Guía para padres sobre la dislexia

5 Dic 2017

El Instituto de la Mente Infantil (Child Mind Institute) ha publicado una nueva guía sobre Dislexia dirigida a los padres, a través de la cual conceptualiza esta dificultad del aprendizaje y ofrece diversas recomendaciones para ayudar a sus hijos a manejar el impacto emocional que generalmente conlleva.

Como bien señala la guía, los niños aprenden a leer a diferentes ritmos, y es normal que puedan surgir dificultades en algún momento de la iniciación a la lectura; sin embargo, advierte, cuando los problemas con la lectura se prolongan en el tiempo y con la edad, y son fuente de una enorme frustración en los pequeños, existe la posibilidad de que presente una dificultad del aprendizaje denominada dislexia. Los problemas para seguir instrucciones, para aprender rimas simples o la confusión de lateralidad, son algunas señales que podrían indicar la existencia de esta dificultad.

El documento pone de relieve el impacto de la dislexia en todos los ámbitos de la vida de los más pequeños, enumerando determinados problemas a los que suelen enfrentarse, entre ellos, los siguientes:

– Dificultad significativa para aprender a leer, incluyendo problemas para pronunciar palabras nuevas y/o contar el número de sílabas en una palabra, realizar rimas, secuenciar y ordenar sonidos, asociarlos con letras, y deletrear palabras familiares y pseudopalabras.

– Falta de fluidez en la lectura (suponiendo para ellos un gran esfuerzo), rotación de letras y números al leer (por ejemplo, la letra «b» como «d»), que se mantienen a los 8 años.

– Dificultad para entender logotipos y signos, leer las horas, aprender las reglas de los juegos, o recordar instrucciones complejas.

La guía recoge una serie de apoyos basados en la evidencia para ayudar a los niños a mejorar sus habilidades lectoras, adaptaciones que se pueden realizar para facilitar el aprendizaje, así como el uso de algunas tecnologías y herramientas que pueden servir de apoyo, y finaliza ofreciendo las siguientes recomendaciones a los padres:

  • Si un niño o niña tiene dislexia, puede sentirse frustrado/a o avergonzado/a, a la hora de realizar determinadas actividades que le resultan complicadas, por ejemplo, leer en voz alta, especialmente durante la clase o cuando hay otros alumnos presentes. Pero sus problemas a menudo trascienden de la escuela: el impacto de la dislexia en las actividades cotidianas (jugar juegos de mesa, seguir instrucciones e incluso aprender a leer relojes), puede hacer que estos niños y niñas se sientan cohibidos/as.

  • Explicar a su hijo o hija mediante ejemplos, qué es la dislexia y qué dificultades puede ocasionar. Ayudarles a entender la dislexia es clave para que comprendan su dificultad de aprendizaje, y puedan manejarla, tanto a nivel emocional como académico.

  • Reconocer sus dificultades y elogiar sus esfuerzos, a pesar de los resultados obtenidos: «Entiendo lo difícil que ha sido para ti la tarea de lectura. Estoy muy orgulloso del esfuerzo que has realizado».

  • Ayudar al niño o niña a identificar sus puntos fuertes. Es importante alentar las cosas que disfruta y en las que destaca, fomentando así su seguridad y una autoimagen más positiva.

  • Combatir la autocrítica negativa con respecto a su nivel intelectual, rebatiendo expresiones del tipo “es que no soy listo”. Mencionarle historias de personajes conocidos y de éxito diagnosticados de dislexia, podría ayudar a combatir el pensamiento erróneo sobre la falta de inteligencia como causa de esta dificultad de aprendizaje.

Se puede acceder a la guía desde la página Web del Instituto, o bien directamente a través del siguiente enlace:

Parents Guide to Dyslexia

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