La EFPA advierte del trauma psicológico que sufren los niños y las niñas que viven en situaciones de conflicto

7 Nov 2019

“Los niños y las niñas que viven en países en guerra han sido atacados directamente, han sido utilizados como escudos humanos, asesinados, mutilados o reclutados para luchar. La violación, el matrimonio forzado y el secuestro se han convertido en tácticas estándar en los conflictos, desde Siria hasta Yemen, y desde la República Democrática del Congo hasta Nigeria, Sudán del Sur y Myanmar.”

Recordando la alarmante advertencia de UNICEF sobre cómo el mundo ha fallado en proteger a los niños y las niñas que viven en situaciones de conflicto, la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (European Federation of Psychologists’ Associations-EFPA) ha emitido un comunicado, a través del cual pone de relieve tanto la gravedad de esta situación como su continuidad, aún a pesar de la existencia desde hace ya 30 años, de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN).

Bajo el aviso de que “los niños son siempre los que tienen más que perder. Su infancia, su seguridad, sus seres queridos y sus vidas están en juego”, la EFPA expone algunos ejemplos que dan cuenta de la grave situación global en la que se encuentran actualmente los niños y las niñas afectados por la guerra (condiciones extremas que agravan el sufrimiento y el trauma psicológico de estos y estas menores).

Si bien considera que es un problema complejo, que pasa por el abordaje de numerosos problemas legales, políticos y de seguridad nacional, es incuestionable el daño psicológico y de desarrollo que se está ocasionando a los niños y las niñas. Ante esto, la Federación recuerda la trascendencia de que los psicólogos pongan de relieve las situaciones de violaciones de Derechos Humanos fundamentales, y cuando los niños están en riesgo. En este sentido, pese a que desea “permanecer políticamente neutral”, el grupo de expertos de la EFPA ha querido señalar la probabilidad de que el daño en el psicodesarrollo afecte a los niños y las niñas vulnerables, en caso de que no se consideren plenamente sus necesidades.

Por este motivo, la Federación insta a los líderes mundiales a implementar las medidas necesarias para proteger a los niños y las niñas en los campos de refugiados, y respetar y cumplir con las leyes humanitarias internacionales destinadas a proteger a los civiles. En esta línea, el Comité Permanente, desde su posición profesional y ética como psicólogos expertos en trauma, enfatiza una serie de acciones que deben emprenderse para salvaguardar la salud y el bienestar actual y futuro de los niños, entre ellas, las siguientes:

1. Todas las violaciones de Derechos contra los niños y las niñas deben terminar y, en tiempos de guerra y conflicto, deben respetarse la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el Derecho Internacional Humanitario.

2. Deben tomarse medidas para proteger a los y las menores que actualmente viven en campamentos de refugiados.

3. Los niños y las niñas deben ser evacuados/as de los campamentos a un lugar seguro junto con sus cuidadores principales. Esta afirmación se basa en:

    • Investigaciones que datan de la Segunda Guerra Mundial, muestran que los niños evacuados de las zonas de guerra sin sus padres mostraron más reacciones a largo plazo, que aquellos que se quedaron con sus padres a pesar de estar expuestos a la guerra.

    • Las directrices del ACNUR y de UNICEF tras la guerra entre Yugoslavia y los Balcanes recomiendan que los niños y las niñas sean evacuados/as con sus cuidadores, y en caso de que la separación sea necesaria, la reunificación debe realizarse lo antes posible.

    • La experiencia clínica de trabajar con niños y niñas en situaciones de guerra y otras situaciones de crisis ha evidenciado la relevancia de mantener y establecer relaciones y vínculos de apego seguros y familiares.

    • El seguimiento a largo plazo requiere que los niños mantengan contacto y reciban apoyo por parte de su cuidador principal. El cuidador tiene un papel fundamental en el ajuste del/de la menor a una nueva vida y en la capacidad para formar nuevos apegos, recibir tratamiento y rehabilitarse.

4. Los y las menores cuyos padres pertenecen al ISIS también son niños y niñas. El caso de los hijos y las hijas del ISIS que tienen ciudadanía europea es complicado; sin embargo, los derechos y necesidades de estos niños y niñas no difieren de los de otros y otras menores. Necesitan protección y rehabilitación, independientemente de las acciones de sus padres. Apoyamos que los países europeos repatríen a los niños y las niñas, y enfatizamos, una vez más, que su evacuación de los campamentos, debe realizarse junto con su cuidador primario (en estos casos, sus madres). Si las madres deben pasar tiempo en prisión, los profesionales de la salud y el sistema legal tienen la experiencia y el conocimiento necesarios para abordar este asunto de una manera que salvaguarde las necesidades y derechos de los niños y las niñas. Es posible mantener cualquier contacto entre el niño y la niña con el cuidador de manera controlada, suave y segura. Por lo tanto, el Comité Permanente para Crisis, Desastres y Trauma, recomienda que, en caso de evacuar a los hijos e hijas del ISIS, debe hacerse junto con sus madres, llevándoles a un lugar seguro.

5. Protección de los Derechos del niño y de la niña. La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño hace hincapié en que el interés del/de la menor, sus necesidades y su bienestar, deben ser la principal preocupación en cuestiones relacionadas con menores, y que tienen Derecho a la vida, a la integridad física y a la vida familiar. En el año de su trigésimo aniversario, se lo debemos a los niños y las niñas: alzar nuestras voces en nombre de todos los y las menores que actualmente son víctimas y están en riesgo debido a las guerras y el colapso de la sociedad civil.

Fuente: EFPA

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