ENTREVISTA CON ALAN E. KAZDIN, PRESIDENTE ELECTO DE LA APA

3 Ene 2007

Gualberto Buela-Casal, Universidad de Granada

El Doctor en Psicología Alan E. Kazdin, acaba de ser elegido Presidente Electo de la American Psychological Association (APA).

El Profesor Kazdin se formó como psicólogo en la Northwestern University, recibiendo su doctorado en 1970. Desde entonces ha trabajado en la Northwestern University, en la Pennsylvania State University, la University of Pittsburgh School of Medicine y actualmente es Catedrático de Psicología en la Universidad de Yale, en donde, además, dirige los Servicios Psiquiátricos Infantiles (Child Psychiatric Services), el Hospital Yale-New Haven (Yale-New Haven Hospital) y el Centro de Estudios Infantiles (Child Study Center) de la Escuela Universitaria de Medicina de Yale (Yale University School of Medicine).

Alan E. Kazdin

Ha ocupado múltiples cargos en sociedades científicas, y cuenta con numerosas distinciones y premios. Es, así mismo, autor de más de 600 publicaciones y uno de los psicólogos más citados del mundo. Ha estado siempre muy vinculado a la Psicología española, prueba de ello es que ésta es la primera entrevista que concede tras su nombramiento como nuevo Presidente Electo de la APA.

ENTREVISTA

G. Buela-Casal: En primer lugar, hay que felicitarle por haber sido elegido Presidente de la APA con casi cinco mil votos de ventaja sobre el siguiente candidato más votado, esto, sin duda, implica un enorme respaldo de la comunidad científica y profesional. Dígame si se esperaba este importante apoyo y a qué se puede atribuir. En segundo lugar, deseamos agradecerle que acceda a esta entrevista, tan sólo unos días después del último recuento de los votos.

A. Kazdin: Gracias por sus felicitaciones. Me sentí gratamente sorprendido de ganar las elecciones. Respecto a la entrevista, siempre es un placer. Como bien sabes, por nuestros muchos años de amistad, España ocupa un lugar especial en mi corazón.

En realidad se puede considerar a Alan Kazdin como una persona con una gran experiencia en la dirección de departamentos, revistas científicas, comités y sociedades científicas, como lo demuestra el que haya ocupado ya numerosos cargos directivos en la APA, en la Society for Experimental Analysis of Behavior, o la presidencia de la Association for Advancement of Behavior Therapy (AABT). ¿Cree que esta experiencia será suficiente para presidir la APA respondiendo a las expectativas que han depositado en usted tantas personas?

Estas experiencias, sin duda, me ayudarán a enfrentar el cargo. Parte del trabajo administrativo que he desarrollado se ha vinculado a la planificación estratégica y la implementación de planes, lo que también será de ayuda. De todos modos, aún tengo mucho que aprender acerca del avance de la APA en ámbitos como la investigación, formación, políticas, servicios clínicos y otras áreas. Así mismo, me gustaría conocer qué interesa a los miembros de la organización y a los psicólogos de todo el mundo.

En cualquier caso ya no sería el primer gran reto, pues la dirección de la Enciclopedia de Psicología (The Encyclopedia of Psychology) editada por Oxford University Press y la APA ha sido, quizás, el proyecto editorial de mayor envergadura, hasta la fecha, realizado en el campo de la Psicología. Me consta que, en algunos momentos, la presión fue muy alta, y ahora que ya pasaron unos años, ¿cree que el esfuerzo mereció la pena?.

Sin lugar a dudas. Las publicaciones, tanto las vuestras como las mías, se leen por otros profesionales, lo que es imprescindible para el avance de la ciencia y del trabajo clínico. El público que lee La Enciclopedia, sin embargo, es mucho más amplio (dado que incluye a estudiantes, el público general) y constituye, por ese motivo, una oportunidad clave para mostrar lo que es la Psicología y lo que hace que sea importante en el mundo. Me sentí muy contento de poder participar en la elaboración de la Enciclopedia y de colaborar con tantos especialistas de todo el mundo.

Es posible que el nombre de la APA lleve a confusión, pues mientras algunos consideran que es una asociación estadounidense, en realidad puede considerarse una asociación internacional, ya que muchos de sus miembros provienen de diferentes países del mundo. De hecho, algunos de sus congresos se han celebrado en Canadá. ¿Cuál es su visión en este sentido?

En efecto, la APA es una organización internacional en muchos sentidos, debido a que cuenta con miembros de otros países. Sin embargo, a mí me gustaría que la Psicología tuviera un mayor contacto con la comunidad internacional y trabajar conjuntamente con otros países con el objetivo de aplicar la Psicología a problemas humanos significativos. ¿Qué necesitamos aprender de otros países para ayudar en la resolución de problemas significativos?. Debemos aprender unos de otros y trabajar juntos. Por ejemplo, la obesidad y la malnutrición son problemas mundiales –que, además, se dan simultáneamente en algunos países-. ¿Qué puede hacer en este caso la Psicología?. Así mismo, la Psicología ha contribuido en el abordaje del VIH y en las prácticas que reducen la incidencia del SIDA, pero, ¿qué más podemos hacer?. Nuestra contribución debería centrarse en qué es lo que la Psicología puede hacer más que en lo que puede hacer la APA.

En el año 2001 se publicó un estudio en la International Journal of Clinical and Health Psychology, en el que se ponía de manifiesto que A. Kazdin era el psicólogo más productivo y el más citado en el ámbito de la Evaluación Conductual. Más recientemente se ha publicado otro trabajo en la revista Research in Developmental Disabilities que confirma esto mismo en el contexto de la Psicología Clínica. Este mismo mes yo realicé un estudio comparativo sobre la producción de artículos y citas en la Web of Science, de los 5 candidatos que se presentaron para las elecciones de la APA. El resultado muestra que A. Kazdin no sólo es uno de los autores top de la Web of Science en cuanto a productividad, sino que, además, había sido citado, sólo en esta base, 9.758 veces; es decir, recibía casi tantas citas como votos ha conseguido en las elecciones a la presidencia de la APA. ¿Cree que el hecho de ser tan citado ha tenido un peso importante a la hora de recibir tantos apoyos para la presidencia? Y, por cierto, ¿cómo se siente alguien al ser tan citado?

Es muy amable por tu parte mencionar mi trabajo y las citas que ha recibido. Me sorprende que mi trabajo sea citado. Ni mis familiares se leen mis trabajos, así es que no esperaba que nadie más lo hiciera.

Entre las personas que han apoyado su candidatura se encuentran varios de los psicólogos más prestigiosos, tales como A. Bandura, A. Beck, D. Barlow… y también nuestro común amigo Michael Mahoney que, lamentablemente, hemos perdido hace poco. En la década de los noventa editasteis un libro juntos (Cognitive and Behavioral Interventions) que ha tenido un importante éxito. Muchos consideran que fue uno de los psicólogos importantes de las últimas décadas, no se si quiere comentar algo sobre ello.

Michael Mahoney fue enormemente creativo. Cuando estuvimos juntos en la Pennsylvania State University nuestras oficinas, en el Departamento de Psicología, estaban contiguas. Era una fuente constante de ideas y tenía un sentido del humor excelente. Tenerle como colega fue un placer y una experiencia de aprendizaje. Fue muy influyente y su pérdida nos ha entristecido a muchos de nosotros.

En la campaña para la presidencia de la APA ha hecho especial énfasis en las aplicaciones de la Psicología en la Salud, y ponía como ejemplo todo lo que se puede hacer cambiando las conductas en el caso del VIH/SIDA. ¿Considera, por tanto, que la salud es uno de los retos que debe afrontar la Psicología? ¿Qué otros retos tiene previstos para su periodo como Presidente?

Me gustaría extenderme un poco en el tema de la salud. La investigación continúa mostrando que los problemas psicológicos tienen un impacto enorme en la salud física y que la salud física tiene un enorme impacto en los problemas psicológicos. Tanto los problemas de salud física como mental resultan muy costosos en términos económicos y de recursos humanos. Una de las implicaciones de esto es que tanto los servicios psicológicos como el trabajo clínico deberían ocupar un papel más central en la salud física y en la prevención y abordaje de las enfermedades. La Psicología Clínica debe ocupar un papel mucho más importante del que ocupa en el mundo, y no debería limitarse únicamente a la salud mental.

 

En cuanto a iniciativas para este periodo, quiero impulsar muy particularmente el entendimiento de la cultura y etnicidad, infancia y familia y el trabajo internacional. Este reto se traduce en una pregunta, ¿qué puede hacer la Psicología para ayudar al mundo?¿Cómo podemos convertirnos en socios de otras organizaciones y países para lograr mayor impacto? Estas son preguntas clave de mi presidencia.

Como es bien conocido, la APA es la asociación de psicólogos más importante del mundo, de ahí su enorme influencia en muchos ámbitos; pero también es verdad que el Consejo General de Colegios de Psicólogos de España (con unos 40.000 miembros) es una gran asociación por su importancia numérica. Conociendo su proximidad a España, y a la Psicología que se hace en español, ¿cree que puede resultar interesante el desarrollo de proyectos comunes? ¿Qué tipo de proyectos podrían ser interesantes?

Estoy deseando desarrollar algún tipo de colaboración. Considero que la colaboración internacional es importante para maximizar el impacto de la Psicología. Sabes lo mucho que he disfrutado de la colaboración profesional. Mi expectativa es que la colaboración entre nuestros países, y de manera más general, la colaboración a un nivel internacional, va a ser imprescindible para lograr un mayor impacto de la Psicología. Ese impacto incluye desde la atención a la educación y la formación de la siguiente generación de psicólogos, a la investigación, el trabajo clínico y los servicios de atención.

En España, como bien conoce, ha tenido lugar un importante debate sobre si la Psicología es o no una ciencia de la salud. Como en todo debate, hay opiniones eoncontradas, pero el hecho es que, recientemente, el Consejo de Coordinación Universitaria del Ministerio de Educación y Ciencia aprobó la adscripción de la Psicología a las Ciencias de la Salud (antes estaba clasificada en las Ciencias Sociales y Jurídicas), ¿cuál es su opinión sobre este cambio y su consideración como una ciencia de la salud?

La Psicología es central para la salud y puede hacer dos tipos de contribuciones. En primer lugar, la investigación científica básica está ayudando en la comprensión de aspectos críticos de la salud. Por ejemplo, ahora sabemos que el estilo de alimentación o la conducta de fumar de los padres y abuelos de una persona puede influir en el desarrollo de problemas de salud física y psicológica en hijos y nietos. Esto es muy importante. En segundo lugar, hoy en día es bien conocido que la adherencia a los tratamientos médicos, dietas, el ejercicio físico, la conducta de fumar y otros hábitos relacionados con el estilo de vida influyen definitivamente en la salud. La Psicología es esencial para entender estos hábitos y abordarlos. No hay lugar a debate, los aspectos y temas clave de la Psicología influyen en la salud y en el uso de los servicios sanitarios.

Sus intereses en la investigación han sido múltiples, desde la metodología de la investigación, la evaluación conductual, los tratamientos psicológicos o la eficacia de los tratamientos a la conducta antisocial, pero tal vez es sobre ésta última sobre la que más ha trabajando en los últimos años y en la que constituye una referencia a nivel mundial. ¿Continuará dando prioridad a este tema de investigación en el futuro?

En mis propios trabajos de investigación sigo centrado en las conductas antisociales y la agresión en niños y adolescentes. Como sabes, por las colaboraciones que hemos mantenido, hemos desarrollado tratamientos que se han mostrado eficaces. Una dificultad constante con la que tropezamos es la difusión de estos tratamientos entre los profesionales que trabajan en la práctica clínica. Los tratamientos más eficaces y mejor estudiados continúan sin aplicarse en el ejercicio clínico. Mi objetivo prioritario ahora mismo, en este sentido, es difundir mejor lo que sabemos hasta ahora, aunque no significa que vaya a detener mi labor investigadora.

 

Hace ya más de una década le hice una entrevista para esta misma revista, durante un Congreso Internacional celebrado en Granada. En aquella entrevista insistía en dos consejos para los jóvenes psicólogos: uno es que la experiencia profesional, si no está guiada por el conocimiento teórico, es muy limitada y, otro es que «no fallan las técnicas, lo que fallan son los terapeutas», ¿sigue pensando igual?.

La teoría es una buena guía para la investigación pero hemos de ser cuidadosos. En Psicología, en algunas ocasiones, la teoría se ha asimilado con perspectivas muy globales sobre un problema, ya sea esta perspectiva de corte conductual, psicoanalítico, humanista o de otro tipo. Estas perspectivas tan amplias constituyen un tipo de teoría que, bajo mi punto de vista, no es muy útil. Se alejan mucho de los datos reales. Son muy importantes los modelos específicos sobre cómo funciona un fenómeno particular. Yo animo a los jóvenes investigadores a trabajar en estrecha relación con el fenómeno que están estudiando, a desarrollar en profundidad y con mucha precaución descripciones. Las descripciones detalladas, realizadas con mucho cuidado, son el mejor camino para alcanzar una comprensión profunda y para desarrollar una teoría.

A principios del siglo XXI se publicó en España un libro dirigido por el profesor Rubén Ardila titulado «La Psicología en el Futuro». En ese libro usted escribió un capítulo en el que opinaba que el avance de la Psicología en el futuro también estará relacionado con la conexión entre la Psicología y la Biología, con el avance de la tecnología y la robótica y con el conocimiento del mapa del genoma humano, ¿continúa manteniendo ese planteamiento?

Creo que la Psicología todavía tiene que mucho que aportar por sí misma. Al mismo tiempo, la colaboración con otras áreas es fundamental. Por ejemplo, la investigación sobre genética y proteómica ha hecho que la Psicología sea más importante que nunca. El trabajo en epigenética lo ilustra. La investigación epigenética muestra como la crianza y el cuidado de los hijos (Psicología) puede influir en la expresión de los genes a través de múltiples generaciones. Este trabajo es asombroso y muestra la importancia de la colaboración entre dos disciplinas. También la neuroimagen y la biología molecular son críticas a la hora de abordar temas como el modelado y la empatía. La colaboracíón es imprescindible para alcanzar nuevos niveles de comprensión.

G. Buela-Casal: ¿No sé si quiere comentar algo más para los psicólogos españoles?

Espero que tengamos oportunidad de colaborar y trabajar con psicólogos españoles. Tenemos mucho que aprender de vosotros. Además, juntos podemos conseguir un impacto que no sólo introduzca mejoras para ambos países, sino, también, ayudar a las personas en todo el mundo. La salud mental y física, la educación, la vida en familia, los derechos de grupos que sufren discriminación, abuso y violencia, constituyen sólo algunos de los temas. Quiero pensar que juntos podemos hacer más por nuestros países de lo que cada uno podríamos hacer por separado.

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