Para hacer frente a emergencias mundiales, necesitamos trabajar y responder desde la Psicología a nivel mundial – Entrevista a Amanda Clinton, representante de la Oficina de Relaciones Internacionales de la APA

17 Dic 2019

Tal y como se comentó en Infocop, el pasado mes de noviembre se celebró en Lisboa la primera Cumbre Internacional sobre Psicología y Salud Global, siendo este evento organizado de forma conjunta por la Asociación Americana de Psicología (APA-American Psychological Association) y la Ordem dos Psicologos Portugueses.

A través del lema “Un líder en salud global: la influencia de la Psicología en los objetivos de desarrollo sostenible», una de las metas de la Cumbre ha sido poner de relieve el rol que desempeña la Psicología en la creación de cambios positivos a nivel mundial, y específicamente, a favor de la lucha contra el cambio climático.  La Cumbre, que reunió a representantes de la Psicologia de más de 40 países de todo el mundo, ha sentado además las bases para un nuevo modelo de trabajo entre los profesionales de la Psicología a nivel mundial.

Para conocer en detalle los logros e implicaciones de esta iniciativa, así como las próximas líneas de acción, Infocop ha entrevistado a la doctora en Psicología Amanda Clinton, directora principal de la Oficina de Relaciones Internacionales de la American Psychological Association (APA) y una de las organizadoras y coordinadoras del evento.

 

Amanda Clinton

ENTREVISTA

El pasado mes de noviembre se celebró la primera Cumbre Internacional sobre Psicología y Salud Global. ¿Podría indicarnos algunas de las implicaciones y principales conclusiones de este evento?

La Cumbre de Lisboa ha sido un evento histórico para la Psicología porque se ha logrado por primera vez convocar a los principales representantes de las asociaciones nacionales e internacionales de la Psicología de todo el mundo y de todos los continentes. De hecho, tal y como comenté a mis colegas durante la celebración de la Cumbre de Lisboa, si hubiera existido una asociación de psicología en la Antártida, habríamos hecho todo lo posible para que acudieran también sus representantes.

Al no ser un congreso, sino una Cumbre, este encuentro ha permitido alcanzar un mejor entendimiento entre nosotros y establecer acuerdos comunes para especificar acciones y pasos concretos que puede emprender cada una de las asociaciones participantes, teniendo en cuenta sus propias particularidades, en materia de la lucha contra el cambio climático. Un problema de esta envergadura es demasiado grande como para poder ser abordado con eficacia a través de una única asociación. Si bien formo parte de la Asociación Americana de Psicología, considero que por muy grande que sea la Asociación es imposible que nosotros solos podamos efectuar cambios significativos en la lucha contra el cambio climático sin contar con nuestros colegas a nivel mundial. Por este motivo, decidimos convocar la primera Cumbre Internacional de Psicología para abordar los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la ONU, enfocándonos en primer lugar en el cambio climático, debido a la emergencia en la que nos encontramos a nivel mundial.

Uno de los resultados de la Cumbre de Lisboa ha sido la firma de un compromiso para seguir trabajando juntos en temas de gran importancia para la Psicología. Todos los representantes de las principales asociaciones de Psicología, tanto asistentes a la cumbre como no, han firmado una resolución que concreta las acciones que van a adoptar en la lucha contra el cambio climático desde la perspectiva psicológica. Esto implica que cada asociación ha establecido qué acciones va a llevar a cabo para movilizar a sus miembros, para concienciar a la población, para mejorar el desarrollo de políticas públicas, etc. en los próximos meses.

Los compromisos adoptados por cada una de las asociaciones participantes han sido analizados y agrupados, de manera que en enero tendrá lugar una reunión virtual para concretar los proyectos específicos que se quieren poner en marcha a partir del año 2020. Las propuestas de las asociaciones han sido numerosas y muy variadas: unas asociaciones han mostrado un claro interés en elaborar programas educativos en los contextos escolares, otras su preferencia para desarrollar políticas públicas, otras su intención de potenciar cambios más globales a nivel de corporaciones internacionales y de empresas que tienen un impacto elevado en el medio ambiente…

Me gustaría destacar el espíritu de confianza, de trabajo en equipo y de interés en seguir colaborando que se ha visto reflejado en esta cumbre.

¿Qué aportaciones ofrece la Psicología, como valor añadido, en la lucha contra el cambio climático?

Las disciplinas relacionadas con la geografía, la física, la geología, el medio ambiente, etc. han desarrollado una labor fundamental documentando la realidad de la emergencia del cambio climático. El siguiente paso que necesitamos abordar ahora es encontrar soluciones para revertir esta tendencia, y la mayor parte de estas soluciones tienen que ver con el comportamiento del ser humano. Por tanto, el estudio y el análisis del comportamiento humano y su efecto en la lucha contra el cambio climático tienen un interés fundamental en este momento. Desde la Psicología deberíamos insistir más en estar presentes en los debates y foros sobre la lucha contra el cambio climático, puesto que tenemos mucho que aportar para favorecer el desarrollo de planes y acciones para la reducción de las emisiones de gases contaminantes, la reducción del consumo de plásticos, etc. No obstante, estos planes y acciones no deben focalizarse tanto en acciones individuales, es decir, en lo que cada individuo puede hacer, como en acciones a nivel de comunidades, poblaciones y países, puesto que estas acciones son las que realmente tienen un impacto significativo. La Psicología tiene no sólo la oportunidad de aportar estrategias para lograr estos cambios significativos, sino también la responsabilidad de hacerlo. Necesitamos que el debate transcienda de ese nivel de acción individual al nivel de acción comunitario, del sistema y de las grandes empresas.

Durante la Cumbre, por ejemplo, la representante de Haití comentó que hace unos años no existían las botellas de plástico en la isla. Desde hace unos años, sin embargo, sólo se vende agua embotellada en plástico, de manera que la isla está inundada de este tipo de residuos, y la población no tiene opción de comprar agua que no esté embotellada en botellas de plástico porque no hay ninguna empresa que comercialice otro tipo de opciones más respetuosas con el medio ambiente. Por tanto, para facilitar el cambio a nivel individual, es necesario que las grandes empresas y los gobiernos adopten medidas y compromisos al respecto.

A su modo de ver, ¿por qué es importante realizar este tipo de encuentros mundiales y ofrecer una respuesta conjunta desde la Psicología a favor de la lucha contra el cambio climático? ¿Qué beneficios tiene esta acción unificada desde diferentes agrupaciones de la Psicología?

Cuando los profesionales e investigadores acudimos a los congresos o reuniones internacionales, la dinámica general es que cada participante expone su trabajo y regresa a su país. Lo que hemos pretendido aportar como valor diferencial a través de la realización de una Cumbre es implantar un nuevo esquema de trabajo común y compartido, de manera que funcionemos como lo que yo denomino una “organización de naciones unidas de la Psicología”. Tenemos que unirnos y juntar nuestras voces si queremos que la sociedad escuche a los psicólogos y considere nuestras aportaciones.

Por otro lado, como ya mencioné, para hacer frente a problemas y emergencias mundiales, necesitamos trabajar y responder a nivel mundial, dejando de lado las políticas, las diferencias o los intereses particulares para enfocarnos en un objetivo común que es trabajar en pro del beneficio del ser humano. Esta es la razón de ser de la Psicología.

Como representante de la Oficina de Relaciones Internacionales de la APA, ¿se está planteando hacer alguna iniciativa similar en otras áreas dentro de la Psicología?

Debo confesar que mi deseo y esperanza es que se celebre una Cumbre cada dos o tres años en un país diferente, para que esta iniciativa se convierta en un esfuerzo mundial de verdad, de forma que ni la APA ni la Ordem dos Psicologos Portugueses tengan un papel protagonista, sino que todos seamos un verdadero equipo multinacional de psicólogos y psicólogas interesados en elevar el valor de la profesión y en mejorar la calidad de vida de los seres humanos.

En los próximos dos años vamos a probar este nuevo sistema de trabajo de manera piloto. Si nos conseguimos organizar como unas “naciones unidas de la Psicología” y si el esquema funciona, la idea es que se realice una siguiente Cumbre en otro continente. Alternativamente, además de poner a prueba este esquema de trabajo en equipo a nivel mundial, el objetivo es facilitar y acelerar las contribuciones de la Psicología en la lucha contra el cambio climático. En este sentido, se están realizando acciones concretas para reclutar a los psicólogos especialistas en cambio climático en todos los países y se ha puesto en marcha un pequeño comité que está analizando este nuevo modelo de trabajo con la finalidad de evaluar la posibilidad de incorporar una nueva meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible dentro de un par de años.

Para finalizar, ¿le gustaría añadir algún otro comentario?

Me gustaría agradecer la invitación para realizar esta entrevista. Me siento muy afortunada de estar en España.

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS