En general, conseguir un mayor autocontrol sobre las conductas y las emociones relacionadas con la alimentación, fue la clave para logar con más probabilidad el objetivo propuesto.
Según la encuesta, el 92% opina que en muchos casos, cuando hay un aumento de peso, también subyace algún problema emocional. Además, los resultados del estudio muestran que la mayoría de los psicólogos (más del 70%) identifica la terapia cognitiva (identificar y abordar los pensamientos y emociones negativas que conducen a comportamientos no saludables), la solución de problemas y el mindfulness, como las mejores estrategias para hacer frente al objetivo de perder peso. Otras estrategias que proponen para perder peso y no recuperarlo son intervenciones motivacionales, establecimiento de objetivos adecuados y realizar registros de comportamiento.
Los resultados de este estudio muestran el papel tan importante que tienen las emociones en la pérdida de peso, por lo que se deriva que cualquier programa de adelgazamiento debe integrar la alimentación saludable, el ejercicio físico y la intervención psicológica con estrategias para regular las emociones.
Los resultados completos de este estudio se publicarán en la edición de febrero de 2013 de Consumer Reports Magazine® y en su versión online.
Más información en:
American Psychological Association
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