Entrevista a Susan Spence, premio AITANA 2016 por su trayectoria profesional en el campo de la psicología clínica infantil

24 May 2016

La doctora Susan Spence es profesora emérita de la Universidad Griffith en Queensland, Australia. Durante los últimos 35 años se ha dedicado a la prevención y el tratamiento de los trastornos de ansiedad y de la depresión en niños y adolescentes. Una de sus aportaciones más destacadas es la Escala de ansiedad infantil de Spence (Spence Children’s Anxiety Scale; SCAS) validada en 28 países. Es pionera en la aplicación de la terapia cognitivo-conductual online para el tratamiento de la ansiedad y depresión infanto-juvenil con su Programa Brave. Ha publicado extensamente en estas áreas con una amplia difusión internacional.

En el ámbito universitario ha desempeñado diversos cargos. Fue vicerrectora de Estudios en la Universidad Griffith (2009-2014), después de un período como vicerrectora (Calidad y Resultados de Estudiantes). Previamente fue decana de la División de Lingüística y Psicología en la Universidad de Macquarie, en Sídney. También ha ocupado los cargos de presidenta de la Junta Académica, de la Universidad de Queensland, donde fue directora de la Escuela de Psicología y directora de la Facultad de Periodismo y Comunicación.

Susan Spence

Es miembro de la Sociedad Psicológica de Australia, la Sociedad Británica de Psicología y la Academia de las Ciencias Sociales en Australia. Es también miembro del consejo editorial de varias revistas internacionales (Journal of Child Psychology and Psychiatry, Behaviour Change, entre otros) y de comités consultivos y de los organismos responsables de la salud mental en Australia. Recibió el Premio Ian M. Campbell Memorial en Psicología Clínica en 2009. Recientemente ha sido nombrada oficial de la Orden de Australia por su contribución a la Psicología Clínica Infantil.

La profesora Spence ha sido distinguida con el Premio AITANA 2016, otorgado por la Universidad Miguel Hernández, como reconocimiento a su carrera profesional. Podremos verla en el próximo Congreso Internacional de Psicología Clínica y de la Salud con Niños y Adolescentes, que tendrá lugar del 17 al 19 de noviembre de 2016 en Barcelona, donde impartirá la conferencia: “Prevención de la depresión juvenil: Retos y orientaciones futuras”. Con motivo del reconocimiento con el premio AITANA 2016, la profesora Spence ha respondido a esta entrevista realizada por José Pedro Espada (investigador principal de AITANA y presidente del congreso) con la que pretendemos conocer más a fondo su extensa y productiva carrera profesional.

ENTREVISTA

Profesora Spence, muchas gracias por atendernos. Sin duda usted es una figura destacada con proyección internacional en el campo de la salud mental en la infancia y adolescencia. Su contribución ha sido especialmente relevante para los psicólogos clínicos para guiar tanto la evaluación como el tratamiento de los trastornos emocionales en niños y adolescentes; y también para los investigadores dedicados a la comprensión científica de los problemas emocionales, y superar los desafíos de la práctica clínica.

Nos gustaría empezar conociendo más sobre usted, en concreto, ¿qué le motivó a dedicarse a la psicología, y por qué decidió enfocar su carrera a la población infantil y adolescente?

Mi interés original por la psicología surgió porque quería comprender las interacciones entre los factores genéticos y ambientales que explican la conducta humana. Durante mis estudios universitarios de grado, cada vez estaba más interesada por la salud mental y los problemas de conducta en los jóvenes. Mi tesis doctoral consistió en la evaluación de un programa de entrenamiento en habilidades sociales para ayudar a jóvenes con graves problemas de conducta a lograr mejores resultados desde un entorno no institucional. Me di cuenta que los adolescentes habían sido hasta cierto punto olvidados por la psicología, en cuanto a programas e intervenciones para ayudarles. Desde entonces éste ha sido el foco central de mi trabajo.

Existen muchas intervenciones que se centran en la prevención de trastornos emocionales como la depresión y la ansiedad en niños y adolescentes. Lamentablemente, no son eficaces para todos ellos. ¿Sabemos cuáles son las características o el perfil de los niños y adolescentes más propensos a responder positivamente a estas intervenciones?

He debatido mucho con mis colegas sobre esta cuestión. Creo que todavía estamos muy lejos de comprender por qué algunos niños y adolescentes responden mejor que otros. Un estudio que hemos llevado a cabo recientemente ha mostrado que los que presentaban bajos niveles de apoyo familiar presentaban mayores cambios tras recibir un programa de prevención de la depresión, respecto a los que contaban con un gran apoyo familiar. Esto sugiere que muchos niños o adolescentes quizá no necesiten los programas de prevención, ya sea porque tienen una fuerte y positiva resistencia personal o por factores ambientales que les sirven de apoyo. En el futuro tenemos que investigar más para identificar las características de los niños y adolescentes que necesitan los programas preventivos.

La depresión es uno de los trastornos emocionales más frecuentes en niños y adolescentes. Se han identificado numerosos factores de riesgo y de protección para la depresión en esta población. En base a su experiencia ¿Cuáles son los principales factores de protección y de riesgo para la depresión?

Hasta ahora sabemos que la depresión se trata de un cuadro clínico muy complicado y que hay muchos factores de riesgo para la depresión juvenil, tanto características personales del individuo (por ejemplo, el estilo atribucional negativo y una mala regulación emocional) como de su medio ambiente (como el abuso, la victimización, duelos, o el aislamiento social). Las personas con mayor riesgo son las que presentan múltiples factores de riesgo. El apoyo familiar y las relaciones de apoyo con compañeros y maestros probablemente sean los factores de protección más importantes.

Los padres son cada vez más conscientes de la importancia de la salud mental de sus hijos para su bienestar. ¿Qué recomendaciones sugeriría a los padres para mejorar el bienestar emocional y el funcionamiento psicosocial de sus hijos?

Obviamente los padres juegan un papel muy importante en la vida de sus hijos. Pienso que lo más importante es que puedan servir de apoyo, mostrándoles afecto, escuchando a sus hijos, y creando en casa un ambiente seguro y tranquilo. Los jóvenes necesitan sentir que pueden pedir ayuda y hablar de sus problemas con sus padres, aunque durante la adolescencia esto habitualmente se vuelve más complicado. Además, como todos sabemos, los padres son modelos relevantes y es importante que no modelen el comportamiento ansioso, depresivo o agresivo en casa.

Los recientes avances en programas de terapia cognitivo-conductual online para la depresión juvenil están ofreciendo resultados prometedores. Usted y su equipo están actualmente trabajando en este tema. ¿Podría contarnos cuáles son los últimos avances en las terapias online para problemas emocionales y de conducta en niños y adolescentes?

Las terapias online tienen mucho que ofrecer en los ámbitos de la prevención y el tratamiento de problemas de salud mental en niños y adolescentes. A pesar de que son útiles como recurso auto-aplicado, se obtienen mejores resultados si estos programas online se utilizan en colaboración con un terapeuta que proporcione apoyo y orientación. El componente online puede aportar una gran reducción del tiempo de tratamiento necesario. En la actualidad hay programas online para el tratamiento de una amplia gama de problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad, el insomnio, la adherencia terapéutica y la encopresis.

La investigación sobre intervenciones de terapia cognitivo-conductual online se encuentra todavía en sus primeras etapas, por lo que no parece que contemos con conclusiones firmes respecto a su eficacia con niños y adolescentes. En su opinión, ¿cuáles deberían ser los próximos pasos para mejorar su uso con esta población?

Los siguientes pasos deberían centrarse en dos áreas fundamentalmente. La primera consiste en animar y formar a los profesionales de la salud mental para utilizar estos programas y mejorar su práctica clínica. Muchos clínicos todavía tienen miedo a las nuevas tecnologías y tienen poco conocimiento sobre las alternativas disponibles y sobre cómo podrían complementar y mejorar su práctica clínica. Sería conveniente incluir este conocimiento en el plan de estudios de la próxima generación de profesionales de la salud mental, y en la formación continua de los clínicos actuales.

La segunda área supone encontrar formas de aumentar el compromiso y la adhesión de los niños y adolescentes, y sus familias, que están recibiendo un tratamiento de terapia cognitivo-conductual online. Actualmente el nivel de abandono terapéutico es alto, y muchas familias no finalizan el programa completo a menos que mantengan contacto regular con un terapeuta. Necesitamos identificar las estrategias y los componentes que pueden aumentar el impacto de los programas online de terapia cognitivo-conductual, como incorporando el establecimiento de metas, el seguimiento del progreso, y la entrega de premios virtuales automatizados.

Como investigadora con una visión global e internacional, ¿qué impresión tiene de la situación de la Psicología Clínica Infantil en España?

He visitado España en varias ocasiones y he colaborado con varios colegas españoles en trabajos sobre Psicología Clínica y de la Salud aplicada a niños y adolescentes. Están haciendo una investigación de excelencia, a nivel internacional, con trabajos publicados con alto impacto en revistas internacionales. También están participando en equipos internacionales, tanto con otros países europeos, como con otros colegas en los EE.UU, y en otros lugares. Conozco también excelentes programas de Psicología Clínica y de doctorado en las universidades españolas, y la próxima generación de psicólogos formados en terapia cognitivo-conductual ampliarán y mejorarán la reputación de la investigación en Psicología Clínica Infantil en España. Espero tener la oportunidad de participar en más colaboraciones con colegas españoles en los próximos años.

A partir de su experiencia profesional, y mirando hacia el futuro, ¿cuáles cree que son los próximos desafíos de los investigadores y profesionales para el bienestar emocional en la población infantil y adolescente?

Creo que el mayor reto va a ser encontrar formas de trasladar las terapias que han demostrado ser eficaces en entornos de investigación altamente controlados al mundo real en el que viven los jóvenes que más necesitan nuestras intervenciones. En teoría, ahora sabemos cómo tratar la mayoría de trastornos psicológicos en los niños. Desgraciadamente, la mayoría de estos tratamientos conllevan una intervención intensiva con un terapeuta en un contexto cara a cara. Esto es caro y en la mayoría de los países el número de niños con problemas de salud mental supera con creces al número de terapeutas disponibles. Muchos niños con problemas psicológicos son diagnosticados y no reciben la ayuda que necesitan. Además, la mayoría de familias más necesitadas de ayuda no pueden acudir a un psicólogo, no piden ayuda, o no implementan la intervención. Estos son nuestros grandes retos, trasladar e implementar nuestras intervenciones a gran escala, con aplicaciones coste-efectivas para que podamos proporcionar una intervención eficaz para mucho más jóvenes que la necesitan.

Profesora Spence, muchas gracias por su tiempo y amabilidad. Estamos deseando escuchar su conferencia en Barcelona.

Toda la información acerca del II Congreso Internacional de Psicología Clínica y de la Salud con Niños y Adolescentes puede consultarse en la web: www.aitanacongress.com

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS