HABILIDADES SOCIALES Y COMUNICATIVAS EN PERSONAS CON TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA DE ALTO FUNCIONAMIENTO: PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO

18 Sep 2007

Myriam de la Iglesia Gutiérrez (1) y José-Sixto Olivar Parra (2)

(1) CCEE para niños con autismo «El Corro» (Valladolid) y (2) Universidad de Valladolid

El equipo de investigación «Psicología clínica y discapacidad» de la Universidad de Valladolid ha llevado a cabo un programa para la mejora de las habilidades sociales y comunicativas de niños y adolescentes con trastornos del espectro autista de alto funcionamiento (TEA-AF). Los TEA-AF forman un subgrupo dentro del colectivo de TEA (cuyo prototipo es el síndrome de Asperger), con mayores competencias en su desarrollo cognoscitivo y con menor sintomatología. Presenta mayores habilidades en los aspectos formales del lenguaje (gramática), y mayores dificultades en el componente social y comunicativo del lenguaje (pragmática).

De todas las habilidades pragmáticas, las de comunicación referencial han sido objeto de un interés creciente en los últimos años. Para comunicar eficazmente son necesarias una serie de habilidades, entre las que se encuentran las de comunicación referencial. Centran su estudio en los intercambios comunicativos entre una pareja de sujetos con la ayuda de un adulto. Estas habilidades, por ejemplo, la capacidad para adaptar la comunicación a la perspectiva y necesidades del interlocutor, o para autorreestructurar sus mensajes en función de la información que le proporciona su interlocutor, son especialmente deficitarias en este colectivo.

Se diseñó un programa de entrenamiento específico con el objetivo de mejorar la competencia sociocomunicativa de las personas con TEA-AF mediante la aplicación de un programa de entrenamiento en comunicación referencial. Se aplicaron tareas de comunicación referencial diseñadas específicamente a partir de las utilizadas por el equipo de investigación de los Doctores Boada y Forns de la Universidad de Barcelona, en niños sin trastornos. Todas las tareas constan de dos láminas, una para el niño que hace las veces de emisor, otra para el niño que hace el papel de receptor, y un conjunto de objetos referentes móviles (que se diferencian entre sí por algunos detalles) cuya ubicación, atributos o cualidades deberán ser comunicados por el que hace las veces de hablante al oyente.

 

Participaron 20 niños y adolescentes con TEA-AF, distribuidos en dos grupos de 10; uno de los cuales asistió al programa y el otro no. La evaluación de las habilidades de cada uno de los grupos se llevó a cabo antes de la aplicación del programa (pretest), después de terminado éste (postest), y un mes más tarde para comprobar el grado de generalización de lo aprendido.

El grupo entrenado mostró una disminución significativa tanto en el postest como en la prueba de generalización en las regulaciones no adaptadas a su interlocutor (intervenciones en las que el hablante intenta aclarar su mensaje, pero lo hace de manera no satisfactoria, sin tener en cuenta lo que necesita su compañero) y un aumento en las auto-reestructuraciones (intervenciones que se mejoran por efecto de la propia planificación del hablante, en las que se pone en práctica la evaluación de la propia comunicación).

La capacidad de reestructurar un mensaje de manera adaptada, supone un factor clave para el desarrollo de la eficacia comunicativa. Así, una auto-reestructuración implica la capacidad de detectar la ambigüedad de una intervención, y consecuentemente poner en práctica estrategias comunicativas que procuren resolverla.

Dadas las especiales dificultades de este colectivo para generalizar lo aprendido, este dato resulta especialmente interesante de cara a la elaboración de propuestas de actividades para incluir en sus adaptaciones curriculares escolares. Así pues, a pesar de las limitaciones del estudio (número escaso de participantes, limitación de tiempo, grupos clínicos, etc.) el entrenamiento resultó eficaz en la mejora de la competencia sociocomunicativa (capacidad de adoptar la perspectiva del otro y de autoevaluación de la comunicación) en el grupo que había recibido el entrenamiento.

En el futuro, sería interesante poder realizar estos entrenamientos en el contexto escolar, formando parte de la planificación curricular, ya que un objetivo del currículo educativo debe ser animar a los estudiantes a participar en las discusiones, a fomentar habilidades de «buen oyente», así como a ser crítico con la información que recibe.

 

Este trabajo de investigación ha tenido su continuidad en un proyecto de investigación más amplio titulado «Diseño y desarrollo del Programa Valladolid: Una metodología de evaluación e intervención para personas con síndrome de Asperger y trastornos de la comunicación y relación social», financiado por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, en el que se entrenaron las habilidades sociales y comunicativas, junto con las emocionales (otro de los puntos débiles del grupo) de manera conjunta.

Las habilidades para expresar autoafirmaciones positivas, expresión y reconocimiento de emociones, autorregulaciones y empatía, resultaron favorecidas por el programa de entrenamiento, así como las habilidades para hacer amigos, mantener amistades, resolver conflictos interpersonales, relacionarse con adultos y el juego cooperativo. Pero quizás la aportación más importante del estudio fue que se consiguió disminuir los estados de ansiedad y depresión, que constituyen el principal factor de riesgo de este colectivo cuando llegan a la adolescencia y a la edad adulta.

El artículo original en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la Revista de Psicopatología y Psicología Clínica: Iglesia, M. de la, Olivar J. S. (2007). Entrenamiento en habilidades sociocomunicativas en los trastornos del espectro autista de alto funcionamiento. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, Vol. 12 (1), pp. 33-42.

Sobre la autora y autor:

Myriam de la Iglesia Gutiérrez es Doctora en Psicología y Orientadora del CCEE para niños con autismo «El Corro» (Valladolid). Becaria FPI de la Junta de Castilla y León con un trabajo sobre trastornos del espectro autista, de la Iglesia es coautora del libro Autismo y síndrome de Asperger y de diversos artículos en revistas relacionados con este colectivo. También ha participado en proyectos de investigación en convocatoria competitiva, y presentado diversas ponencias y comunicaciones a congresos nacionales e internacionales.

 

José-Sixto Olivar Parra es Doctor en Psicología, Profesor Titular de Psicopatología de la Universidad de Valladolid y Profesor de Pedagogía Terapéutica. Es coautor de los libros Comunicación y Trastornos del Desarrollo y Autismo y síndrome de Asperger, así como de diversos artículos relacionados con los trastornos del espectro autista. Ha dirigido diversos proyectos de investigación y tesis doctorales, y ha presentado ponencias y comunicaciones sobre esta materia en congresos nacionales e internacionales.

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