La terapia psicológica en violencia de género es fundamental-Entrevista a María Filgueira, presidenta de la Asociación Victoria

17 Jul 2020

La violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual- constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, casi un tercio de las mujeres de todo el mundo son víctimas de violencia física y/o abusos sexuales por parte de sus parejas o abusos sexuales de otras personas a lo largo de su vida. En la mayoría de los casos, estas agresiones las comete la pareja en el hogar.

De acuerdo con la OMS, la situación actual generada por el coronavirus puede incrementar los riesgos de violencia dentro del hogar, especialmente en caso de confinamiento forzoso. En este contexto, la Organización Mundial insta a Gobiernos y legisladores políticos para que incluyan los servicios esenciales para el abordaje de la violencia contra las mujeres en los planes de preparación y respuesta para el COVID-19, y pone de relieve la importancia de que los centros de salud cuenten con información sobre servicios disponibles a nivel local (por ejemplo, servicios telefónicos de ayuda, refugios, asesoramiento…).

Precisamente, un importante servicio en este ámbito es el que ofrece la Asociación Mujeres contra la Violencia de Género “Victoria”, una entidad sin ánimo de lucro de ámbito nacional dedicada a la atención integral de mujeres víctimas de violencia de género, apoyando, orientando y asesorando a las mujeres víctimas así como a su entorno.

La asociación “Victoria” atiende a las víctimas siguiendo un programa propio denominado “programa de acción, defensa y reacción contra la violencia de género” que trata las necesidades de las mujeres que salen de una relación de maltrato. Lo realizan a través de servicios gratuitos y confidenciales, así como buscando instituciones y empresas que puedan apoyar a las víctimas.

Para conocer en profundidad esta entidad, Infocop Online ha querido entrevistar a su presidenta, la psicóloga experta en Violencia de Género, María Filgueira Pérez, quien nos hablará en detalle sobre la misma a continuación.

ENTREVISTA

Como presidenta de la Asociación Victoria, ¿podría explicarnos brevemente cómo surge la iniciativa de crear esta entidad? ¿Cuáles son sus objetivos y a quién va dirigida?

La Asociación de Mujeres contra la Violencia de Género “Victoria” fue creada en el año 2009 por un grupo de mujeres supervivientes de maltrato que querían ayudar, desde su experiencia como mujeres víctimas, a otras mujeres que estaban pasando por esa misma situación. A lo largo de estos 11 años de existencia hemos desarrollado nuestro programa de Acción, Defensa y Reacción contra la Violencia de Género con el objetivo principal de realizar una intervención integral con mujeres víctimas de violencia de género y servir de apoyo a organismos e instituciones que trabajan en este ámbito.

¿Qué personas y profesionales conforman el equipo multiprofesional de la Asociación? ¿Quiénes colaboran con la misma?

Nuestra intervención con las mujeres víctimas de maltrato a las que atendemos se basa en su integración en todas las actividades que comprende nuestro programa: asesoría jurídica, terapia psicológica, área de empleo, área de integración social y bienestar y área de autoprotección. Todas las profesionales que colaboran en nuestra asociación impartiendo nuestros talleres poseen formación y experiencia en intervención con mujeres víctimas de violencia de género. Además, contamos con la colaboración de la División de Formación del Cuerpo Nacional de Policía que nos imparte el curso de Autoprotección y Defensa Personal Femenina.

¿Podría decirnos qué pueden encontrar las mujeres que contactan con su Asociación en busca de ayuda?

Dado que las mujeres que sufren maltrato por parte de su pareja o expareja presentan múltiples necesidades hemos implantado a lo largo de estos años talleres que cubren si no todas sí muchas de estas necesidades. En primer lugar, la necesidad de seguridad para poder evitar una agresión física o psicológica tanto ella como sus hijas e hijos, de ahí que una de las primeras actividades que pusimos en marcha fue nuestro curso de Autoprotección y Defensa Personal Femenina. Además, para ganar en seguridad en sí mismas es conveniente que conozcan su procedimiento judicial por lo que implantamos la Asesoría Jurídica con el objetivo de asesorarlas para que sepan cómo poner una denuncia, cómo interpretar una sentencia judicial o el simple hecho de que conozcan sus derechos y obligaciones a la hora del divorcio que muchas desconocen. También es muy necesario el bienestar físico y psicológico y para ello tenemos nuestras actividades de Terapia Psicológica y el taller de Bienestar. Según íbamos atendiendo a las mujeres víctimas de maltrato íbamos viendo sus necesidades. Muchas carecían de empleo por lo que pusimos en marcha el área de Empleo y Formación en Tics y casi todas presentan aislamiento social por lo que desarrollamos nuestro taller de Risoterapia y Crecimiento Personal con el objetivo de crear red de apoyo mutuo entre las mujeres que asisten al mismo. En los últimos años hemos comprobado que muchos hijos e hijas de estas mujeres sufren directamente el maltrato de sus padres hacía sus madres lo que provoca en ellas y ellos problemas de conducta, fracaso escolar y problemas de relación con sus madres por lo que para paliar este aspecto estamos impartiendo el taller de Madres dónde les enseñamos a las mujeres como solventar estos problemas.

Concretamente, la Asociación Victoria atiende a las víctimas siguiendo un programa propio denominado “Programa de Acción, Defensa y Reacción contra la Violencia de Género”. ¿Podría detallarnos en qué consiste y cuál es su finalidad?

Nuestro Programa de Acción, Defensa y Reacción contra la Violencia de Género comprende todas las actividades mencionadas anteriormente. Su finalidad es realizar una intervención integral con las mujeres víctimas a las que atendemos por lo que cuando llega una mujer a nuestra asociación y después de evaluar su caso y ver sus necesidades le proponemos incluirla en todas nuestras actividades. Con ello atendemos a su necesidad de autoprotección, asesoramiento jurídico, terapia psicológica, empleo e inclusión social en un grupo de referencia, además de darle pautas de convivencia con sus hijas e hijos.

¿Qué rol desempeña la Psicología aquí?

La terapia psicológica en este ámbito es fundamental. Actualmente, la ciudadanía está muy sensibilizada con este tema. Todas reconocemos el maltrato físico (un bofetón, estrangulamiento, paliza, etc.) pero el maltrato psicológico es menos visible y quizás más dañino que el físico ya que es el primero que se da en todos los casos de violencia de género. El maltrato continuado provoca en las mujeres que lo sufren trastornos de ansiedad, depresión, trastornos del sueño, trastornos de la alimentación, consumo o abuso de sustancias, y en los casos más graves trastorno por estrés postraumático, entre otros.

Muchas mujeres no se reconocen como mujeres víctimas de violencia de género, para ellas es muy difícil admitir que la persona que se supone que las quiere las está maltratando, por lo que su primera reacción es negar la evidencia. El trabajo de la psicóloga en este punto es ayudar a la mujer a ser consciente de lo que la está pasando en su relación de pareja y guiarla en el proceso de duelo y culpa que conlleva el divorcio o denuncia. Además de, mediante técnicas terapéuticas, trabajar los diferentes trastornos mentales que pueda presentar consecuencia de su vivencia de maltrato.

Lo más gratificante de mi trabajo como psicóloga de la Asociación es comprobar como las mujeres que atendemos recuperan la sonrisa y su identidad de mujer menoscabada por sus agresores.

Sabemos que su entidad participa en diversos proyectos orientados a promover la igualdad entre hombres y mujeres, así como la coeducación como forma de prevención de la violencia de género. ¿Podría señalarnos algunos proyectos en los que hayan colaborado?

Nuestra asociación forma parte del Consejo Local de la Mujer de Fuenlabrada participando en todas las actividades que desarrolla la Concejalía de Feminismo y Diversidad de este ayuntamiento. En este sentido colaboramos con otras asociaciones de este municipio a la hora de trabajar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres participando en cursos, conferencias y talleres dirigidos a la ciudadanía. También hemos impartido charlas en institutos de la zona de cara a trabajar con adolescentes la coeducación como forma de prevención de la violencia de género en edades tempranas.

Además, colaboramos con la Universidad Camilo José Cela y la Universidad Pontificia de Comillas impartiendo las prácticas de último curso del grado de psicología y criminología y el grado de trabajo social y criminología, respectivamente. A estas alumnas les damos formación en violencia de género con el objetivo de que les sirva tanto a nivel profesional como personal.

¿Podría adelantarnos a qué retos se enfrentan y qué líneas de actuación tienen previstas?

Las consecuencias de la pandemia del COVID-19 son, además de sanitarias, económicas por lo que en estos momentos nos hemos tenido que replantear los objetivos que teníamos previstos para este año 2020. Nuestro principal reto es continuar con la puesta en marcha de todas las actividades que comprenden nuestro programa. Para poder conseguirlo necesitamos no sólo recursos personales sino también mayor financiación.

Los objetivos para los dos próximos años son: conseguir más visibilidad de cara a llegar a más mujeres víctimas; reforzar los acuerdos de colaboración que ya tenemos con empresas como Fundación Adecco y Fundación Integra y con las Universidades que ya he mencionado con anterioridad y ampliarlo a otras fundaciones, entidades y empresas que quieran colaborar en la lucha contra la violencia ejercida sobre las mujeres; establecer acuerdos con entidades públicas o privadas que promuevan la igualdad entre hombres y mujeres y participar en todos aquellos proyectos que propongan la coeducación como forma de prevenir la violencia de género.

Nuestro objetivo a largo plazo es llegar a ser una asociación de referencia en la lucha contra la violencia de género a nivel nacional.

De acuerdo con los datos relacionados con violencia de género, cada vez se dan más casos de este tipo de violencia entre parejas jóvenes. De hecho, según el último informe de la Fundación ANAR, en el 82,2% de los casos, la edad media de las mujeres menores que llaman al teléfono en busca de ayuda por violencia de género es de 15,7 años. A su juicio, ¿a qué cree que es debido este incremento de violencia en edades cada vez más tempranas?

Esta realidad es algo que llevamos algún tiempo observando también en nuestra asociación. En este último año nos han llegado varias adolescentes víctimas de violencia de género derivadas por sus madres o amigas. El problema creo que es consecuencia de que no se están realizando proyectos de prevención de este problema ni a nivel educativo ni a nivel social. De hecho, la juventud actual presenta un alto grado de agresividad en sus relaciones y una baja tolerancia a la frustración y aprenden desde muy tierna edad a resolver sus problemas con violencia. Actualmente, incluso los dibujos animados para los más pequeños son agresivos.

Además, las nuevas tecnologías como el móvil y las redes sociales son la forma que tienen nuestros jóvenes de relacionarse y controlarse y por ahí se empieza: por el control exhaustivo de lo que hace la otra persona y de con quien se relaciona.

La mejor forma de luchar contra la violencia dentro de la pareja es educar en la igualdad y en la tolerancia tanto en la familia como en la sociedad.

No podemos dejar de mencionar el contexto actual de pandemia por COVID-19 en el que nos encontramos desde el pasado mes de marzo. A este respecto, la OMS lanzó un comunicado mediante el cual alertaba del problema de la violencia contra las mujeres y la importante amenaza que supone, especialmente durante la situación de confinamiento. En su opinión de experta, ¿en qué medida la situación generada por la pandemia ha impactado en el grave problema de la violencia de género?

El confinamiento en nuestras casas ha sido una situación difícil para todas, pero sobre todo para las mujeres víctimas que conviven con sus agresores ya que han estado encerradas 24 horas al día con ellos, soportando sus provocaciones de discusiones para al final tener una excusa para agredirlas psicológica o físicamente. Pero esta situación de ambiente conflictivo en casa no sólo ha sido peligrosa para ellas, sino también para sus hijas e hijos que han vivido directamente el maltrato de su padre hacia su madre. En estas situaciones los menores pueden representar dos roles: el de protector de su madre con lo cual se pone en riesgo de sufrir una agresión o imitar la conducta violenta del padre.

En nuestra asociación atendemos mujeres víctimas de sus parejas o exparejas que además sufren maltrato por parte de sus hijos varones. Esto es consecuencia de que los menores aprenden desde muy pequeños a que a su madre la tratan así y lo ven como algo normal con lo cual terminan ellos mismos maltratándolas.

Para finalizar, ¿desea añadir algún otro comentario?

Para terminar, quiero hacer mención al hecho de que la violencia dentro de la pareja no es la única violencia machista que sufren las mujeres en todo el mundo. En este último año hemos podido comprobar como los hombres ejercen su poder sobre las mujeres violándolas y publicando esas violaciones en las redes sociales jactándose de ello. Son múltiples las violencias machistas contra las mujeres y la forma de luchar contra esta lacra social que es el machismo es educar en igualdad tanto a hombres como a mujeres de todas las edades.

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