GASPAR LLAMAZARES: “IZQUIERDA UNIDA SEGUIRÁ LUCHANDO PARA QUE LA PSICOLOGÍA SEA CONSIDERADA PROFESIÓN SANITARIA”

Gaspar Llamazares: Las razones más importantes estarían basadas en la realidad y el sentido común. La mayoría de profesionales que trabajan en Psicología lo hacen para mejorar la salud de las personas en el ámbito que reconoce como tal la propia Organización Mundial de la Salud. Y lo hacen no sólo desde el punto de vista del diagnóstico sino del tratamiento, la terapia y el propio seguimiento del paciente. ¿Cómo se puede dudar de la intervención sanitaria de las y los psicólogos cuando tratan y curan a personas con problemas de toxicomanías, trastornos de la alimentación, del sueño, disfunciones sexuales, problemas de estrés, etc.? Y todo ello está avalado científicamente y respaldado legalmente tanto por nuestro Tribunal Supremo como por las instancias europeas.

I.: ¿En qué casos considera especialmente necesaria la intervención de los profesionales de la Psicología para mejorar la eficacia y calidad de la asistencia sanitaria?

G.Ll.: Pienso que su tarea más necesaria, y aquí está una de las grandes carencias de nuestro sistema público sanitario, es en los propios centros de salud y en los centros de especialidades. Creo que es en los centros más cercanos al ciudadano y con una buena coordinación con otros profesionales sanitarios, donde la intervención de este colectivo es más necesaria y beneficiosa, tanto para mejorar y ayudar en la resolución de otros problemas médicos como en su análisis y tratamiento de patologías que podría abordar un psicólogo. A medio plazo una inversión en esta materia supondría un gran beneficio social, médico y económico al sistema público de salud.

G.Ll.: Es fundamental que al igual que hay programas de prevención y educación en buenos hábitos saludables en materia de alimentación, higiene y enfermedades se puedan establecer esos mismos diseños de intervención social en la Psicología, tanto en el ámbito sanitario como en el educativo; sin olvidar los aspectos sociales hoy tan necesarios y que no sólo lo son en el ámbito económico. Por poner un ejemplo, la ley de dependencia debería contemplar aspectos más integrales que ayudaran en apoyo, por medio de programas de colaboración, al dependiente y sus cuidadores. Hoy muchos de estos aspectos de ayuda se hacen desde el ámbito privado o por medios de entidades y ONGs, y es necesario que ese aspecto se cubra desde lo público con dotación de profesionales, lo que significa inversión y planificación.

I.: ¿Qué acciones van a desarrollar desde su organización política con el objeto de que los ciudadanos tengan la asistencia psicológica necesaria para mejorar su salud y aumentar su bienestar, no sólo en el sistema sanitario, si no también en otros ámbitos, como la educación, los servicios sociales, la justicia o las instituciones penitenciarias?

G.Ll.: Creo que es imprescindible acometer la asistencia psicológica desde un punto de vista transversal e interministerial. Hoy la mayoría de las competencias en ese sentido están en manos de las Comunidades, pero los aspectos básicos de legislación y dotación económica pueden y deben ser coordinados e impulsados desde el gobierno central. Hay que reforzar el programa PIR, la asistencia psicológica profesional en materia de dependencia, atención a víctimas, violencia de género, programas de prevención en la escuela y la asistencia en los centros de salud y de especialidades en el sistema público sanitario. Así mismo las tareas de reeducación, orientación y reinserción en población penitenciaria y la consolidación de los peritajes judiciales dentro de la propia Administración de Justicia.

G.Ll.: Me gustaría agradecer su invitación para trasladarles nuestras propuestas a todos sus lectores y comprometerme desde aquí a que en esta nueva legislatura volveremos a presentar, defender e impulsar un proyecto como el que defendimos en el Congreso de los Diputados el 29 de noviembre de 2005. Somos conscientes de lo significativo que es para este colectivo luchar para la Psicología se considere a todos los efectos una profesión sanitaria. En este sentido, nos reiteramos en nuestra intención de seguir trabajando por este cometido. Sencillamente porque lo es. Seguro que tendremos más fuerza y seremos más en el parlamento para que esta vez lo saquemos adelante.