PSICOLOGÍA Y COACHING: ENTREVISTA A ALFONSO MEDINA

14 Feb 2007

Alfonso Medina es doctor en Psicología, profesor-tutor de Psicología Básica en la UNED, Coach Profesional Certificado (PCC) de la Internacional Coach Federation y director de la empresa de coaching Chi Positivo S.L. (www.chipositivo.com). Ha participado como representante del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos en la I Intrnational Coaching Psychology Conference, celebrada el pasado mes de diciembre en la City University de Londres, Reino Unido. Ofrece en esta entrevista una revisión del concepto de coaching, sus aplicaciones y su impresión general sobre el estado de este área profesional que está comenzando a despuntar en España.

ENTREVISTA

¿Qué es el coaching? 

El coaching es un conjunto de técnicas para ayudar a las personas mental y emocionalmente sanas, a mejorar su rendimiento y bienestar. Su objetivo es ayudar a los clientes (coachees) a que descubran, aprendan y utilicen sus propios potenciales para alcanzar las metas que desean, manteniendo un sentido de integridad y congruencia entre los aspectos del ser y del hacer. El principio básico implícito es que el cliente tiene en su interior las respuestas y los medios para desarrollar las capacidades que le permitirán descubrir cómo alcanzar un mayor nivel de bienestar y rendimiento en todas las áreas de su vida. El coaching y el coach (persona que guía y acompaña el proceso) simplemente ayudan a su cliente a descubrir la manera y los medios para conseguirlo.

Esto se lleva a cabo a través de reuniones periódicas (semanales o quincenales habitualmente) entre coach y cliente de entre 60 y 120 minutos, en las cuales el coach, a través del uso de competencias básicas de observación, escucha y pregunta, ayuda a su cliente a tomar conciencia de su situación, sus potenciales y sus fuentes motivacionales y a diseñar y realizar acciones futuras que le permitan obtener los resultados previamente acordados como base de la relación contractual entre ellos.

Es necesario aclarar que el coach no se responsabiliza de la consecución de los objetivos acordados, sino de ayudar a que el cliente los consiga y aprenda las claves y procedimientos que le permitirán conseguir otros resultados en el futuro.

 

¿Qué tiene que ver la Psicología con el coaching?

Esta es una pregunta que suscita mucha controversia. Desde un punto de vista teórico y aplicado, el coaching puede verse como una forma de concebir y aplicar la Psicología a los individuos o los grupos en el ámbito de la población sin patologías clínicas. De hecho, sus principios teóricos proceden de la Psicología del Deporte y del Desarrollo Organizacional y de algunas leyes de la Psicología Básica (motivación, aprendizaje, solución de problemas y toma de decisiones).

Si lo miramos desde un punto de vista profesional, algunos o muchos profesionales del coaching (depende del país de referencia) proceden de disciplinas distintas a la Psicología y utilizan algunas técnicas no contempladas por la Psicología ni por otras disciplinas académicas. En la actualidad, hay muchos y muy prestigiosos coaches en el mundo que tienen una formación académica en áreas  distintas a la  Psicología.

La vocación del coaching es ayudar a las personas en su desarrollo y mejora, y eso siempre ha sido una meta de la Psicología  como profesión.

¿Cómo se está utilizando y en qué ámbitos? 

Actualmente no existe una reglamentación clara ni un reconocimiento oficial ni académico, lo que hace que los coaches formados en organizaciones con prestigio convivan con coaches sin apenas formación o preparación previa, por lo que la calidad del servicio puede ser muy variable.

En el ámbito de la empresa, por ejemplo, el servicio de coaching se ofrece frecuentemente acompañando a otros como la consultoría, el team building, outplacement, y con herramientas de diagnóstico como el MBTI o el feed-back 360. Aún así, el coaching está empezando a ocupar un lugar estratégico en los programas de formación y recursos humanos de las empresas y está demostrando una relación eficacia/coste muy ventajosa. En el ámbito personal, a veces se ofrece junto a técnicas de PNL (Programación Neurolingüística) o hipnosis Ericksoniana.

En cuanto a los ámbitos, existen dos grandes áreas de aplicación: Coaching ejecutivo y de empresa y Coaching personal o coaching para la vida. El coaching llamado Ejecutivo y de Empresa está más orientado a la ayuda en el desarrollo de habilidades y competencias relevantes en el entorno laboral, como pueda ser el desarrollo de habilidades de liderazgo o de control y manejo del estrés laboral o adaptación al cambio. El Coaching llamado Personal suele trabajar de modo más integral y global con todos los aspectos y objetivos de la vida privada, social, laboral, espiritual, de la persona, ayudando a conseguir un mayor equilibrio y aprovechamiento de las capacidades individuales. Pero esta división está motivada, en gran medida, por los ámbitos en los que se emplea y por el hecho de que el coaching comenzó aplicándose en contextos empresariales, más que por las competencias y principios éticos del coaching, que son comunes a todas las parcelas de aplicación.

¿Cuál es la realidad del Coaching en España y en la Unión Europea? ¿Podrías ilustrarlo con algún ejemplo práctico?

En España se nota ya cierto interés social general y de las empresas y los profesionales liberales en particular. Altos directivos de grandes empresas, ejecutivos de distinto nivel, jóvenes emprendedores, artistas, estudiantes, periodistas, políticos y deportistas de élite, jubilados, etc, ya utilizan el coaching como ayuda para conseguir sus objetivos en la vida.

 

En el plano profesional, puedo comentarte que un estudio reciente de la delegación española de la ICF (International Coach Federation), la organización profesional más prestigiosa y amplia a nivel mundial, ha censado 150 coaches en ejercicio en España, aunque, a fecha de hoy, somos una decena los coaches profesionales certificados por ICF y creo que sólo 2 tenemos formación en Psicología. Probablemente, estas cifras del censo se queden muy cortas y el número de coaches certificados aumente considerablemente durante este año.

En países como Italia, Reino Unido y Alemania los servicios de coaching están mucho más consolidados y extendidos, tanto a nivel empresarial, como profesional y personal y siguen las trazas de crecimiento de los Estados Unidos, donde el coaching es un servicio usual que, incluso, se anuncia por TV.

Para hacernos una idea global, las cifras del último estudio realizado en 74 países por Price WaterhouseCoopers calcula que el coaching ha movido en 2006 alrededor de 15.000 millones de dólares USA.

En cuanto a la participación de los psicólogos en Europa, no conozco datos comparativos concretos, pero existe mucha diversidad. En Reino Unido, el porcentaje de psicólogos miembros de las asociaciones de Coaching más reconocidas es cercano al 50%, mientras que en España e Italia no creo que alcance el 20%. No obstante, los pocos datos de los que se dispone tienen una fiabilidad muy limitada.

¿Cómo se puede uno formar en Coaching? ¿Y qué requisitos mínimos deben exigirse, bajo tu punto de vista, en esta formación?

Existen 3 organizaciones en España que proporcionamos cursos de formación acreditados por la ICF y otros tantos ofrecidos como cursos de post-grado por algunas universidades en Barcelona y Madrid.

Los programas de formación que permiten solicitar automáticamente la acreditación de ICF exigen un mínimo de 125 horas en modalidad individual o de grupo y un mínimo de 6 horas de prácticas supervisadas, así como la superación de 2 exámenes (intermedio y final) para los dos primeros niveles de certificación (ACC o coach Asociado y PCC o coach profesional) y 200 horas para el nivel superior, MCC (Master Coach). No se exige titulación universitaria, aunque la mayoría de los coaches certificados la tienen. El nivel de exigencia mínimo es éste, aunque algunas escuelas norteamericanas imponen, como requisito previo, haber recibido y experimentado un programa completo de coaching antes de comenzar la formación propiamente dicha. Algo que me parece fundamental  para obtener el mayor rendimiento posterior y para ofrecer un servicio de calidad.

¿Qué ventajas puede reportar al proceso de coaching que la persona que lo dirija sea un profesional de la Psicología? 

Sin duda, y creo que esta es una idea que comparten los coaches no-psicólogos, nuestra formación es comparativamente la más adecuada y adaptada para desarrollar niveles de máxima calidad de coaching. Nuestro conocimiento de las leyes básicas del pensamiento y de la conducta humana, sus aspectos emocionales y motivacionales permiten desarrollar un nivel de comprensión del cliente mucho más rápido y profundo. Conocimientos específicos de la interacción entre personas en contextos de ayuda (ej. entrevista, establecimiento de rapport, herramientas de diagnóstico, etc), colocan al psicólogo en la mejor posición de partida para la profesión del coaching. Además de esto, en la práctica del coaching existe un aspecto muy importante desde el punto de vista ético que es el compromiso honrado por parte del coach de poner en conocimiento del cliente cualquier tipo de sospecha que tenga de que el comportamiento del cliente sea potencialmente patológico y, en su caso, recomendar al cliente otro tipo de ayuda terapéutica más adecuada, y, consecuentemente, suspender la relación de coaching si las sospechas se confirmasen. Para llevar a cabo este tipo de actuación ética, es evidente que es necesario conocer un mínimo de diagnóstico psicopatológico que los programas de formación no enseñan explícitamente y que, sólo en algunos casos, se limitan a incluir algunas recomendaciones con escaso fundamento psicológico.

Creo que las instituciones profesionales y académicas de la Psicología están en una posición idónea para organizar y orquestar programas de formación en coaching del mayor nivel de calidad y exigencia, que contribuyan a construir y enriquecer el prestigio de esta nueva y creciente profesión.

Entre el 18 y 19 de diciembre de 2006 se celebró en la City University de Londres, la I International Coaching Psychology Conference (Primera Conferencia Internacional de Psicología del Coaching), a la que asistieron unos 250 profesionales del coaching y en la que participaron algunos de los más prestigiosos psicólogos-coaches del mundo (como los doctores Otto Laske, M. Cavanagh, D. Stobber, S. Palmer y P. Willis) y uno de los padres del coaching en el Reino Unido, Sir John Whitmore. ¿Cuál ha sido tu impresión sobre la Conferencia de Coaching, organizada por la British Psychological Association –BPS-?

La reunión tenía dos objetivos primordiales: el primero, ilustrar las posibilidades y potenciales de la conexión teórica y práctica entre Psicología y Coaching: el segundo, reunir a los profesionales del coaching procedentes de distintas disciplinas académicas, para intentar unificar criterios en busca de una definición precisa y una regularización de esta reciente parcela profesional.

En líneas generales, ha sido una reunión muy enriquecedora e ilustrativa del tipo de actividades que contribuyen a que la Psicología y sus asociaciones profesionales jueguen un papel determinante en el desarrollo, formación, supervisión y regulación de una actividad profesional que, sin duda, va a adquirir una gran magnitud y relevancia en la sociedad europea en general y española en particular.

La BPS, a través del Special Group in Coaching Psychology, está haciendo una meritoria labor, tanto de ofrecimiento de servicios a las grandes instituciones sociales, por ejemplo, el Parlamento Británico, como de promoción de foros y revistas científicas, como de desarrollo de programas de formación y acreditación, que estoy convencido la colocarán a la cabeza de las organizaciones profesionales de referencia para la profesión del Coaching.

 

Son muchos los asuntos, tanto teórico-científicos, como aplicados, como profesionales que, evidentemente, aún quedan por surgir y por resolver, pero, a mi modo de ver, la Conferencia de Londres ha dado el pistoletazo de salida para un gran proyecto de futuro que implicará y ocupará a muchos profesionales de la Psicología en España, en Europa y en el mundo en pocos años.

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