PREVALENCIA DEL ABSENTISMO ESCOLAR EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA: RELACIONES CON VARIABLES SOCIODEMOGRÁFICAS Y FAMILIARES

13 Nov 2007

Rosario Martínez-Arias (1), Pilar Aguado (2), Mª Antonia Álvarez-Monteserín (3), Mª Francisca Colodrón (4) y Enrique Gallego (5)

(1) UCM, (2) Ayuntamiento de Madrid, (3) Ayuntamiento de Móstoles, (4) Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y (5) Ayuntamiento de Getafe

El absentismo escolar es considerado en la actualidad uno de los problemas más graves a los que se enfrentan los centros educativos. El estudio PISA-2003 (OECD, 2004) pone de relieve que en España el 44% de los equipos directivos entrevistados está de acuerdo o muy de acuerdo con que el absentismo tiene importantes efectos negativos sobre el rendimiento académico, siendo considerado como el segundo problema más grave, únicamente precedido por las conductas disruptivas. El creciente interés, político y social, por este tema se explica tanto por su impacto individual sobre los sujetos afectados, como por la problemática social que plantea.

La caracterización y prevalencia del absentismo escolar son difíciles de establecer, ya que ha sido objeto de definiciones y medidas muy diversas. La mayor parte de los estudios excluyen el absentismo con causa justificada y se centran en lo que se denomina «conducta de rechazo de la escuela», en la que el absentismo es un indicador de la falta de compromiso con lo escolar.

Este trabajo, que forma parte de una investigación más amplia realizada en centros de Educación Primaria y de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de la Comunidad de Madrid, por convenio entre la Oficina del Defensor del Menor y el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (Martínez-Arias, Aguado, Álvarez-Monteserín, Colodrón y Gallego, 2006), se centra en el tipo de absentismo caracterizado en la literatura como ausencia no justificada (truancy).

 

El principal objetivo planteado es establecer la prevalencia del absentismo escolar durante la Educación Secundaria Obligatoria, por medio de datos de encuesta, basados en autoinformes anónimos y confidenciales de los estudiantes. El segundo objetivo del trabajo es analizar las relaciones entre absentismo, características sociodemográficas y académicas de los estudiantes, y los aspectos familiares que en la literatura sobre el tema aparecen relacionados con el absentismo.

En el estudio participaron un total de 7.168 estudiantes escolarizados en 83 centros educativos de titularidad pública y privada (centros concertados y privados) de la Comunidad de Madrid (los datos detallados sobre la muestra, la metodología utilizada, así como de los resultados que se exponen a continuación pueden encontrarse en Martínez-Arias, Aguado, Alvárez- Monteserín, Colodrón y Gallego, 2007).

Los resultados muestran que un 16,1% y un 24,1% de los estudiantes de la ESO faltan al colegio o a alguna de las clases un día o más en dos semanas, respectivamente. Es posible que los datos presentados muestren una prevalencia algo más baja de la real ya que ,como sucede en todos los estudios de encuesta, pueden faltar los absentistas severos entre los respondientes.

La mayor parte de los absentistas comienzan a faltar a clase en 1º de ESO, coincidiendo con el cambio desde la educación primaria, continúan iniciándose en 2º y 3º, siendo menos los que comienzan en 4º. No obstante, el absentismo crece entre 1º y 4º, siendo en este curso en el que se obtienen proporciones más altas, así como medias superiores en la puntuación global de absentismo.

El cambio de centro que se produce en la enseñanza pública no parece afectar al absentismo, ya que las proporciones de inicio en secundaria son similares en los centros públicos y en los privados-concertados.

Cuando se analiza lo que hace el alumnado absentista, se observa que la conducta más frecuente es la de quedarse en casa durmiendo, seguida de la de ir a plazas o parques y a casa de amigos. Es muy rara la realización de actividades familiares, tales como el cuidado de miembros de la familia o ayudar en el trabajo.

En lo que se refiere a la valoración de las consecuencias que atribuyen a faltar a clase, parece que los absentistas son bastante conscientes de las graves consecuencias que les puede acarrear su ausencia, habida cuenta de los elevados porcentajes de alumnos que afirman que tiene consecuencias para su futuro y para sus resultados académicos.

 

La valoración que hacen de las distintas razones para faltar a clase apunta hacia la desafección o desconexión con la escuela, dada la mayor proporción encontrada en razones como el escaso interés de las clases y el aburrimiento y el mayor interés por hacer otras cosas. Esta desafección por lo académico está apoyada por otros resultados de la encuesta, como las tasas más altas de repetición entre los absentistas y sus menores expectativas de graduación.

Por otra parte, la creencia extendida de que las malas relaciones con los compañeros y el acoso están en la base de las conductas absentistas, no está apoyada por los resultados del estudio, ya que son razones aducidas por muy pocos estudiantes (entre el 4y 5%).

Se confirma la tendencia apuntada en otros estudios con respecto a la existencia de tasas más altas de absentismo en los centros de mayor tamaño. También se ha encontrado una mayor prevalencia en los centros públicos, aunque este dato puede estar contaminado por variables contextuales tales como la mayor presencia en ellos de estudiantes con dificultades de aprendizaje, inmigrantes, minorías y de niveles socioculturales inferiores, variables todas ellas que muestran relación con el absentismo.

La importancia de las características de la familia y de su conducta en relación con el estudio y la asistencia a clase de sus hijos queda, una vez más, puesta de relieve también en este estudio: se confirma la relación del absentismo con un menor nivel educativo de los padres. Además, también se encontró una mayor presencia de familias monoparentales entre los absentistas y de familias procedentes de la inmigración.

La importancia de las conductas y actitudes de las familias en relación con los estudios de los hijos queda claramente manifiesta en los resultados del estudio. En general, en todas las conductas que tienen que ver con el control y la supervisión, hay diferencias favorables a las familias de los no absentistas; que muestran también puntuaciones superiores en la implicación en los estudios de los hijos y relaciones con la escuela. Por el contrario, en las conductas que están relacionadas con la negligencia, puntúan más las familias de los absentistas, tal como es percibido por los hijos.

Los resultados encontrados por medio de la regresión logística que permiten inferir factores de riesgo y protección están en la misma línea de los ya comentados. Los factores de riesgo son la repetición de curso, el inicio temprano del absentismo, la desafección por la escuela, procedencia de la inmigración, familia monoparental, madre con estudios inferiores a secundaria y negligencia familiar. Pueden considerarse como factores de protección la reacción de los padres al absentismo, la implicación en los estudios y las elevadas expectativas del estudiante en cuanto a posibilidades de graduación.

 

Los resultados anteriores tienen implicaciones importantes para la prevención. Se pone de relieve la relación entre variables contextuales y familiares con el absentismo de los estudiantes, por lo que las intervenciones con la familia, especialmente con las de mayor riesgo (bajo nivel educativo, inmigrantes y monoparentales), pueden jugar un importante papel en la prevención del absentismo.

Es importante trabajar en la reducción de conductas negligentes y en fomentar una mayor preocupación e implicación de los padres en el estudio de sus hijos. Algunas variables relacionadas con aspectos académicos de los absentistas deberían trabajarse también en la prevención, especialmente todas las dirigidas a promover un mayor compromiso y apego con la escuela y una mayor valoración de lo académico, insistiendo en sus importantes implicaciones para el futuro. Los absentistas son estudiantes con necesidades educativas especiales, que requieren refuerzos de aprendizaje y una mayor flexibilización y adaptación curricular.

No se han tratado en este trabajo aspectos relacionados con la organización de los centros y su tratamiento del absentismo, los cuales consideramos que son muy importantes y que analizaremos en posteriores trabajos.

Ver referencias

El artículo original en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la revista Psicología Educativa: Martínez-Arias, R., Aguado, P., Álvarez- Monteserín, M.A., Colodrón, F., y Gallego, E. (2007). Prevalencia del absentismo escolar en la Educación Secundaria Obligatoria: Relación con variables sociodemográficas y familiares. Psicología Educativa, 13 (1), 35-63.

Sobre las autoras y el autor:

Rosario Martínez-Arias es Catedrática del Departamento de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Universidad Complutense de Madrid.

Pilar Aguado es Psicóloga Jefa de la Sección de Educación de la Junta de Distrito de Salamanca del Ayuntamiento de Madrid.

Mª Antonia Álvarez-Monteserín es Vicedecana del COP-M. Psicóloga de Servicio Municipal de Atención Psicológica y Psicosocial a la Infancia y la Adolescencia del Ayuntamiento de Móstoles (Madrid).

Mª Francisca Colodrón es Vocal de Psicología Educativa COP-M. Es, así mismo, psicóloga del equipo de Orientación de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.

Enrique Gallego es Psicólogo del Programa de Absentismo del Ayuntamiento de Getafe (Madrid).

 

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