrolló la mesa “Recuerdos, experiencias y valoraciones de los primeros PIRes de la Comunidad de Madrid” (Ver video), tomaron la palabra Esther de Grado(participante en el primer programa “PIR autonómico” de la Comunidad de Madrid (1990-1993). Tutora general de los PIRes en el Instituto Psiquiátrico José Germain), Alfonso Ladrón(participante en el primer PIR estatal por la Comunidad de Madrid (1995-1998). Psicólogo Clínico de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Salud Mental del Hospital Clínico Universitario San Carlos), Francisco González (participante en el programa de formación “PIR autonómico” de la Comunidad de Madrid (1991-1994). Psicólogo Clínico del CSM de Hortaleza en el Programa Infanto-juvenil) y María José Ortega Cabrera (participante en el primer programa de formación “PIR autonómico” de la Comunidad de Madrid (1990-1993). Psicóloga Clínica del CSM de Barajas en el Programa Infanto-juvenil), integrantes de los primeros programas PIR, moderados por Pedro Rodríguez (miembro de la Comisión de Valoración del Programa PIR del Colegio de Psicólogos (1992). Jefe del CSM de Ciudad Lineal). Comentaron su experiencia personal, recuerdos, sensaciones, aprendizajes y un balance final que unánimemente resultó ser positivo y enriquecedor. Tomando estos proyectos previos al PIR estatal desarrollos muy dispares en las distintas Comunidades Autónomas, hasta el punto de que la vinculación con la administración pública no era la misma. En el caso de Madrid la contratación, al principio, era una beca, con lo que al finalizar la formación no se les entregó título alguno ni se contabilizaron estos años de formación como experiencia laboral a la hora de acceder a las futuras plazas para especialistas. Años después al crearse el certificado acreditativo de Psicólogo Clínico Especialista tuvieron que presentar toda su documentación por la vía 1 sin serles tenida en cuenta la experiencia laboral de esos años.

El miércoles se trató la situación actual de la especialidad, para debatir y recoger todas las propuestas posibles de los asistentes, poniendo de relieve las fortalezas y debilidades de la formación para la especialidad, así como la evolución desde sus comienzos hasta el día de hoy. Las intervenciones se recogieron en una conferencia, dos mesas y una sesión plenaria.

La Conferencia, titulada “Situación Actual de la Especialidad de Psicología Clínica y Perspectivas de Futuro” (Ver video), fue impartida por José López (Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (SESCAM). Presidente de la Comisión Nacional de la Especialidad en Psicología Clínica (CNEPC) que habló de la evolución del programa PIR desde los inicios comentados más arriba, mencionando diversos hitos temporales como la publicación en el BOE de la Orden SAS/1620/2009, de 2 de junio de 2009, en la que se detalla el programa PIR con sus objetivos, actividades y la duración actual de 4 años de residencia. La importancia del Libro del Residente, como espacio en el que queda reflejada toda la formación, docencia, cursos y actividades realizadas durante la residencia por el futuro especialista. También hizo referencia al decreto de troncalidad promulgado en 2014 a través del cual las especialidades médicas se ordenan en torno a 6 troncos con un programa común, previos a unos años de especialización posterior, creándose la Especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, quedando nuestra especialidad excluida de esta posibilidad. Manifestándose por parte de la Comisión Nacional cierta prudencia sobre cuál sería el modelo adecuado para desarrollar esta troncalidad. Se exponen los temas de trabajo más importantes de la CNEPC, el itinerario propuesto para el acceso a la especialidad sería Grado → Máster PGS → PIR; el debate sobre opciones de troncalidad y posibles nuevas especialidades como Infancia y Adolescencia (que aparece como la más clara), Neuropsicología, Psicología de la Salud (Psicooncología) y Psicología Clínica en Atención Primaria, o como Áreas de Capacitación Específica; la potenciación de las unidades independientes de Psicología Clínica dentro de los servicios sanitarios, dirigidas por Psicólogos Clínicos Especialistas; Las posibles mejoras de la formación PIR, encontrándose deficiencias en la atención continuada y los contenidos teóricos impartidos; la importancia cardinal de la presencia del Psicólogo Clínico en Atención Primaria, ya que se trata del profesional que ha sido formado dentro del sistema nacional sanitario (SNS) y que tiene la cualificación necesaria para responder a las necesidades del mismo; las actuales dudas y problemáticas asociadas a la cartera de servicios del SNS que incluye centros públicos y concertados, no cumpliendo los segundos actualmente con la contratación exclusiva de Psicólogos Clínicos. A pesar de tener todos estos temas inconclusos sobre la mesa se expresó por un lado el reconocimiento de la especialidad y la consolidación de la misma, asumiéndose la calidad de la enseñanza que se imparte, y, por otro, el actual retroceso en el número de plazas concedidas para la formación PIR.

La primera mesa “Presente y futuro de la Especialidad en Psicología Clínica” (Ver video), fue un acercamiento general a la situación actual y la presentación de una de las posibles especialidades en el futuro de la troncalidad (Neuropsicología). Participaron en la misma Antonio Javier Palacios (Hospital de Día de Adultos del Servicio de Salud Mental del Hospital Universitario de Guadalajara. Vocal de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (ANPIR), Mónica Alonso-Sañudo, especialista, en paro y Silvia Cámara del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Niño Jesús, moderados por Dª Mayelín Rey(CSM de Ciudad Lineal. Grupo de trabajo de Formación de Especialistas del Colegio de Psicólogos de Madrid), con Amelia Franquelo (PIR 3 del Hospital Dr. Rodríguez Lafora. Grupo de trabajo de Formación de Especialistas del Colegio de Psicólogos de Madrid) como secretaria.


Antonio Palacios realizó un recorrido por la formación especializada, partiendo de la formación MIR. Recordó que se recogió el testigo de la lucha llevada a cabo por otros psicólogos. Principalmente resaltó los riesgos/amenazas de la especialidad. Por ejemplo, propone que exista un itinerario, que no permita que otras profesiones desde el grado puedan acceder a la formación PIR, como desde psicopedagogía. También señaló la masificación de alumnos en el título de grado de psicología. Otro riesgo importante son los discursos que plantean la no diferenciación con el título de Psicología General Sanitaria y la confusión que genera.

Momento de la Jornada sobre formación de Especialistas en Psicología Clínica de la CAM

Mónica Alonso-Ceñudo, especialista recién estrenada y aspirante a adjunta de psicología en el SNS, recordó su paso por la residencia, los miedos y expectativas del primer año de residencia, la decepción con el sistema en el segundo año, que le llevó a implicarse más para cambiar la situación, a pesar de lo que cuesta comprometerse siendo PIR, y del último año destaca la incertidumbre de terminar, de ejercer como psicóloga clínica y las dificultades para encontrar trabajo. Propone que habría que realizar formación a los psicólogos clínicos de staff para ser tutores, disponer de espacios reglados y participar en la docencia como un derecho. Concluye que el paso por la formación PIR le ha aportado manejarse en un entorno complejo y le ha preparado para desempeñarse como psicóloga clínica durante tres meses de sustitución en Hematología/Psicooncología dentro de un equipo interdisciplinar.

Silvia Cámara, recuerda que la Neuropsicología es un área de formación específica en el 4º año del PIR, con una duración de 4 meses. La neuropsicología puede recibir demanda de diferentes ámbitos y especialistas. En el Hospital Niño Jesús existen tres áreas que se han desarrollado: enfermedades neurodegenerativas, epilepsia y daño cerebral adquirido. Esta última, es una unidad de reciente creación en la que ella trabaja. Para finalizar, propone regular la Neuropsicología como formación dentro de la formación PIR, para que tenga necesariamente una base clínica, que se realice de forma supervisada y que responda a la creciente demanda social y de otros profesionales sanitarios.

Después tuvo lugar la segunda mesa “El Programa PIR en la Comunidad de Madrid: Fortalezas y debilidades. Propuestas de mejora” (Ver video), moderada por Juan Jesús Muñoz (Tutor general de los PIRes en el Hospital San Juan de Dios de Ciempozuelos. Grupo de trabajo de de Formación de Especialistas del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid), con Ángeles Castro (CSM de Villaverde. Coordinadora de Formación Continuada y Docencia), D. Javier Ramos (CSM de Carabanchel. Tutor general de PIRes del Hospital universitario 12 de Octubre), Fátima Marcó (PIR 4 del Hospital Universitario de Fuenlabrada. Grupo de trabajo de Formación de Especialistas del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid), Mónica Díaz de Neira (CSM de Moncloa. Tutora general de PIRes de la Fundación Jiménez Díaz. Grupo de trabajo de Psicología y Atención Primaria del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid), y con Isabel Sierra (Vocal de Psicología Clínica en la Sanidad Pública de la Sección de Psicología Clínica y de la Salud del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid) como secretaria.

Javier Ramos realizó un repaso de las que a su juicio eran las principales situaciones a mejorar dentro del sistema de formación de psicólogos internos residentes así como cuáles eran aquellos aspectos que habían derivado en la consolidación de la especialidad sanitaria. Entre las principales ideas que se extraían de su discurso estaba la necesidad de la homogeneidad de la formación en unos y otros dispositivos sanitarios y/o la importancia de la formación PIR en la Comunidad de Madrid, donde habría más de un 20% del total de las 129 plazas ofertadas en la última convocatoria para todo el territorio español. Entre las fortalezas destacó la importancia de darse en el contexto del Sistema Sanitario de referencia nacional y el contacto con la clínica real. Entre las debilidades, o riesgos señaló la dependencia de las Unidades Docentes Multiprofesionales de los Servicios de Psiquiatría y el de verse arrastrado por la presión asistencial descuidando dicha formación.

Posteriormente, Mónica Díaz de Neira abordó la temática central de la mesa en términos de la necesidad de consolidación de la atención continuada, la imprescindible disponibilidad de tiempo por parte de los tutores PIR para ejercer su función y la integración de la atención psicológica en el marco de un servicio de psiquiatría con las posibles dificultades derivadas de las diferencias entre ambas especialidades.

Fátima Marcó, psicóloga interna residente, aportó la visión de quien está en período de formación. En su discurso sobre todo destacó la importancia de la docencia en la formación de los residentes y como espacio de encuentro para el intercambio de información entre diversos profesionales.

El turno de preguntas en esta mesa dio pie a un debate acerca de las necesidades de mejora de la docencia en los diferentes dispositivos así como la unificación de los programas formativos en aras de que hubiese la mínima diferenciación entre centros. Uno de los principales problemas observados era el de que se compartiera formación entre especialidades, algo que derivaba, según algunos ponentes, en poca profundidad a la hora de formar a los futuros psicólogos clínicos, dándose opiniones contrarias también. Además se incidió en lo complejo que es, en muchas ocasiones, el trabajo de los profesionales psicólogos clínicos inmersos en los servicios de psiquiatría, con posturas a favor y en contra de la génesis de servicios independientes de psicología.

Al final de la mañana tuvo lugar la sesión plenaria en la cual, Juan Carlos Duro presentó a Amelia Franquelo y Isabel Sierra que, como secretarias de las dos mesas, resumieron los puntos tratados y las propuestas realizadas destilando de todo ello las siguientes conclusiones finales de las jornadas:

  • Sensación de que la formación está consolidada, con un alto nivel de calidad, teniendo como resultado profesionales conocedores del Sistema Nacional de Salud y preparados para afrontar los retos que se puedan presentar en los distintos dispositivos sanitarios.

  • Intención de clarificar y defender el itinerario grado-máster-PIR dada la necesidad de una formación más completa y práctica para poder iniciar el ejercicio profesional de la Psicología Clínica.

  • Alcance de la aparente indiferenciación entre el Psicólogo Clínico Especialista y el Psicólogo General Sanitario.

  • El bajo número de plazas PIR y las posibles causas, entre las cuales también se encuentra la capacidad de las Unidades Docentes de poder acreditarlas y el número de adjuntos especialistas que puedan atender a los residentes. A más adjuntos, más residentes.

  • Debate sobre el establecimiento de otras especialidades dentro del PIR en base a la troncalidad recientemente introducida en las especialidades médicas. Las opciones más mencionadas fueron Infanto-Juvenil y Neuropsicología.

  • La mejora de la formación de los tutores, la idea de trabajo conjunto entre ellos, la importancia de la responsabilidad que ostentan, y la búsqueda de espacios reglados de supervisión y atención a los residentes contando con la apretada agenda asistencial.

  • Los déficits en docencia y la posibilidad de que haya una parte compartida con psiquiatras y enfermeros a la que se añadiese módulos específicos para los psicólogos. Sugiriéndose también la creación de un programa de formación compartido entre unidades docentes con contenidos acordes al año de residencia y que incluyera atención a la parte vivencial de los psicólogos en formación con la puesta en marcha de grupos DART o Balint. 

  • Posibilidades de mejora de la Atención Continuada, solicitando los residentes una mayor organización y supervisión de la misma.

  • La responsabilidad compartida por todos sobre la calidad de la formación PIR, con  autocrítica ante el menguante espíritu crítico y participativo de residentes y especialistas en los desarrollos de sus propias Unidades Docentes.

  • Importantes diferencias entre las directrices recogidas en el BOE de 2009, sobre objetivos y actividades de los dispositivos y rotaciones, y la realidad que encuentran profesionales y residentes dependiendo de las distintas Unidades Docentes.

  • Dificultad en la constitución de Unidades de Psicología Clínica independientes de otros servicios dentro de los hospitales.

  • Defender y alimentar la identidad como Psicólogos Clínicos Especialistas, que se va formando a lo largo de la residencia y continúa en el ejercicio como profesionales.

  • La positiva vivencia de los años de formación como desarrollo personal y período enriquecedor de integración con profesionales de otras disciplinas y orientaciones teóricas.

  • La formación PIR como difícilmente igualable por la oportunidad de conocer casos y problemáticas psicológicas integrando teoría y práctica.

En definitiva, la Especialidad de Psicología Clínica se ha ido consolidando como un espacio que no tiene parangón, pero aún queda un largo camino que recorrer con fortalezas pero también con muchas amenazas. Y esto no se habría podido lograr de no ser por la unidad y el trabajo conjunto de los Psicólogos Clínicos, claramente comprometidos con la mejora y expansión de la Especialidad.

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