Consideraciones psicológicas y sociales y sobre salud mental de la OMS durante la pandemia provocada por el COVID-19

12 May 2020

En enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de una nueva enfermedad por coronavirus, COVID-19, como emergencia de salud pública de preocupación internacional, subrayando su elevado riesgo de propagación en todo el mundo. Desde entonces, la epidemia se ha extendido en muchos países y su propagación se ha acelerado significativamente, por lo que, en marzo de 2020, la OMS definió el COVID-19 como una pandemia.

Actualmente, la OMS y las autoridades de salud pública de todo el mundo están actuando para contener el brote de COVID-19, declarando, entre otras medidas, un estado de cuarentena forzada. Teniendo en cuenta el estrés que está generando este momento de crisis en toda la población, el Departamento de Salud Mental y Uso de Sustancias de la OMS, ha publicado un documento donde recoge una serie de consideraciones que pueden utilizarse en las diferentes comunicaciones, para apoyar el bienestar mental y psicológico y social en diversos grupos clave durante el brote.

Foto: Jens Johnsson Fuente: pexels Fecha descarga: 01/04/2020

Mensajes para la población en general

  • Es probable que el COVID-19 afecte a personas de muchos países, en múltiples localizaciones geográficas. Cuando se refiera a personas con COVID-19, no asocie la enfermedad a ninguna etnia o nacionalidad en particular. Sea empático con todos los afectados y todas las afectadas, dentro y desde cualquier país. Las personas afectadas por COVID-19 no han hecho nada malo y merecen nuestro apoyo, compasión y amabilidad.

  • No se refiera a las personas con la enfermedad como «casos de COVID-19», «víctimas», «familias de COVID-19» o «los enfermos». Son «personas que tienen COVID-19», «personas que están siendo tratadas por COVID-19» o «personas que se están recuperando de COVID-19», y después de recuperarse, su vida continuará como siempre: con sus trabajos, familias y seres queridos. Es importante no definir la identidad de una persona por el COVID-19, para reducir el estigma.

  • Reduzca la cantidad de noticias e información que ve, lee o escucha sobre el COVID-19, que le provoquen ansiedad o angustia; busque información únicamente de fuentes fiables, principalmente, para que pueda tomar medidas prácticas para preparar sus planes y protegerse a usted y a sus seres queridos. Busque actualizaciones de información en momentos específicos durante el día, una o dos veces. El flujo repentino y casi constante de noticias sobre un brote, puede hacer que cualquier persona se sienta preocupada. Es fundamental conocer los hechos, no los rumores y la desinformación. Recopilar información a intervalos regulares, desde la página Web de la OMS y las plataformas de autoridades sanitarias locales, le ayudará a distinguir los hechos de los rumores. Los hechos pueden ayudar a minimizar los miedos.

  • Protéjase y apoye a los demás. Ayudar a otros en su momento de necesidad puede beneficiar tanto a la persona que recibe apoyo como a quien la ayuda. Por ejemplo, verifique por teléfono a los vecinos o personas de su comunidad que puedan necesitar asistencia adicional. Trabajar juntos como una sola comunidad puede ayudar a crear solidaridad para abordar el COVID-19 juntos.

  • Encuentre oportunidades para ampliar historias positivas y esperanzadoras e imágenes positivas de personas que han experimentado COVID-19. Por ejemplo, historias de personas que se han recuperado o que han apoyado a un ser querido y están dispuestas a compartir su experiencia.

  • Elogie a los/as cuidadores/as y trabajadores/as de la salud que apoyan a las personas afectadas con COVID-19 en su comunidad. Reconozca el papel clave que están desempeñando a la hora de salvar vidas y mantener seguros a sus seres queridos.

    Mensajes para los/as trabajadores/as de la salud

  • Es probable que tanto usted como muchos/as de sus amigos/as, familiares y conocidos/as se sientan bajo presión. Es bastante normal sentirse así en la situación actual. El estrés y los sentimientos asociados con él no son, en modo alguno, un reflejo de debilidad o incapacidad para trabajar. Controlar su salud mental y su bienestar psicológico y social durante este tiempo es tan importante como controlar su salud física.

  • Cuídese en este momento. Utilice estrategias útiles de afrontamiento, como garantizar un descanso suficiente, especialmente durante el trabajo o entre turnos, comer alimentos suficientes y saludables, realizar actividad física y mantenerse en contacto con familiares y amigos. Evite utilizar estrategias de afrontamiento poco útiles, como el uso de tabaco, alcohol u otras drogas, dado que, a largo plazo, esto puede empeorar su bienestar mental y físico. El brote de COVID-19 es un escenario único y sin precedentes para muchos trabajadores y muchas trabajadoras, particularmente, si no han estado involucrados/as en situaciones similares. Aun así, utilizar estrategias que han funcionado para usted en el pasado para controlar los momentos de estrés puede ser beneficioso en la actualidad. Usted es la persona con mayor probabilidad de saber cómo puede desestresarse y no debe dudar en mantenerse psicológicamente bien. “Esto no es un sprint, es una maratón”.

  • Desafortunadamente, algunos/as trabajadores/as de la salud pueden ser evitados/as por sus familias o por la comunidad debido al estigma o al miedo. Esto puede hacer que una situación ya desafiante de por sí, sea mucho más difícil. Si es posible, mantenerse en contacto con sus seres queridos, incluso a través de medios digitales, es una forma de mantener el contacto. Diríjase a sus compañeros/as de trabajo, su gerente u otras personas de confianza para obtener apoyo social; de hecho, sus compañeros/as pueden estar teniendo experiencias similares a las suyas.

  • Utilice un lenguaje y estructura comprensibles para compartir mensajes con personas con discapacidades intelectuales, cognitivas y psicológicas y sociales. Siempre que sea posible, incluya formas de comunicación que no se basen únicamente en información escrita.

  • Conozca cómo brindar apoyo a las personas afectadas por COVID-19 y cómo vincularlos con los recursos disponibles. Esto es especialmente importante para aquellos/as que requieren salud mental y apoyo psicológico y social. El estigma asociado con problemas de salud mental puede causar renuencia a la hora de buscar apoyo tanto por COVID-19 como por problemas de salud mental. La Guía de intervención humanitaria mhGAP (https://www.who.int/mental_health/publications/mhgap_hig/en/) incluye orientación clínica para abordar los problemas de salud mental prioritarios y está diseñada para que la utilicen los/as trabajadores/as de la salud en general.

Mensajes para jefes de equipo o gerentes en centros de salud

  • Mantener a todo el personal protegido del estrés crónico y la mala salud mental durante esta situación, se traducirá en una mejor capacidad para desarrollar sus funciones. Tenga en cuenta que el contexto actual no cambiará de la noche a la mañana, por lo que debe centrarse en la capacidad ocupacional más a largo plazo, en lugar de las respuestas repetidas a la crisis a corto plazo.

  • Garantice que se ofrezca información de buena calidad y actualizaciones precisas a todo el personal laboral. Haga rotaciones entre los trabajadores, pasando de funciones más estresantes a las que suscitan menor estrés. Ponga a trabajadores/as sin experiencia con compañeros/as más experimentados/as. Este sistema ayuda a brindar apoyo, controlar el estrés y reforzar los procedimientos de seguridad. Inicie, impulse y monitoree los descansos de trabajo. Implemente horarios flexibles para los/as trabajadores/as que se ven directamente afectados/as o tienen un/a familiar afectado/a por un evento estresante. Asegúrese de reservar un tiempo para que los/as compañeros/as se apoyen socialmente entre ellos/as.

  • Asegúrese de que el personal sepa dónde y cómo puede acceder a los servicios de salud mental y apoyo psicológico y social, y facilite el acceso a dichos servicios. Los gerentes y los jefes de equipo enfrentan tensiones similares a las de su personal y pueden experimentar presiones adicionales relacionadas con las responsabilidades de su función. Es importante que las disposiciones y estrategias anteriores estén vigentes tanto para los/as trabajadores/as como para los/as gerentes, y que estos puedan ser modelos que seguir para las estrategias de autocuidado para mitigar el estrés.

  • Es esencial orientar a todo el personal sobre cómo proporcionar apoyo emocional y práctico básico a las personas afectadas, utilizando primeros auxilios psicológicos.

  • Maneje las urgencias de salud mental y neurológicas (por ejemplo, delirio, psicosis, ansiedad o depresión severa) dentro de las instalaciones destinadas a las urgencias o en los centros sanitarios. Es posible que sea necesario desplegar e incrementar aquí la dotación de personal capacitado y calificado (como los profesionales de la Psicología) cuando sea posible, de cara a proporcionar salud mental y apoyo psicológico y social.

Mensajes para cuidadores de niños y niñas

  • Ayude a los niños y a las niñas a encontrar formas positivas de expresar sentimientos como el miedo y la tristeza. Cada menor tiene su propia forma de expresar emociones. A veces, participar en una actividad creativa, como jugar o dibujar, puede facilitar este proceso. Los niños y las niñas se sienten aliviados/as si pueden expresar y comunicar sus sentimientos en un ambiente seguro y de apoyo.

  • Mantenga a los y las menores cerca de sus padres y familiares, si se considera seguro. Si un niño o una niña necesita ser separado/a de su cuidador principal, asegúrese de que se proporcione la atención alternativa adecuada y que el profesional pertinente haga un seguimiento regular del niño. Asimismo, es esencial que durante los períodos de separación, se mantenga un contacto regular con los padres y cuidadores, como llamadas telefónicas o videollamadas programadas dos veces al día u otra comunicación apropiada para su edad (por ejemplo, redes sociales).

  • Mantenga las rutinas familiares en la vida diaria tanto como sea posible, o cree nuevas rutinas, especialmente, teniendo en cuenta que los pequeños y las pequeñas deben quedarse en casa. Ofrezca actividades atractivas y apropiadas para la edad de los y las menores, incluidas actividades para su aprendizaje. Siempre que sea posible, aliéntelos/as a continuar jugando y socializando con otros/as.

  • Durante los momentos de estrés y crisis, es común que los niños y las niñas busquen más apego y sean más exigentes con los padres. Hable sobre el COVID-19 con sus hijos e hijas de manera honesta y apropiada para su edad. Si tienen inquietudes, abórdenlas juntos, ya que así puede aliviar su ansiedad. Los niños y las niñas observan los comportamientos y emociones de los adultos en busca de pistas sobre cómo manejar sus propias emociones durante los momentos difíciles.

Mensajes para adultos/as mayores, personas con problemas de salud subyacentes y sus cuidadores/as

  • Los adultos y las adultas mayores, especialmente en aislamiento y aquellos/as con deterioro cognitivo/demencia, pueden presentar más ansiedad, enojo, estrés, agitación y retraimiento durante el brote o durante la cuarentena. Es importante ofrecerles apoyo práctico y emocional a través de redes informales (familias) y profesionales de la salud.

  • Comparta datos sencillos sobre lo que está sucediendo, así como información clara sobre cómo reducir el riesgo de infección, en palabras que las personas mayores con/sin deterioro cognitivo puedan entender. Repita la información cuando sea necesario. Las instrucciones deben comunicarse de manera clara, concisa, respetuosa y con paciencia. También puede ser de utilidad mostrar esa información por escrito o en imágenes. Involucre a los miembros de la familia y a otras redes de apoyo, para proporcionar información y ayudar a las personas a practicar medidas de prevención (por ejemplo, lavado de manos, etc.).

  • Si tiene un problema de salud subyacente, asegúrese de tener acceso a cualquier medicamento que esté usando actualmente. Active sus contactos sociales para brindarle asistencia, si es necesario.

  • Esté preparado y conozca de antemano dónde y cómo obtener ayuda práctica si es necesario, como llamar a un taxi, recibir comida y solicitar atención médica. Asegúrese de contar con toda la medicación regular que pueda necesitar para al menos dos semanas.

  • Aprenda ejercicios físicos diarios sencillos para realizar en casa, en cuarentena o en aislamiento, de modo que pueda mantener la movilidad y reducir el aburrimiento.

  • Mantenga rutinas y horarios regulares tanto como sea posible o ayude a crear otros nuevos en un nuevo entorno, incluyendo ejercicio regular, limpieza, tareas diarias, canto, pintura u otras actividades. Manténgase en contacto con sus seres queridos (por ejemplo, por teléfono, correo electrónico, redes sociales o videoconferencia).

Mensajes para personas que viven aisladas

  • Manténgase conectado/a y en las redes sociales. Intente, dentro de lo posible, continuar con sus rutinas diarias personales o crear nuevas rutinas si las circunstancias cambian. Teniendo en cuenta las recomendaciones de limitar el contacto social físico para contener el brote, se puede mantener el contacto por teléfono, correo electrónico, redes sociales o videoconferencia.

  • En momentos de estrés, preste atención a sus propias necesidades y sentimientos. Participe en actividades saludables que disfrute y encuentre relajantes. Desarrolle hábitos saludables: haga ejercicio, establezca rutinas de sueño y coma alimentos saludables. Mantenga las cosas en perspectiva. Las agencias de salud pública y los expertos y las expertas de todos los países están trabajando en el brote, para garantizar la disponibilidad de la mejor atención para los afectados y las afectadas.

  • Un flujo casi constante de noticias sobre un brote puede hacer que cualquier persona se sienta ansiosa o angustiada. En momentos específicos del día, busque actualizaciones de información y orientación práctica de los profesionales de la salud, y evite escuchar o seguir rumores que le hagan sentir incomodidad.

El documento completo en inglés se encuentra disponible a través del siguiente enlace:

Mental health and psychosocial considerations during the COVID-19 outbreak

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