Acudir a una sesión de cine puede conllevar días previos de preparación, dado que prepararse para una sesión de cine puede ser muy estresante para las personas con TEA. Por ello, y con el fin de reducir situaciones de estrés y/o ansiedad, es fundamental hacer un trabajo previo de anticipación, brindándoles una gran cantidad de información antes de acudir al cine. Como bien indican los autores de esta guía, “estas personas tienen la necesidad de visualizar su entorno, permitiéndoles entender la información, orientarse en el entorno, de una forma esquemática y sencilla utilizando sus pictogramas de uso habitual”.
Para tal fin, pueden utilizarse pictogramas (pictogramas arasaac), o impulsar la comunicación y la comprensión a través de apoyos visuales (por ej., historias sociales), por ejemplo.
Asimismo, las personas con TEA pueden ser extremadamente sensibles a algunos estímulos del ambiente, resultándoles molestos o dolorosos (ruidos, luces, etc.), llegando incluso a provocarles una crisis emocional, siendo por ello un reto el estar en contextos con sobrecarga sensorial/estimular.
El documento advierte de las consecuencias de estar expuestos a películas que incluyan estímulos agresivos o estímulos sensoriales muy intensos, al desencadenar una gran alteración. Es importante seleccionar películas adecuadas para ellos que no incluyan este tipo de estímulos, evitando como películas con demasiadas fluctuaciones de luz y sonido y que pueden ser un riesgo para personas con epilepsia fotosensible.
Para que las personas con TEA tengan una experiencia positiva es necesario tener en cuenta dos aspectos: la formación de todos los profesionales del cine y la sensibilización de la sociedad.
Guía de apoyo: adaptación de salas de cine para personas con TEA |