TRATAMIENTO DE CONDUCTAS PERTURBADORAS EN ADULTOS CON SÍNDROME DE DOWN MEDIANTE EL FORTALECIMIENTO DE LA CORRESPONDENCIA DECIR-HACER

10 Mar 2008

Uno de los principales objetivos de intervención en el ámbito del retraso en el desarrollo es la reducción de las conductas perturbadoras o disruptivas, en tanto que pueden resultar muy limitantes: interfieren en la relación del individuo con los demás, dificultando el aprendizaje de nuevas habilidades así como su integración social (Luciano, 1997). Estas conductas, variadas en su forma, se clasifican en agresivas, autolesivas, incompatibles y autoestimuladas.

Las estrategias disponibles para el tratamiento de estos comportamientos son muchas y variadas, aunque, como pauta general, se recomienda hacer uso de aquellos procedimientos que vayan dirigidos a enseñar, fortalecer o potenciar conductas incompatibles con la conducta objetivo.

 

En la búsqueda de una forma de proceder que resulte sencilla y efectiva, a la vez que enriquecedora del bagaje comportamental de la persona con la que se trabaje, se han documentado estrategias que destacan porque «permiten prescindir del agente terapéutico o educativo en el contexto en el que ha de producirse el cambio conductual» (Herruzo y Luciano, 1994).

Estos procedimientos se fundamentan en el establecimiento de la correspondencia decir-hacer, que es la que se establece entre lo que se dice (que se va a hacer) y lo que se hace (cuando se dan las condiciones adecuadas); o entre lo que se hace y la descripción posterior de lo que se ha hecho. Esta temática aparece relacionada, por ejemplo, con la de auto-instrucciones, regulación verbal, auto-control, auto-conocimiento y, de manera menos técnica, con cumplir lo prometido, ser coherente, etc.

Son numerosas las investigaciones dirigidas a analizar cómo se establecen estas relaciones, así como sobre su posible utilidad a la hora de abordar el tratamiento de conductas problemáticas. Se ha concluido de manera clara que decir y hacer no se relacionan de forma automática o ya dada, sino arbitrariamente. Ésta es una experiencia común en todas las personas: se dice que se va a hacer algo y, una vez presentada la oportunidad, no siempre se actúa de acuerdo con lo que se dijo. Otras veces sí se observa correspondencia, coherencia o ajuste entre lo que se dice (o promete, anticipa o prevé) y lo que finalmente se hace. Esto variará de persona a persona y en una misma persona de una situación a otra. Investigaciones previas han concluido que la manera de establecer esta relación decir-hacer o hacer-decir es fortaleciendo, a través de múltiples ejemplos, la correspondencia entre lo que se dijo que se iba a hacer y lo que finalmente se ha hecho (o entre lo hecho y lo que se dice que se ha hecho), en lugar de fortalecer sólo «lo que se dice» o «lo que se hace».

En cuanto a la utilización del entrenamiento en correspondencia decir-hacer como estrategia de intervención, ésta se extiende a través de diferentes temáticas y poblaciones (Luciano, Molina y Gómez, 2000). Desde la reducción de succión del pulgar, mejora de hábitos de estudio, promoción de salud buco-dental o mejora de habilidades sociales en niños y adolescentes, al incremento de actividades de ocio en ancianos. Son menos frecuentes los informes con personas con retraso en el desarrollo, habiéndose utilizado la correspondencia decir-hacer para reducir conductas perturbadoras, mejorar las habilidades de escucha (atención), utilizar máquinas de ejercicio, cambiar patrones de conducta cronificados o enseñar habilidades de higiene personal.

 

En nuestro estudio participaron cinco adultos (18 a 25 años) con Síndrome de Down y retraso generalizado en el desarrollo. Tras evaluar y fortalecer la correspondencia decir-hacer con múltiples y variados ejemplos, se utilizó ésta para reducir diferentes conductas perturbadoras (una en cada participante). En todos los casos el decir estuvo referido específicamente a la conducta objetivo o a una conducta incompatible. Al finalizar la sesión se pedía que describieran la relación entre su decir (lo prometido) y lo que habían hecho, disponiendo consecuencias diferentes según hubiera o no correspondencia entre lo dicho y lo hecho. En las primeras sesiones se incorporaron ayudas dirigidas a ajustar la promesa (decir) y la descripción de las relaciones entre lo dicho y lo hecho.

Se logró una mejora significativa de todas las conductas objetivo desde la primera sesión en que se utilizó el decir de una conducta alternativa, pudiendo concluirse que el procedimiento resultó efectivo con todos los participantes. La sistematicidad de los efectos comportamentales alcanzados en todos los casos permite concluir que el entrenamiento en correspondencia decir-hacer se presenta como un procedimiento parsimonioso y mínimamente intrusito, que resulta de gran utilidad en el control de conductas perturbadoras de personas con retraso en el desarrollo. Destacando, además, que con este procedimiento se incrementa la probabilidad del control de la propia conducta, prescindiendo de cualquier otro agente de cambio. Esta consideración resulta especialmente destacable cuando se trata de personas con retraso en el desarrollo que pueden ver favorecida su independencia.

Finalmente, cabe mencionar que el fortalecimiento de las relaciones decir-hacer supone disponer de autoconocimiento de lo que se dice y lo que se hace como un decir y un hacer propios; además de conocimiento acerca del pasado, presente y futuro, y de igualdad o diferencia entre elementos. Todo este bagaje resultará útil al individuo ante diferentes y variadas situaciones de demanda de su entorno social funcional.

En resumen, se informa de la utilización del entrenamiento en correspondencia decir-hacer como estrategia de intervención en el ámbito de las conductas perturbadoras con jóvenes con Síndrome de Down. Se trata de un estudio fundamentalmente aplicado, por lo que prevalece la validez clínica del procedimiento, aunque sin dejar de lado consideraciones de control experimental que permiten concluir sobre su efectividad.

El artículo original en el que se basa este artículo se puede encontrar en Psicothema: Molina, F.J., Amador, M.C. y Fernández, M.D. (2008). Psicothema, 20, 1, 71-79.

Referencias bibliográficas

Herruzo, J. y Luciano, M. C. (1994). Procedimientos para establecer la «correspondencia decir-hacer». Un análisis de sus elementos y problemas pendientes. Acta Comportamentalia, 2, 192-218.

Luciano, M. C. (1997). Intervención psicológica en retraso en el desarrollo: una perspectiva funcional. En M. C. Luciano (Ed.), Manual de Psicología Clínica Infantil, pp. 465-526. Promolibro: Valencia.

Luciano, M. C., Molina Cobos, F. J. y Gómez, I. (2000). Say-do-report training to change chronic behaviors in mentally retarded subjects. Research in Developmental Disabilities, 21, 355-366.

Sobre los autores

Francisco Javier Molina

Mª del Carmen Amador

Mª Dolores Fernández

Francisco Javier Molina Cobos, es Profesor Titular del Dpto. de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad de Almería. Desarrolla su labor de investigación en el ámbito de la psicología clínica infantil, con especial interés por el retraso en el desarrollo y la intervención funcional con niños, padres y educadores Otras áreas de interés son la regulación verbal y la derivación de funciones psicológicas, y el análisis y aplicación de la Terapia de la Aceptación y Compromiso (ACT).

Mª del Carmen Amador Castro, es Licenciada en Psicología por la Universidad de Almería. Actualmente se encuentra finalizando sus estudios de doctorado en la misma Universidad. Desde el año 2002 desarrolla su labor profesional en la Asociación Almeriense para el Síndrome de Down (ASALSIDO). Su labor investigadora está centrada en el ámbito del retraso en el desarrollo.

Mª Dolores Fernández Rodríguez, es Licenciada en Psicología por la Universidad de Almería y Máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos. Actualmente se encuentra finalizando sus estudios de doctorado en la misma Universidad. Así mismo compagina su labor de supervisión de Enfermería en la Unidad de Hospitalización de Salud Mental con el de profesora asociada de la Universidad de Almería. Su labor investigadora está centrada en la aplicación de ACT en el ámbito hospitalario.

 

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS