La atención psicológica y el conocimiento pueden salvar vidas-comunicado de la EFPA por el D.M. de la Salud Mental

17 Oct 2019

El pasado 10 de octubre se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha a través de la cual se pretende concienciar y movilizar a la población acerca de cuestiones relativas a la salud mental, y que, en este año 2019, se ha centrado en un grave problema de salud pública: la prevención del suicidio.

Con motivo de este día, la EFPA (European Federation of Psychologists’ Associations/Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos) ha emitido un comunicado, a través del cual pone de relieve el rol fundamental de la Psicología en el abordaje del suicidio.

A continuación, transcribimos el comunicado de la Federación:

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) eligió el suicidio como tema central en el Día Mundial de la Salud Mental 2019.

Esta elección refleja la importancia del suicidio y la necesidad de intervenir de forma preventiva. El suicidio mata a cerca de 800.000 personas cada año, lo que representa más de 2.000 por día. Sin embargo, este gran número de muertes por suicidio no es inevitable. El suicidio varía significativamente según el país y el período, desde menos de 5 hasta más de 15 suicidios por cada 100.000 habitantes. Esta variación sugiere que hay varias intervenciones psicológicas y sociales que pueden implementarse.

A este respecto, Rory O’Connor, profesor de Psicología de la salud e investigador del Laboratorio de investigación de conductas suicidas de la Universidad de Glasgow, manifiesta: ‘Aunque las tasas globales de suicidio se han reducido en los últimos años, la realidad es que estas disminuciones no han sido universales y, en muchos países -incluido el Reino Unido, los Estados Unidos y Australia-, las muertes por suicidio están en aumento. La prevención del suicidio es responsabilidad de todos y es únicamente a través del trabajo conjunto que abordaremos eficazmente esta crisis de salud pública’.

El suicidio es un proceso multifactorial con asociaciones significativas con trastornos de la salud mental, factores psicológicos y sociales, uso de sustancias y sufrimiento asociado con enfermedades físicas. Esta complejidad implica que es un problema tanto individual como social, influenciado por muchos aspectos culturales. El suicidio es más frecuente en hombres y, generalmente, en adultos mayores de 70 años. Se pueden identificar otros factores de riesgo para ayudar a los Gobiernos a enfocarse en grupos particulares.

Dada la seriedad del problema y la gravedad de sus implicaciones, la atención debe centrarse en la prevención y el abordaje temprano de los intentos de suicidio. La OMS orienta sus recomendaciones relativas a las intervenciones hacia: 1. La restricción del acceso a los medios, 2. La ayuda a los jóvenes para que desarrollen habilidades para lidiar con los estresores, 3. La identificación temprana y manejo de personas con ideación suicida o que han intentado suicidarse, 4. El trabajo con los medios de comunicación para garantizar una información responsable sobre el suicidio.

Estas intervenciones se benefician del conocimiento de la Psicología y las intervenciones de los psicólogos. Cambiar los pensamientos que incrementan la ideación suicida, reducir la desesperanza, promover el desarrollo de habilidades, fomentar la comunicación y mejorarla, etc., son actividades centrales de los psicólogos. Las variaciones entre países sugieren que las tasas pueden reducirse significativamente, bajo las condiciones e intervenciones adecuadas. Los Gobiernos y las sociedades deberían trabajar para lograr esto utilizando la Psicología y a los psicólogos como recursos esenciales.”

Se puede acceder al comunicado desde la página Web de la EFPA, o bien directamente a través del siguiente enlace:

World Mental Health Day 2019: Suicide is largely preventable

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